Tercer tiempo
La frase
“Hace ya mucho tiempo que camino hacia el norte”
Julio Llamazares, poeta, autor de ‘La lluvia amarilla’
Ganar el norte
Le pedí a Julio Llamazares, que es de la Cultural Leonesa, un verso para esta sección. Me envió ese que queda ahí arriba. La poesía sirve para poner los pies en la tierra, y parece lo contrario. Aplicado al fútbol, el norte es lo que ahora llaman LaLiga, cosas del márketing. Llamazares es del norte, pero su equipo está en la Segunda B, la categoría de bronce. Ayer ganó como un campeón. Araña la plata.
Ruta del oro
Así que LaLiga es el oro del fútbol. En la Selección de Julen Lopetegui no hay ni un jugador de Segunda, ya es puntería. Cuando juega la Selección entre semana se salvan los carruseles gracias a la Segunda. ¿Y por qué la Segunda no tiene su selección, que juegue además contra la del oro? Pues porque el fútbol mantiene su lucha de clases. Para dejar que te toquen el oro hay que esforzarse mucho.
Categoría
En la Segunda está uno de mis queridos equipos, el Tenerife. Tengo cuatro, el más querido por origen, el Puerto Cruz (que está en regional y fue llamado, en un tiempo, el Pequeño Real Madrid), la UD Las Palmas, el Tenerife y el Barça. Al Tenerife le cogimos ojeriza porque no iba a jugar a los campos pequeños. Rivalidades locales. Ya eso se superó. Llamazares quiere a la Cultural, yo quiero al Tenerife. En silencio, vamos ganando.
Llegar al norte
La Cultural Leonesa quiere subir a Segunda, el Tenerife se asoma a Primera, huele oro. La victoria de la Cultural acerca más su ambición. La victoria del Tenerife en Cádiz es un paso importante para la isla. Siempre se vivió allí el Tete (así le dicen) con orgullo. Subir a Primera se celebra como un milagro de la Virgen de Candelaria. El festejo dura… hasta que el equipo vuelve a la plata.
Miedo al descenso
Tengo un amigo del Zaragoza, aquel gran equipo que ahora agoniza en Segunda. Este amigo es Luis Alegre, que es como su apellido. Pero lo encontré ayer en Tudela de Navarra perdido entre lágrimas. Su equipo puede descender… a Segunda B. “¡El Zaragoza de aquel Marcelino!” No sirvió que un navarro le dijera que a Osasuna le va igual en LaLiga. “¡Ya me gustaría que el Zaragoza estuviera como Osasuna!”, gruñó el Alegre.
Maldición de fútbol
Estaba tan deprimido Alegre que en un momento de su llanto tuvo respiración para decir lo siguiente: “¡Lamento de veras ser aficionado al fútbol! Con lo feliz que hubiera sido como aficionado a la pesca de altura”. No es para tanto, le dije, ya verás como… “¡¿Ya verás como qué?!” Luego se fue a reír con José Mota y con Santiago Segura. Me alegré luego de la alegría que le llegó desde Elche.
Antología del fútbol
No hay otro remedio que compartir la melancolía de Lopetegui. Tiene a su mando una verdadera antología del fútbol español, que hizo primores ante Israel. Sin embargo, asiste con zozobra a un hecho que Relaño denunció aquí: a la Selección sólo la quieren ver en las finales. Lopetegui quisiera ver los campos llenos para ver a España. La afición tiene el bono televisivo. No huele hierba hasta que huele título.
Godot Alonso
Beckett tituló Esperando Godot así por un ciclista rezagado en el Tour. “¿Qué hacen aquí si acabó la carrera?”, preguntó a los aficionados que esperaban más ciclistas. “Esperando a Godot”. Existe la impresión de que Fernando Alonso, que ganó tanto, está como el personaje que inspiró a Beckett su mejor título. Corredor de fondo, hombre del norte, sumido en la derrota. La derrota es el sur del deporte.