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Neymar, Verratti, el Barça y el PSG

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Hace poco, en Barcelona, una persona muy enterada me comentó que Neymar no iba a aguantar mucho tiempo a la sombra de Messi. Que vino al Barça feliz, por decisión propia, arrebatado por la admiración que le produjo el equipo blaugrana en aquel partido de Tokio, en el que él y su Santos fueron arrasados por un fútbol inmejorable. Desde ese día, su diana era el Barça. Pero empieza a apretarle el deseo de ser cabecera de cartel: “Aguantará aquí un año más, como mucho”, me aventuraba mi amigo. Ahora se sabe que está coqueteando con el PSG, que a su vez está interesado en tener un gran puntal para su nuevo proyecto.

Se puede entender que Neymar aspire a cabeza de cartel. Algo parecido le está ocurriendo ahora a Landa, que siente que podría ganar este Tour de no estar a la sombra de Froome. Neymar tiene delante a Messi, que da la sensación de que va a durar mucho todavía en su cumbre de excelencia. Neymar ya ha hecho cuatro cursos a su lado, lo que dura una carrera universitaria, así que ya aspira al máster. El PSG le vendría como guante a la mano. Precisamente ante el PSG tuvo su noche grandiosa, fue el alma de la remontada. Ese día Messi flojeó, él arrastró al equipo a la proeza... pero la foto fue para Messi. Así, ¿cómo aspirar al Balón de Oro?

Por medio está Verratti. Posiblemente, el tanteo PSG-Neymar haya empezado como respuesta al interés del Barça por Verratti. Otra cosa es que la operación sea viable. En principio, es al menos verosímil. Neymar tiene una cláusula de 222 millones. Verratti está cotizado en cien. Si el Barça puede quedarse con Verratti y 122 millones (eso se acerca al precio de Mbappé) le puede resultar. Y aún está Messi ahí, y por tiempo. En cuanto al PSG, como Neymar no va a encontrar otro en el mercado tan claro como mascarón de proa de su nuevo proyecto. Lo de Verratti puede compensarlo. No sé qué saldrá de esto, pero no resulta descabellado.