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Fin del debate. Con Cristiano pasa como con las películas de Spielberg. El genio cinematográfico de Cincinnati puede estrenar una un poquito más floja, pero cuando menos te esperas te sorprende con otra obra maestra que bate récords en taquilla. Nunca hay que rendirse con el portugués. Su crédito no tiene fecha de caducidad. Enterrarle es un trabajo estéril. Con 31 años es absurdo verle como un jugador mayor. Su físico habla por él. Su ambición sigue intacta, lo que destierra el pecado de la indolencia y el acomodamiento que lastran a otros ilustres ‘veteranos’. La autocrítica te fortalece para ganar la batalla de la credibilidad, y él ha sido el primero en asumir que debía mejorar sus prestaciones para poner fin a este arranque torcido del curso. Hoy hemos dormido todos los españoles una hora más gracias al cambio que hicimos en la madrugada de ayer en nuestros relojes. Una hora más en la que soñamos viendo a Cristiano en la portada de France Football posando con su cuarto Balón de Oro el próximo 13 de diciembre. A Wenger le aburriría pensar en eso, pero el Madrid de Zidane se aprovechó en Vitoria de esa obsesión por marcar que tenía el Terminator de Funchal para desterrar las dudas alimentadas en torno a él en el mes decisivo de las votaciones. El Bicho alcanza ya los 371 goles en 358 partidos de blanco. Su promedio salvaje no corre peligro. Cristiano returns. Como me dijo el viernes Alberto, de la familia Cándido de Segovia, “el día que no esté con nosotros le echaremos terriblemente de menos...”.

Aplauso al Glorioso. El Alavés ya le amargó la vida al Atleti (1-1 en el Calderón) y al Barça (1-2 en el Camp Nou). En Mendizorroza nadie había sido capaz de tumbar al Glorioso. Por eso el Madrid iba avisado. Prohibido confiarse. Y eso que una doble pifia de Danilo y Keylor permitió a los de Pellegrino abrir la lata primero. Ojo a Theo Hernández, un lateral zurdo que me recuerda a Gordillo y Julio Alberto fundidos en una pieza. Madera de crack. Pero el Madrid despertó con un penalti protestado por la grada (¡el primero en siete meses!). Ya se sabe que sacar los brazos en la barrera se castiga con severidad desde hace un par de temporadas. Cristiano hizo un doblete antes del descanso. Terapia superada. Palo para un Alavés que había arrancado con furor y fútbol.

¿Benzema? Nada de nada. Karim no está bien. Denunciarlo no es hacer campaña a favor de Morata. Es aplicar el sentido de la justicia. Zidane quiere salvar al soldado KB y por eso le ha otorgado una titularidad innegociable. Pero Benzema no le devuelve esa fe ciega con goles y rendimiento. Los ratitos de Morata son mucho más productivos. El canterano firmó ayer un golazo-vaselina que desterró el sufrimiento (1-3). La campaña para que juegue de titular Morata la lidera él mismo. Se sale. Lopetegui, que estaba en el estadio, tomó buena nota. También vio a Nacho muchos minutos (¡ánimo, Pepe!), a Isco y un ratito del renovado Lucas Vázquez.

Animados. El próximo finde huele a ‘Operación Aumento de Ventaja’ (el Atleti juega en Anoeta y el Barça en el Pizjuán). Me lo comentan Antonio Esteban de Alameda de Osuna, Christian Paredes de California, Juan León de ‘La Najarra’ de Almuñécar, Nabil de Capote y Montera, y las peñas Los Dragones de Mondragón, ‘Drakkars Blancas’ de Ermua, Eibar, Cedeira, Cartama, Cuéllar, Coca, Nava de la Asunción, Ayllón, Riaza, Carrascal del Río, Arévalo y Villalba. Una palabra los une: ¡LÍDERES!