¡Ojalá el Cholo dé pronto con la tecla de Rodrigo!
Son ya siete años acompañando al Cholo en este maravilloso viaje con el Atlético. Y te tranquiliza saber que al argentino le hacen cosquillas algunas turbulencias. El míster rojiblanco se alimenta de los desafíos y, aunque la derrota en Alemania fue exagerada y engañosa, no le va temblar el pulso. Lo que sí es obvio es que un 4-0 te obliga a hacer un análisis con mayor atención. ¿Hay que preocuparse? Sí, si se vuelve a repetir, claro. ¿Hay que alarmarse? No, porque los rojiblancos en el minuto 72 merecían por ocasiones, como mínimo, el empate. Fue tras el gol de Guerreiro en el 73’ cuando los rojiblancos se descosieron más de lo que deben hacerlo, porque con el 2-0 hay que buscar la portería contraria, pero sin romperse tanto como equipo. Parte de culpa la tuvo un crío llamado Achraf, imponente su exhibición de poderío físico y técnico jugando a pierna cambiada, con una superioridad física que pocas veces había visto en un rival con su edad.
Fue justa la derrota? Sí. Y fue abultada también. De cara al futuro, entre los debes que deja el equipo está cómo de nuevo, en el gol de Witsel, Saúl y Thomas en un centro lateral están hundidos en el punto de penalti dejando al belga toda la frontal. También preocupa la aportación de una de las mejores duplas del continente: Griezmann y Costa. Sus pocas apariciones y definición están lastrando al equipo a vivir con mayor desasosiego. Menos me altera Rodrigo. El ex del Villarreal, en modo aprendizaje de sobrellevar los partidos sin tanta posesión, no tendrá mejor tutor que el Cholo para interiorizar conceptos defensivos, algo que a día de hoy Thomas lo lleva mejor por su dinamismo y experiencia. Rodrigo es un jugador especial. Las décimas de segundo en el fútbol valen millones y el mediocentro, con sus controles orientados, agiliza medio segundo las transiciones. Esa es una virtud que hay que aprovechar y para ello, ojalá Cholo dé con la tecla para agilizar la adaptación de Rodrigo a la hora de convertirse en un imprescindible como lo son Koke y Saúl. El esfuerzo de todos por hacer importante a Rodrigo merece la pena.