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Messi renovado, Cristiano en el limbo

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A falta de mejores noticias, el Barça se ha asegurado a Messi hasta 2021. Significa que lo principal está hecho. No podía ser de otra manera. Imagino que la rabieta de Cristiano, su amago de irse del Madrid, habría hecho a más de un barcelonista plantearse este cuadro tétrico: a Florentino le da un equipo chino un dineral por Cristiano y acto seguido se pone de acuerdo con Messi, paga la cláusula (que era de 200 millones hasta esta renovación) y se lo lleva. Nunca hubo nada de eso, para empezar porque nadie piensa que se vaya a ir Cristiano, pero bastantes habrán respirado tranquilos tras la renovación. Ahora la cláusula es de 400.

A Messi le pagan un sueldazo, 25 millones limpios al año (en bruto vendrá a ser casi el doble, ahora que Hacienda te parte la rótula si le quieres hacer un regate) y además, según algunas informaciones verosímiles, se lleva 50 millones de prima de fichaje, repartidos en la duración del contrato. Bien mirado, es fichar a un jugador de fábula (dentro de un año quedaba libre) por 50 millones. Al Barça le sale la cuenta, en estos tiempos en que por Mbappé se piden ya ciento y pico, pico de cigüeña. El sueldo es grandioso, pero está en la tarifa de megagaláctico en la que se han instalado los dos, Messi y Cristiano, las caras de esta década prodigiosa.

Y mientras, ¿qué hay de Cristiano? Pone a circular sus fotos de vacaciones y no dice nada de lo que dicen que dijo, que seguro que lo dijo. Se supone que ha mandado mensajes tranquilzadores al Madrid, donde nunca se tomaron en serio su berrinche. Quien sí lo ha tomado en serio es la afición. Veo por todas partes mucho madridista harto. Siempre estará a tiempo de decir que esto ha sido una bola de A Bola, pero nadie va a creer eso. Sería bueno que encontrara un tono justo para recuperar afectos. Es fácil: ‘Me equivoqué, me enfadé mucho, pero ya no pienso así’. Cada nuevo día de silencio provoca que la distancia con la afición se agrande.