Ojo, el Bicho acorrala a Leo: van 5-4

Oro, oro, oro y oro. 2008, 2013, 2014 y 2016. El fútbol, en este caso los periodistas especializados de los cinco continentes, han hecho justicia con Cristiano. La superación hecha futbolista. Querer reducir su aportación a este bendito deporte refiriéndose a su espectacular físico es absurdo y empezaba a resultar cargante. Nadie se tira una década en la élite del fútbol mundial a base de muscularse en el gimnasio. El talento no entiende de anabolizantes. En 2016 ha sido el mejor. Claramente. Messi ha sido el más brillante en este último trimestre, pero entre enero y julio el portugués le barrió. Aupó al Madrid a la Undécima con 16 goles (el segundo mejor registro de siempre) y el penalti decisivo en Milán. Ayudó a Portugal a jugar la histórica final de París tras su doblete decisivo ante Hungría y su golazo de cabeza a la Gales de Bale en semifinales. Y metió en el Camp Nou un golazo que tumbó al Barça en el Clásico de abril (Alves y Bravo no lo olvidan...).

En el último trienio, Cristiano gana con claridad el partido a Leo: 3-1. Cierto que Messi venía de un 4-1, por lo que ahora mismo el resultado está en un ajustado 5-4 para el argentino. El azulgrana es más joven, pero el portugués tiene más hambre que Carpanta. Nunca está saciado. Y quiere más. Y más. Por eso fichó por el Madrid en 2009. Aunque con el United lograse en 2008 un doblete valioso (Balón de Oro y el FIFA World Player), él sabía que sólo en el club más grande del mundo podría disputarle la corona a Messi. Esta misma semana, Cristiano puede añadir una perla a su collar de oro conquistando el Mundial de Clubes en Japón. Si gana el Madrid, gana Cristiano. Orgulloso de ti. Obrigado, campeón.