Messi imita al arte
Primer día y Messi sigue imitando al arte, haciéndose más grande. Marcó el gol 6.000 del equipo con el mismo pie con el que consiguió vencer otros récords pasados a lo largo de poco más de quince años haciendo lo que imagina que se puede hacer, para sorprenderse a sí mismo, y haciendo lo que él mismo no se imagina que se puede hacer con los pies.
Después de otra obra de arte, la que acometió Ter Stegen para defender al equipo de un gol seguro, el 10 argentino hizo honor a su tradición: ser mejor que él mismo. Esa combinación Messi-Ter Stegen convirtió un partido anodino, que pasará a la historia por ese gol 6.000 y sobre todo por la manera de ejecutarlo, en un partido que abre esperanza y repertorios de calidad muy precisos.
Para acabar la primera jornada de LaLiga, el futbolista más relevante de la historia del equipo volvió a marcar. Ese primer gol requería pensamiento y humor, y salió de él riendo. Es arte, no sólo lo imita. No es un Barça sobresaliente, pero es un equipo en el que sigue habiendo picos de calidad, como el ya conocido pináculo del argentino. Mientras esté ahí Messi el Barça estará siempre sorprendido por sí mismo. Con él está garantizado el arte. Quince temporadas, obligado por sí mismo a ser el mejor, tiene aún la historia por delante para pasar a la historia del arte del fútbol como un creador incansable.