Fútbol colombiano
Lillo de vuelta: Idea de juego y el sello de su Millonarios
Fue confirmado como el nuevo DT del campeón Nacional. Identificado con el fútbol total, dejó una buena versión de Millos en su primer semestre. Los resultados no han respaldado su carrera.Millonarios - Deportivo Lara en vivo online: Copa Libertadores
El último partido que dirigió Juan Manuel Lillo en Colombia fue el 31 de agosto de 2014. Salió después de una derrota con Santa Fe que marcó el final de una campaña de ocho meses en la que dirigió 42 encuentros entre Liga local, la Copa Colombia y la Copa Sudamericana. Su mejor registro lo tuvo en el primer semestre. Dejó a Millonarios en semifinales. De 22 partidos ganó 11, perdió seis y empató cinco.
Dejó el cargo después del Mundial de ese año. Fue eliminado de la Sudamericana por César Vallejo, de la Copa Colombia y encadenó dos derrotas ante Nacional y en ese clásico. Más allá de su balance, vale la pena recordar la idea de juego del español y las señas particulares que tuvo el equipo embajador bajo su mando.
Los principios de Lillo
Para esa preparación Lillo prefiere los entrenamientos físicos con pelota, en los que simula situaciones de partidos. La base de la periodización táctica.
¿Cómo se juega en esa idea de fútbol?
Más allá de un módulo táctico se basa en el control de la pelota para conseguir el dominio posicional. Una de las claves, es que el juego ofensivo comienza desde el fondo.
Defensa
Se genera mucho fútbol por el interior. Hay un volante de recuperación clásico que quita y raspa. A su lado está uno de los que sostienen la estructura. Está un mixto que recupera, se asocia, busca rebotes en las segundas jugadas y puede rematar de media distancia. Un ejemplo es Iniesta en el Barcelona de Guardiola, o Ancelotti en el Milan de Sacchi.
Puede poner volantes pegados a la raya y otros más, dos o tres de buen pie más adelante. Así con pases cortos y en diagonal mueve al rival hacia la zona que quiera y abre espacios a los que pueden llegar otros compañeros.
Es voraz para recuperar. Con movimientos sincronizados los volantes se respaldan para presionar por los costados, recuperar más rápido y evitar que haya juego interior del contrario. Así los agrupan en una zona, abren huecos en la otra en la que puede llegar un extremo, un lateral o un delantero con más libertad. Una variante más de superioridad numérica.
En ataque
Puede ir con dos atacantes o con uno solo que recibe el apoyo de un volante como media punta. Hace también primera línea de presión para forzar errores en la salida del arquero o defensores.
Con el equipo en modo ofensivo, los atacantes reciben auxilio de los volantes que se tiran más hacia al centro. De esta manera dejan que un lateral o un extremo se sume hasta el fondo, obligan a la zaga a atender más hombres para referenciar con lo que sueltan un delantero a un media punta.
El Millonarios de Lillo
Su idea estuvo por encima del módulo. Por momentos usó línea de cuatro para defender, pasó a la de tres con dos carrileros, pero el corazón siempre estuvo en el mediocampo con volantes de dinámica y buen pie. Adelante tuvo una de las mejores versiones de Dayro Moreno como goleador. Sus defensores fueron Román Torres, Oswaldo Henríquez y Andrés Cadavid.
Los extremos o carrileros Lewis Ochoa y Alex Díaz muy pegados a la raya con misiones de presión y excursiones profundas. Para el juego interior en el medio, M'Bami, Fabián Vargas, Rafael Robayo, Mayer Candelo y Omar Vásquez. Estos dos últimos apoyaban a Dayro que se movía por el centro y los costados, como media puntas.
Esa Millonarios de su primer semestre exaltó el juego de Mayer, muy participativo en ataque, de Robayo con entrega y de Dayro que terminó como goleador del FPC con 13 tantos.
Formación base: Delgado; Ochoa, Henríquez, Cadavid, Torres; M'Bami, Vargas, Robayo, Mayer, Vásquez y Dayro.
Su historial
Comenzó su carerra en primera división en 1995 con el Salamanca en España al que ascendió desde la tercera categoría. Sus resutados siempre se asociaron con la mitad de tabla por lo que durante su trayectoria salió antes de tiempo de otros equipos como Oviedo, Tenerife, Zaragoza, Real Sociedad, Murcia y Almería. Su primer semestre con Millonarios fue su mejor campaña.