TOMÁS RONCERO

Felipe puso fin a la revuelta

Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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En la transmisión televisiva, gracias a la señal emitida desde Tel Aviv, aparecían resumidas las mejores jugadas en los llamados Magic Moments. No necesita traducción. Vimos una acción inmensa de Rudd. Muy de NBA. Pero la acción que para mí marcó un antes y un después en la fantástica victoria ante el Maccabi la protagonizó don Felipe Reyes. El Madrid se había ido al descanso en plan imperial: 33-46. Festival de juego, defensa ejemplar y mucha intensidad. Las gradas ‘amarillas’ del Menora Mivtachim Arena, frustradas y en silencio. Pero al regreso de la ducha, parecía que hubieran resucitado en la cancha Aroesti, Williams, Perry, Silver y Berkowitz. Un tremebundo parcial de 16-0 (¡49-46!) que hubiese noqueado a cualquier otro equipo. A este Madrid, no.

El capitán saltó al rescate. A sus 36 años, Reyes juega con la mentalidad de un veinteañero. Se fue a la esquina, se marcó un triple brutal y convirtió el tiro adicional. 49-50 y vuelta a la rutina. Rudy, Carroll y Llull hicieron el resto. Pero todo empezó cuando ese pívot inmortal frenó en seco la revuelta del Maccabi. Crack.

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