Vini, un crío que ilusiona
Vinicius, por fin. Estaba así agendado. Vinicius iba a debutar como titular en el primer partido de Copa. Solari, que lo conoce en la casa mejor que nadie al haberlo utilizado a menudo en su Castilla, le dio la alternativa en Melilla, ante uno de los equipos punteros de la Segunda B. No defraudó. Sus 18 años no le arrugaron. Cierto que el rival era de una categoría que le permitía coger la alternativa sin titubeos. Pero he visto a muchos jugadores de su edad en ese trance a los que el escudo del Madrid les ha pesado como si fuese de hormigón armado. Si yo fuese Solari le echaría un par, ya que está cultivado en la materia, y le pondría el sábado titular en el Bernabéu ante el Valladolid de Ronaldo. Cuando un crío despliega bajo la lluvia un repertorio de unos contra uno, pases liftados con el exterior, rabonas y remates a la madera, hay que dejarse de historias y soltarle al pasto. Cuando Raúl tenía 17 años vi cómo dejaba en el banquillo a mi idolatrado Butragueño y lo asumí como algo inevitable. Ahora es más fácil. Vinicius no tiene que sentar a ninguna leyenda. Sólo a Bale, un presunto crack que va por libre y que ha quedado marcado ante la afición por su ‘dimisión’ voluntaria en la primera parte del Camp Nou...
Solari, bien. Ya sé que hasta el partido ante el Celta (domingo, día 11), el argentino está de forma interina. Pero el primer examen, aunque fuese una asignatura de esas que llamamos maría, lo sacó con notable alto. Si aprueba el sábado ante los pucelanos y el martes ante el Viktoria se quedará hasta fin del curso. Y casi lo prefiero. Si llamas a la puerta de un técnico ilustrado va a venir aquí pidiendo como si no hubiera mañana. Déjame que te Conte: tres años de contrato, diez millones netos por curso, un central y un nueve de bandera para el mercado de enero, se acabó el pan en las comidas... Creo que la reconstrucción tras la dolorosa marcha de Zidane y Cristiano empieza por el sentido común y no por sacar el cinturón medieval.
Melilla bonita. Se volcó con la cita la ciudad bañada por el Mar de Alborán. Gradas llenas, ilusión a raudales y muchas ganas de gozar con un momento único. He visitado dos veces Melilla y les recomiendo a ustedes que hagan lo mismo.
Ilusión. El triunfo va por Guti (42 años) y Dioni (48), del grupo Camela, que ayer cumplieron años. Y no olvido a la peña ‘La Séptima Santa Copa’ de Santa Perpètua de Mogoda y la peña Saucana, de Fuentesaúco (Zamora). Y no olvido a mis amigos de la Peña de Isla Cristina (Huelva). Ejemplares. Tras el 5-1 del Clásico promovieron un viaje para ver el Madrid-Valencia del 2 de diciembre en el Bernabéu. No se rajó nadie: 81 peñistas pusieron el dinero por adelantado. Eso es madridismo. Eso es fe. Esa es la grandeza de esta afición. Somos irreductibles.