La mañana en Saillon fue diferente a la del viernes. Los ecos de la frase “no sé si seguiré en el Mónaco” que dijo el delantero, y que llevaba AS en su portada, habían llegado a la concentración del Mónaco. De Mbappé, esta vez, no se separó ni un metro un miembro del departamento de comunicación del club del Principado a su salida del entrenamiento, que controló que no hubieran más preguntas y evitó que un joven con la camiseta del Real Madrid se fotografiara con el parisino.
El propio Mbappé no era el mismo. Pese a que en sus redes sociales había bromeado la noche anterior con su futuro con un vídeo (“Voy a desvelar con qué jugaré…” y a renglón seguido sacaba sus botas amarillas), el delantero llegó a las instalaciones de Les Bains de Saillon con semblante serio. Más cuando nada más acceder se vio a un joven aficionado suizo con la camiseta del Real Madrid. “¿Me la puedes firmar?”, le solicitó Roman. “No, lo siento”, respondió Mbappé.
Roman no fue el único niño suizo que apareció en los campos de Saillon con una elástica del Real Madrid. Otro lo hizo con el `11`de Bale. Curiosamente, y tras una breve conversación de empleados del Mónaco con el chaval, éste se fotografió con prácticamente todos los jugadores del Mónaco, varios de ellos firmándole inclusive en la camiseta, y sin embargo cuando apareció por su lado Mbappé, el niño, de repente, por sorprendente iniciativa propia, se alejó unos metros hasta que pasó el delantero parisino.