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Gran finde. Espléndido cierre de semana. Tras la borrasca y la ventisca que azotaron las paredes de Valdebebas después de la derrota postrera del Pizjuán y la eliminación copera en Vigo, el Madrid de Zidane se fue anoche a la cama con un tesoro de diez puntos en su mochila liguera. Me explico. Los tres que ganó en buena lid ante la Real Sociedad, los tres que se dejó el Sevilla en Cornellà, los dos que perdió el Barça en el Villamarín y los dos que extravió el Atleti en Vitoria. Como quien no quiere la cosa, si el liderísimo lograse derrotar al Valencia en el partido aplazado (se jugará el 22 de febrero en Mestalla) dejaría a Barça y Sevilla a siete puntos, y al Atleti del Cholo... ¡a 13!

Quejas arbitrales. Tengo algún amigo culé que ayer me tuvo frito a mensajes con el gol legal, no concedido, que metió su equipo en el Villamarín. Le respondí que no le vi quejarse el día que empataron en Anoeta con un gol legal anulado a Juanmi (¡medio metro en posición correcta!) o en la noche del Clásico con los dos penaltis claros de Mascherano a Lucas Vázquez y Cristiano no señalados, más el gol ilegal de Luis Suárez (en offside y con falta previa a Lucas), ni cuando en Mestalla el árbitro pasó por alto dos penaltis claros de Umtiti y Mascherano. Aquí todos tienen derecho al pataleo. El mismo Sevilla no debe olvidar la queja formal de Osasuna por el arbitraje sufrido en Pamplona hace ocho días. El liderato del Madrid es justísimo. Que miren la tabla clasificatoria y lo entenderán.

San Mateo. El croata es una fiera. Posee un concepto vertical del fútbol que me entusiasma. Me ponen muy nervioso los centrocampistas que marean la perdiz. La horizontalidad abusiva nunca gustó en el Bernabéu. Kovacic es puro fuego. Coge la pelota y enfila hacia adelante con la voracidad de un novillero. Su fe entusiasma y contagia al grupo. Cuando la Real apretaba más y las dudas se cernían sobre el cielo lluvioso de Chamartín, hizo un butrón en la zaga donostiarra que supo ver el reactivado Cristiano. El gol de Mateo aplacó a las fieras y empezó a amasar un triunfo que ya no corrió peligro. Kovacic fue una petición expresa de Benítez. Al César lo que es de Rafa...

Cristiano, olé. Un gol precioso con un winner que hubiera firmado Federer (espléndida su vaselina sobre Rulli) y una asistencia milimétrica sobre Kovacic en el 1-0. El portugués no entendió los pitos que le dirigió el habitual Tendido del 7. A mí también me cuesta. Pero él que siga así. Ayudando al equipo con sus goles (ya lleva 20 en el curso 2016-17) y siete asistencias. Cristiano es el Gallo del Madrid, ya que es el animal del calendario de China para este año. Allí jamás le pitarían. Son muy respetuosos con las leyendas...

Bienvenido Lucas. Está ahí, como un alumno aplicado, esperando que el profesor le dé bola. No se queja en la suplencia, no pone malas caras en el banquillo. Es un canterano deluxe. Sabe esperar su momento. Ayer fue un cuchillo jamonero por la banda derecha y volvió loco a Kevin (Rodrigues, no Roldán), el joven lateral donostiarra. Se puede ir al fin del mundo con gente como Lucas, Nacho... ¡Y Morata! El mejor nueve de España aprovechó los 25 minutos con otro gol. ¡Álvaro, titular, ya!

Felices. Así estaban ayer José Salcedo, el socio número 1.205, y las peñas de Macael, Caniles, Olula, Purchena, Jumilla y Vicálvaro. Ya llueve menos amigos. El líder es mucho líder.