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BogotáActualizado a

Es cierto que se dan en el fútbol empates de empates. Dos partidos terminan cero a cero, pero uno queda aburrido de no ver en uno nada de nada y en otro intenciones y llegadas a los arcos. En el primero de los juegos vistos, Liverpool y Manchester United, el empate dio grima por el fútbol observado. El Liverpool algo más interesado en el gol y el otro decididamente a esperar sin afán, aunque es preciso reconocer que saber defenderse también vale.

El otro empate lo ofrecieron el Medellín y Cerro Porteño de Paraguay. No hubo goles pero Medellín por lo menos desde el primer minuto dispuso de ocasiones no concretadas. En unas por la presencia de Silva, aquel arquero que pasó por Tolima y Medellín, y en otras por el buen trabajo de su línea de cuatro. Se arrimó menos que el Medellín y sin embargo se las arreglaron para en velocidad aproximarse, aprovechando a Cecilio Domínguez, hábil y rápido. Inclusive estrellaron un tiro libre en el vertical derecho de David González.

Un partido sin tantas interrupciones ni tarjetas. En eso vale la pena agradecer a los dos equipos las ganas de jugar. En eso, parece que el regaño o la advertencia si se quiere, que Leonel Álvarez le hizo al plantel surtió efecto. Reclamaba Leonel actitud y esta se pudo ver en toda su dimensión. Creo que ‘Goma’ Hernández, Caicedo como Didier Moreno empujaron y sostuvieron siempre la iniciativa del equipo. Cuando los equipos crean momentos propicios para el gol y no los consiguen, es fácil hablar de imprecisión, o precipitud de los jugadores. Puede ser y eso al menos dejará satisfecho a Leonel, que entendió el compromiso de los jugadores por la causa.

Falta el juego de regreso y no será fácil para el DIM. Confío que encaren el juego con la entrega y la decisión que mostraron en este empate… Hay empates de empates y este dejó buen sabor.