Palabra de goleador: Dayro cumple, Botín de Oro y título
Con el gol anotado en el partido de vuelta de la final ante Deportivo Cali, el delantero llegó a 14 goles y es el máximo anotador de la Liga Águila I-2017.
Su llegada a Atlético Nacional fue el mejor consuelo para una afición inquieta por la salida de Miguel Borja. Revolucionó cuando apareció en Medellín para presentar los exámenes médicos. Y aunque parecía un discurso repetido y libreteado, Dayro Moreno solo habló en su presentación de goles y títulos, sin evadir el peso de ser la contratación más atractiva del FPC.
“Vengo a rendir en la cancha y hacer lo mío: goles. Quiero aportar mi experiencia al campeón de América y ganar títulos", enunció el delantero en su presentación.
Era realidad. El dueño de varios botines de oro en Colombia y el flamante goleador de la liga colombiana era verdolaga. De entrada vinieron goles en los juegos de preparación, pero fue con Rionegro Águilas que empezó a cumplir su palabra con un doblete en el Atanasio Girardot que aumentó aún más la confianza de los hinchas en él.
Así fueron llegando más goles. Vino La Equidad, Jaguares, Medellín, Junior y Once Caldas. Ya la gente lo tenía en su llavero. Le tenían fe. Sin embargo, las presentaciones en los torneos internacionales no respondieron del todo a las expectativas, en parte por la elección de Rueda de tirarlo a una banda y confiar en Luis Carlos Ruiz como 9.
Vino la mayor decepción para el tolimense: la eliminación de la Libertadores. "Todavía no puedo creer que el mejor equipo del mundo se haya quedado en la primera fase", sostuvo el artillero visiblemente afectado. Esa era su gran meta. El botín por el que se aventuró a regresar al país, después de rendir en Xolos de Tijuana.
Se despidió de la Libertadores con goles ante Estudiantes y Barcelona. Luego volvió a ser centrodelantero para reencontrase con su olfato goleador, que sufrieron una vez más el DIM con el doblete en el juego que significó perder el invicto.
Ya en las finales se agradó el 17 verdolaga y anotó tres goles en la serie frente a Jaguares en los cuartos de final. Ganó en confianza y se vio su mejor versión, con bonitas definiciones, movimientos interesantes, asistencias y buena ubicación.
Goles, baile y abrazos. Esa fue su constante. Así lo hizo con otro par de goles en el duelo con Chapecoense en el Atanasio, para lograr una remontada que le significó al conjunto verdolaga ganar la Recopa.
En la semifinal no tuvo grandes apariciones frente a Millonarios, equipo con el que salió goleador en dos oportunidades. Pero su lucha y deseo de ganar lo hizo rebuscarse opciones y desenfundar remates que no parecían viables. Y la pelota lo premió. Consiguió al minuto 92 el gol que instaló al Verde en la final, para convertirse en uno de los jugadores favoritos de la afición.
"Es importante jugar otra final con Nacional, eso suma bastante. Yo vine a salir goleador y campeón acá. Hay que luchar hasta el último partido que tengamos. Estoy muy contento", expresó el delantero de 31 años.
No pudo aparecer en Palmaseca, como tampoco lo hizo Macnelly Torres y el propio Andrés Ibargüen. Pero ya su aporte había sido lo suficientemente importante en la consecución de una estrella que añoraba, pues su último título lo había alcanzado en el 2010 con Once Caldas.
El partido de vuelta tenía un solo objetivo: la remontada para alcanzar la estrella 16. Atlético Nacional lo logró y el delantero aumentó su número de goles, 14 en total en la Liga Águila I-2017, tras convertir el cuarto de penal que le daba la ventaja a Nacional en la serie y después asistió a Rodin Quiñones para el quinto y definitivo que aseguraba el título.