Benzema recupera el gol y la sonrisa para Nápoles
Cumplió 350 partidos de blanco: “Estoy en el club de mis sueños”. En Eibar, Benzema cogió el toro por los cuernos y dejó atrás su sequía en Liga.
Benzema se sacudió de un plumazo la nube negra que le perseguía en Liga, donde apenas llevaba un gol desde el 23 de octubre. En Ipurua, el francés realizó un partido perfecto en el que puso su estampa en los cuatro goles blancos: marcó dos, dio el pase a James en el suyo y encendió la mecha del de Asensio con un pase en largo casi de mediocentro...
El francés, en una tarde en la que era el único exponente de la BBC, recuperó su versión Champions justo antes de viajar hoy a Nápoles. Ante el Eibar, además de asociarse con James y Asensio y amargarle la vida a Luna cuando cayó a banda derecha, fue agresivo a la hora de encarar la portería de Yoel, una de las cuestiones que se le suele achacar. Disparó cinco veces, más del doble de su promedio este curso (dos remates exactos por choque).
Sin Cristiano ni Bale, que miran portería más a menudo que él cada encuentro (4,41 remates del crack portugués, por 2,75 del galés), Benzema se adueñó del frente de ataque en el 4-2-3-1 que propuso esta vez Zidane por las bajas. Sólo había alcanzado esos cinco remates en otros dos partidos de este curso, ambos en Champions, su competición fetiche. Fue en el 5-1 al Legia de Varsovia (chutó seis veces... pero no marcó) y en su exhibición en el 3-1 al Nápoles (cinco remates y un gol).
En Eibar recuperó ese mordiente. Otro dato: de sus 30 acciones con balón, 11 de ellas fueron dentro del área contraria (el 36,6%). El dividendo de tanto buscar el gol fue un doblete, el primero que consigue en esta Liga 2016-17. Para encontrar el anterior había que remontarse al 17 de enero de 2016 en un 5-1 al Sporting.
El 9 blanco se le escapó la posibilidad de merodear el hat-trick porque Zidane, más que convencido de lo visto y con ganas de darle minutos a Mariano, le cambió en el minuto 64. Después del partido se rindió otra vez más a su compatriota: “Estoy contento por Karim, por sus goles y por cómo estuvo en las cuatro jugadas, hizo un partidazo”.
Un partido de alta gama para Benzema justo cuando más estaba en entredicho y en el día que cumplía 350 partidos (y 177 goles) como madridista. “Estoy en el club de mis sueños”, confesó ayer en Real Madrid TV. El atacante francés volverá a estar flanqueado por Cristiano y Bale mañana en Nápoles para la vuelta de octavos: “Es un partido importante porque se trata de un rival muy fuerte, pero tenemos que jugar nuestro fútbol para ganar y clasificarnos”.
Cuando suena el himno de la Champions entra en su territorio. Ahí está cómodo. Suma 52 goles en 90 partidos (0,57 de promedio) con el Olympique de Lyon y el Madrid, y aparecerá ante afilado ante el equipo de Sarri. En los últimos cuatro duelos europeos del equipo blanco (Legia, Sporting de Portugal, Borussia Dortmund y Nápoles) se apuntó cinco dianas. Buen augurio para San Paolo.
Sus números ante el Eibar
Benzema se adueñó de la escena ante el Eibar. A diferencia de días como el de Balaídos en Copa, donde el mapa de calor mostró que no pisó el área viguesa y que Isco incluso jugó más adelantado, en Ipurua se vio un cambio radical. El mapa de calor (imagen superior) muestra a Benzema muy presente en el área armera... También se pudo ver una mayor implicación defensiva, otra de las dudas que genera cuando está con la BBC. Pese a jugar apenas 64’, robó tres balones, casi el doble de su promedio esta campaña (1,67).