Chonto Herrera y el 5-0: “Nos tiraron huevos y eso nos dio confianza”

Dicen que el tiempo es la mejor manera de darse cuenta de la grandeza del pasado. Aunque muchos lo pongan en duda, el 5 de septiembre de 1993 fue un hecho histórico para la Selección Colombia, que como bien lo dice Chonto Herrera, lateral de aquel equipo nacional se debe recordar para toda la vida. Marcó la vida de muchos colombianos y en la familias todavía se habla de lo que sucedió esa noche en todo el país. Alegría total y píldora para el olvido en un época difcil.

El Chonto Herrera, considerado por muchos como el mejor marcador o número 4 que ha tenido Colombia, habló en Diario AS Colombia, de los recuerdos de ese día. De cómo pasó de un momento de felicidad a uno de preocupación por el secuestro de su pequeño hijo. De la previa en Buenos Aires y de lo que les dio fuerza para salir a buscar la clasificación sin temor. Al Pibe le jalaron el pelo y él que siempre estaba cerquita del mono en las fotos, sintió como esa energía negativa de los hinchas argentinos se estaba convirtiendo en la fuerza para lograr algo histórico. Un 5-0 eterno.

El gran recuerdo del Chonto Herrera con el 5-0

“La clasificación que obtuvimos esa noche, ese 5 de septiembre del 93, sabíamos que el partido iba a hacer muy difícil porque la fecha anterior le habíamos ganado a Argentina en Barranquilla 2-1 con goles de Valenciano y de Adolfo ‘El Tren Valencia. Ellos desde ese partido quedaron bastante ofendidos y resentidos, terminando el juego en Barranquilla nos dijeron que nos veíamos en Buenos Aires, que allá nos iban a ganar y a dar duro. Estuvimos muy tranquilos porque sabíamos lo que teníamos, eramos un grupo que venía jugando desde el año 87 y ya sabíamos y habíamos enfrentado partidos difíciles como los son los de las Eliminatorias. Nos fuimos preparados a Argentina, futbolísticamente también llegamos con un muy buen nivel la mayoría del grupo. Fuimos con esa ilusión a Buenos Aires de saber que teníamos como sacar un buen resultado, con el empate clasificabamos, si nos ganaban nos dejaban mal parados, pero fuimos con convicción”.

Argentina necesitaba el resultado y por eso la previa en Buenos Aires fue hostil. “Los días que estuvimos en Argentina antes del juego, fueron bastante hostiles, pesados y duros. Tuvieron que cerrar varias calles del hotel donde estabamos porque las barras argentinas no dejaban dormir. Luego, en el campo salimos a hacer lo nuestro, Argentina en el campo los primeros minutos nos arroyaron y se fueron encima buscando el gol, pero estuvimos bien parados, Óscar (Córdoba) respondió ante dos o tres llegadas de Batistuta, después llegó el gol de Freddy Rincón que nos dio un respiro, luego supimos controlar el juego, ellos se vinieron encima y dejaron espacios que supimos aprovecharlos. Ese marcador ninguno se lo esperaba, un 5-0 importante. Clasificamos en un partido histórico que va a quedar en la historia del fútbol colombiano para toda la vida. Fue algo maravilloso”, destacó.

Para la leyenda, hay algo que nunca olvidará y será el secuestro de su hijo tres días después de conseguir una de las grandes actuaciones de la Selección en su historia. “De ese partido me va quedar algo duro y difícil. Cuando regresamos a Colombia, dos días después secuestraron a mi hijo que iba a cumplir tres años, estuvo tres días secuestrado y fue algo muy difícil para mí, luego de darle una alegría grande al país. Fue algo bastante duro para mi esposa, mi hija y mi familia, gracias a las autoridades logramos recuperar a Junior sin ningún problema”.

El significado de seguir recordando la victoria y la anécdota con Barrabas Gómez

¿Qué significa para usted y quizás su generación que 30 años después se siga recordando ese partido?: “Este partido y ese resultado ante Argentina quedará para toda la vida. Cada vez que llega esa fecha del 5 de septiembre, se recuerda esa clasificación al Mundial de Estados Unidos”.

Barrabas le dijo al juez que no expulsara a Simeone, ¿Qué recuerda de eso?: “Barrabas le dijo al juez que no expulsara a Simeone, el partido por un momento se puso muy caliente, Simeone tuvo varios enfrentamientos con el Pibe, con Freddy, con alguno de nosotros también intercambio palabras. Veía al juez por momentos muy alegre después de que empezamos a marcar los goles, el central mostró mucho cáracter para dirigir un partido como esos en los que Argentina tenía que ganar”.

La táctica del partido y la actitud de los argentinos

Fue un partido tacticamente perfecto: “Fue un partido muy planificado por el profe Francisco Maturano y el profe Hernán Darío. Ellos nos dieron confianza, sabían de la clase de jugadores que tenían y que lo ibamos a dar todo en el campo por la clasificación. Nos la jugamos al cien por ciento e hicimos un partido perfecto, en el que tuvimos dificultades en el arranque. El XI que salió cumplió, el profe no hizo cambios. Fuimos XI guerreros.

¿Qué decían los argentinos en la cancha?: “Los argentinos se miraban entre ellos, trataban de hacer las cosas bien, pero se encontraron con un Colombia que fue grande y que todo nos salía, estaban más preocupados después del 5-0 del otro resultado entre Paraguay y Perú, si en ese partido había un ganador quedaban fuera del Mundial. Se miraban entre ellos y estaban muy asustados, pendientes del otro partido”.

Recorda el 5 de septiembre por siempre y una anécdota inolvidable

¿Siente que este día se debe recordar por siempre?: “Esa fecha se debe recordar por siempre porque marcó una historia en el fútbol colombiano, argentino y en las Eliminatorias. Que Colombia fuera a Argentina y ganara 5-0 fue algo que ni ellos ni nosostros no lo esperabamos, nadie lo pensaba, pero se presentó así de esa manera. Colombia mostró fútbol y una Selección con un alto nivel futbolístico. Al final grandes personajes del fútbol dijeron que Colombia podía ser campeón del mundo, sin embargo, nunca lo pensamos así. El partido se tiene que recordar toda la vida, estuvimos en el Monumental con 85 mil personas que vieron a su selección perder 5-0 en su propio campo”.

¿Qué anécdota tiene de ese día?: “Hay muchas, pero hay una que nunca se me olvida y fue cuando llegamos al aeropuerto de Buenos Aires, nos hicieron un pasillo lleno de argentinos que nos empezaron a gritar: ‘Maradona, Maradona’, nos insultaban y uno de ellos le jaló el pelo al Pibe y casi se presenta una pelea, nos montamos al bus y nos tiraban huevos que caían en las ventanas del bus, eso fue incomodo, pero eso no nos lleno de temor, nos dio confianza para lograr hacer un buen partido”.