Serrat tenía razón
Mientras se repetía el tópico de que el Barça no había fichado a nadie (y se hizo viral una camiseta azulgrana que llevaba escrita la palabra Nadie), llegaban a Barcelona, sucesivamente, Semedo, Paulinho y Dembélé. Nadie. No está mal la suma… Pues de esos tres extranjeros que llegaron al equipo de Valverde, dijo Joan Manuel Serrat poco antes de empezar LaLiga: “No te engañes: el mejor es Paulinho”. En un partido que parecía el efecto de un almuerzo con empanadas, el brasileño entró fresco, como Denis Suárez, y entre los dos solventaron una papeleta que parecía ya imposible de resolver.
El brasileño lo hizo con decisión y ánimo, y recibió de Messi, que mantuvo la dignidad pero no fue decisivo casi nunca, el abrazo que guarda para los recién llegados. Ya abrazó una jornada antes a Dembelé. Ayer no lo pudo hacer: se rompió el francés. Tuvo destellos, y en el último destello se le apagó la luz. Como si bautizara su ingreso en blanco y negro.