¡Maaaaambo!
La fiesta continúa. Ocho goles a Liechtenstein, un país que ni siquiera tiene liga propia. Pero al descanso íbamos 1-0 y con pocas luces. Después llegó el festival canario (Silva + Vitolo) y la goleada. Lopetegui, arranque feliz.

Goles son amores. No se burlen ni hagan sangre de estos voluntariosos jugadores liechtensteianos (o como se diga). Cierto que uno acabó perdiendo la cuenta de los goles que llevábamos. Casi no recordaba una sensación similar desde aquel inolvidable 12-1 a Malta. Imposible, durante el segundo tiempo, ir a la cocina a coger una bolsa de pistachos. Caer en la tentación suponía perderse un gol de Silva, de Vitolo, de Sergi Roberto, de Diego Costa, de Morata, o de Silva otra vez... Valoremos lo acontecido en el Reyno de León. Ni siquiera a la débil, ingenua y timorata selección de Liechtenstein es fácil meterle ocho goles. Hoy día, en el fútbol todos se saben defender con criterio y no hay que restar méritos al holgadísimo triunfo alcanzado anoche por España en el estreno oficial del prometedor Lopetegui. No hay revolución, pero sí evolución. Los inquilinos de La Roja vuelven a sonreír y disfrutan tocando, como antes, pero percibo una gran diferencia. Hay fiereza en la pegada. Diego Costa y Morata son los killers de la revuelta (se los reparten a pares), pero a ellos se ha unido un genio de la lámpara (Silva) y otro canario empeñado en convertirse en el dueño de la banda derecha (Vitolo). Lo de meter ocho nos transporta a la televisión de los 70 (“Con ocho basta”) y a la música de los 40 y 50 con la orquesta del cubano Dámaso Pérez Prado. “Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... ¡Maaaaaambo!”.
Rojo picón. Las Palmas es el justísimo líder de LaLiga y este parón del Virus FIFA ha servido para que Silva y Víctor Machín Pérez ‘Vitolo’ hicieran un homenaje al equipo de su maravillosa isla. La pareja grancanaria se dio un festín con su fútbol arrebatado. Vitolo derribaba rivales por la derecha haciéndoles picar en todos los engaños. Se cebaron. Entre ellos alternaban asistencia y gol, como si estuviesen en una pachanga veraniega en la Playa de las Canteras. A Silva hasta tuvieron que anularle un gol para que no hiciese un hat-trick. Aún así ya lleva 28 goles con España. Ha dejado atrás a Butragueño (26) y Morientes (27), y está a sólo uno del gran Fernando Hierro (29). Después sólo le quedarán por delante Torres (38), Raúl (44) y Villa (59). ¡Jugón!
De Costa a Costa. Titular por decisión técnica. Lopetegui quiere convertirle en un fijo en el equipo nacional alejado de las dudas y los malos rollos. En León firmó un doblete y eso es justo lo que se le pedía. Rendimiento y goles. Pero que Costa no busque fantasmas ni dude del cariño de los españoles a los jugadores que nos ayudan viniendo de fuera, ¿Alguien pitaba a Donato o a Senna? Le voy a recordar a Diego Costa un proverbio armenio que le ayudará en el futuro para no cometer más errores: “Cuando una palabra está en tu boca, es tu rehén. Cuando sale de ella, el rehén eres tú...”.
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