Claves para que Santa Fe le de vuelta a la serie ante Junior
El equipo de Harold Rivera necesita remontar un 3-1 en contra ante Junior este domingo en el estadio de Armenia. Concentración y definición por mejorar.
Santa Fe enfrenta este domingo a Junior en Armenia a la 1 de la tarde con 25 grados de temperatura y una humedad del 75% en promedio. Rivera ya manifestó que no hay excusa y remontar es lo único que sirve para seguir en la Liga. Tres goles necesita el equipo bogotano que tiene un promedio de 1.35 por partido en casa y apenas una vez este año ha logrado marcar esa diferencia, fue ante Alianza por la fecha 16.
Los bogotanos han perdido seguridad en defensa y el doble cinco Pico - Giraldo sigue sin encontrar la armonía necesaria para evitar que el equipo se alargue tanto a la hora de regresar, los apoyos por las bandas y las sociedades han disminuido también por el bajo nivel de algunos jugadores. Además, tendrá una baja más obligada tras la lesión de Diego Valdés, el delantero sufrió un esguince del ligamento colateral medial de la rodilla izquierda. Luchar una vez más contra el resultado, la misión de este domingo para llegar a las semifinales y esto sería clave para lograrlo.
Concentración, carácter y jerarquía
Rivera le llama inteligencia emocional a la capacidad que tiene el equipo para sobreponerse a la adversidad. Sin embargo, ha aparecido a medias en los últimos dos partidos (Junior y Fluminense). El DT manifestó que trabaja con sus jugadores y les muestra los errores ingenuos que cometen cuando les marcan goles, pero en la cancha parecen olvidarlo y entran muy desconcentrados. El 91% de las pelotas que juega Santa Fe desde su campo las pierde.
Santa Fe no puede cederle goles al rival para llenarse de motivación y salir a buscar los partidos con más ganas. Aunque al equipo le marcan cada 117 minutos en promedio (fuente BeSoccer), la estadística no sirve si el problema no es de funcionamiento sino de concentración, pues como muestra la gráfica, Torijano es de los más efectivos para ganar duelos aéreos e interceptar pelotas.
Cambios de ritmo y variantes ofensivas
La definición le cuesta mucho a Santa Fe, la ausencia de gol pesa bastante en un equipo que tiene la pelota, pero que no sabe terminar las jugadas, ya sea por el mal momento de los atacantes o porque muchas veces no hay quien remate. El equipo necesita cambiar de ritmo cuando lo hace pasan cosas. Las sociedades por los costados para aprovechar la velocidad de Dairon y Arboleda deben ser más constantes, pero tampoco predecibles.
Las bandas son el lugar preferido de Santa Fe para buscar el arco rival (Dairon es el que más asistencias tiene por Liga con 3), pero tiene que encontrar otros caminos para sacar ventaja ante los defensas rivales. Al equipo le hace falta un buen lanzador desde atrás para sorprender como pasó en el gol de Giraldo en Libertadores, Palacios y Torijano lo intentan muy poco porque la orden es salir con pelota dominada, aunque a veces hay que revolucionar el juego.
Modificar el módulo y mayor disciplina táctica
Ya lo hizo ante Fluminense, Santa Fe terminó jugando 4-4-2 con Ramos y Valdés en ataque, aunque chocaron y se quitaron espacios en un par de oportunidades, también sirvió para lanzar más balones de costado y evitar pisar tanto el área, donde a veces se exceden en los pases y terminan por desperdiciar jugadas claras. Además, se abren espacios para la pegada de media distancia, otra deuda del equipo.
La otra opción sería jugar sin un nueve de área y probar con Jersson González, aunque es extremo apenas tiene 19 años y puede jugar en el frente de ataque entrando y saliendo para abrir espacios. Incluso sería más pertinente si el equipo sigue apostando por la idea de entrar al área tocando la pelota. Tiene lo que poco se ha notado en el resto de atacantes, pertenencia.
En cuanto a la disciplina táctica, Santa Fe al tener mucho la pelota cuando la pierde el rival lo sorprende jugando a los espacios. Allí es donde el equipo debe recuperar la memoria para volver al bloque corto que lo hacía un rival difícil de entrarle por la densidad que planteaba. Pico y Giraldo deben ser más socios a la hora de entender el juego sin el balón para que no queden expuestos y poder apoyar.
Los volantes que van por las bandas también deben ser más solidarios cuando no tienen la pelota, pero con orden. Arias, Caballero y Osorio han perdido esa intensidad en defensa que potenciaba el bloque atrás.