Manuela Vanegas encarna el corazón y calidad del Medellín
La central ha sido protagonista en la Liga Femenina con claridad para salir, fortaleza en los duelos y goles. "Hay que jugar bien y ganar para soñar con el título", dijo del juego con América.
Tiene 18 años y una mente cargada de retos. La estrella con DIM-Formas Íntimas encabeza un listado que continúa con el sueño de jugar la Copa Mundial Femenina Sub-20 y la opción de alcanzar una beca para ir a Estados Unidos a estudiar con su talento como patrocinador.
Manuela Vanegas es quizás la futbolista colombiana con más proyección. La Liga Femenina ha sido el escenario ideal para desplegar todo su repertorio, del que también dio muestras con la Tricolor en los Juegos Panamericanos 2019.
Su doblete en la semifinal, que fue determinante para poner al 'Poderoso' a 180 minutos del título en una definición ante América, la lanzaron al estrellato en un país que apenas está descubriendo el valor del fútbol femenino.
Pero los alcances de esta central van más allá de su extraordinario fútbol aéreo. Es fuerte en los duelos, tiene criterio para salir con la pelota y su buena ubicación en el campo le ayuda a contrarrestar que "no soy muy veloz".
"Trato de ser un buen complemento para cada una de mis compañeras", expresó a As Colombia Vanegas.
En el Club Deportivo Formas Íntimas, al que llegó con 10 años y después de haber iniciado aún más pequeña en el equipo Cefuco de Copacabana, despertó su evolución. Afrontó tres participaciones en el PonyFútbol –una de ellas como portera–, cumplió la meta de jugar como profesional y se muestra como una de las joyas de su club.
"Manuela es una jugadora fenomenal y una persona muy disciplinada que sabe lo que quiere. Me dice: 'Lilo, quedo campeona, afino mi inglés y hago mi carrera en el exterior'. Tiene todo claro", contó Liliana Zapata, la fundadora de Formas Íntimas y coordinadora del programa femenino del Medellín.
Ella, sin dejar de agradecer ese tipo de comentarios, se mantiene enfocada bajo el mantra de "no se puede parar de soñar ni de trabajar".
"Estoy consciente de lo que quiero hacer y a dónde quiero llegar. Sé lo que he logrado, pero tengo los pies en la tierra", enunció la zurda.
Entre los pasajes importantes en su carrera están sus ciclos con la Selección Colombia con participaciones en Centroamericanos, Panamericanos y Copa América, además de procesos con los equipos sub-17 y sub-20 en campeonatos suramericanos.
Por petición del técnico Nelson Abadía actuó como lateral en Lima, donde alcanzó el logro más importante de su carrera para regresar, como campeona panamericana, a darle una mano a su Medellín en momentos decisivos del torneo.
"Un jugador que esté en la selección debe estar dispuesto a jugar en cualquier posición", reflexionó Manuela.
Otro capítulo de fama lo escribió en año pasado, pero con la camiseta de Envigado. En un juego frente a Nacional, la portera fue expulsada. Y sin opción de relevo, fue la jugadora nacida en Copacabana la que tomó los guantes y consiguió atajar un penal.
"Yo empecé tapando por mi estatura. Jugaba con niños. Por eso tengo como fortaleza el fútbol aéreo. Se vio en los dos goles que le hice al Huila, casi iguales", comentó la paisa, que mide 1,69 metros.
Así como el fútbol le ha dado alegrías también le mostró su cara más ruda. En 2018 llegó a Neiva para reforzar a las opitas en la Copa Libertadores, pero una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdos (2 de octubre) la privó de participar en esa conquista internacional.
"En ese momento se me escapó disfrutar de este torneo tan importante, pero el tiempo de Dios es perfecto. Ahora estoy en la final con Medellín y muy emocionada por todo lo que ha venido pasando", afirmó la futbolista, que debutó en la Libertadores con 13 años y como arquera.
'Manu' se imagina a reventar el Pascual Guerrero, donde este martes (7:45 p.m.) se jugará el primer round de la final con las Diablas Rojas, rival del que piensa que buscará "imponer condiciones".
"La idea de juego de nosotras nunca ha sido ir a meternos atrás, sino buscar el partido. Intentaremos jugar bien y ganar el partido para soñar con el título", comentó la central.
Como jugadora de la entraña de Formas Íntimas, Manuela interpreta de manera distinta este momento histórico para un club que "merece ganar" después de casi 20 años trabajando por la disciplina, formando jugadoras y ganando todo en torneos aficionados.
"Liliana y Luz (Zapata) han luchado muchos años por el fútbol femenino. Es impresionante lo que han hecho. Ganar el título sería recompensarles todo ese trabajo", expresó Manuela, a quien también le llena el corazón estar vestida de rojo: "Para mí ha sido un sueño jugar con el Medellín y portar esa camiseta".