Sufrida. El Atlético no jugó un buen partido, no fue un encuentro bonito, pero una cosa no se le puede negar al equipo madrileño: se puso el mono de trabajo y peleó de principio a fin en busca de los tres puntos. Eibar e Ipurua son sinónimos de que hay que emplearse a tope, con máxima concentración. Y eso es lo que hizo el Atlético, que definió el choque en dos chispazos de dos jugadores jóvenes, cuya temporada pasada fue muy buena y que tienen que recuperar en los próximos partidos y meses su mejor versión. Total, sufriendo, y sin jugar bien, el Atlético se llevó tres puntos vitales que le hacen mirar el futuro con mucho más optimismo.
Optimismo. Dentro del vestuario rojiblanco se tiene la sensación de que lo peor ha pasado ya. La crisis que suelen pasar todos los equipos ya la tuvo el Atlético. El equipo de Simeone no encajó goles y recordó al de antaño, seguro y sobrio atrás a la espera de su oportunidad. Con Giménez como pivote defensivo, con Vrsaljko en el lateral, con Torres arriba… Todos son necesarios y todos harán falta en este 2017 que ha comenzado de tan buena manera en el Atlético.
Griezmann. El delantero francés volvió a marcar con el Atlético en LaLiga y no veía puerta desde el pasado 2 de octubre en el feudo del Valencia. Griezmann, en una entrevista concedida a AS hace unos días, aseguraba que estaba enfadado por el hecho de no marcar, aunque esperaba que su mala racha pasara pronto. Marcó ante Las Palmas, en Copa, y lo hizo en Ipurua una vez más para cortar su sequía. Griezmann tiene calidad a raudales y con confianza es un futbolista imparable. El jugador del Atlético celebró su gol a lo grande, conocedor de que puede haber comenzado su racha positiva de cara a la portería rival.
Saúl. Hizo el primer tanto, de cabeza y en posición ilegal. El Eibar podrá quejarse de esa jugada y el Atlético de que Adrián tenía que haber sido expulsado en el minuto 20. Es el cuarto gol de Saúl en la temporada (dos en LaLiga, uno en Copa y otro en Champions). Es talismán, pues siempre que marca el Atlético no pierde. Frente al Eibar volvió a cumplirse.
Cinco años. Simeone cumplió cinco años al frente del equipo rojiblanco. El Cholo cogió un equipo sin juego, se hizo cargo de una plantilla devaluada y sin alma. En estos cinco años mágicos el Atlético es un referente no sólo en nuestro país sino en el fútbol europeo. A veces jugará bien, en otras no ofrecerá un buen espectáculo, pero el Atleti es alguien y eso hay que apuntárselo al técnico argentino. Simeone, por cierto, ya ha dicho que tiene previsto cumplir el año y medio que le resta en el conjunto madrileño.
Koke. El canterano cumplió su partido 200 en LaLiga con la camiseta del Atlético. Pese a contar con tan sólo 24 años, Koke ya ha disputado 292 encuentros de competición oficial con el equipo madrileño, dos centenares en LaLiga. El internacional es uno de los jugadores con más calidad de esta plantilla y cuando él está bien, su equipo lo nota. Objeto de deseo de algunos de los más grandes de Europa, lo deseable es que Koke pueda jugar otros 200 partidos más en LaLiga con su actual equipo. Sería una excelente señal de que todo va bien.
La Copa. El Atlético afrontará ahora la vuelta de Copa ante Las Palmas y los del Cholo deben ponerle la puntilla a una eliminatoria que tienen encarrilada. La Copa tiene un sabor muy especial esta temporada y en el vestuario rojiblanco lo saben. No conviene confiarse ni estropearlo. La Copa puede darle al Atlético este año muchas alegrías.