Nadal despeja las dudas en el debut y barre a Delbonis

Rafael Nadal ha debutado como si fuera un tenista local de Río de Janeiro. El español ha despertado la enorme simpatía y admiración que la hinchada brasileña le tiene. Pero quizá un poco también por su rival, Federico Delbonis, 43 del ranking de la ATP y natural de Argentina, archirrival de los cariocas. Y el cariño fue retribuido con una gran actuación y una victoria incontestable por 2 sets a 0 (6-2 y 6-1) en 1:20.

El español fue recibido en la Pista 1 con enorme euforia por la grada, que le aplaudió de pie tras esperarle pacientemente después de las dos horas de retraso por el fuerte viento. Y el español no defraudó a los cariocas y entró entusiasmado, sin dar ninguna señal de que le molesta la lesión en la muñeca izquierda que le hizo renunciar a Roland Garros.

Vibró mucho en cada punto y demarró a todo ritmo, como un hombre en una misión especial. Quedaron evidentes las ganas de empezar bien en unos Juegos Olímpicos que nunca ha escondido lo que significan para él.

El partido comenzó extraño, con un Rafa superior pero equivocándose en los pequeños detalles. Quizá por la ansiedad y los nervios. O por el calor de casi 30 grados y 78% de humedad que, fuera de la protección de la Pista Central, obligaba los tenistas a jugar en un suelo pesado, con esta sensación pastosa de la humedad del día.

Ambos tenistas tuvieron que confirmar sus primeros dos saques en el desempate y sufrieron dos quiebras en los juegos siguientes. Pero el balear luego logró canalizar su energía, logró dos quiebras seguidas y cerró el primer set (6-2) en 50 minutos.

Empezó el segundo set y la lluvia, que interrumpió el partido momentáneamente. Nada que molestara a Nadal, que siguió arrollador, invadiendo la pista con instinto matador, acorralando al argentino en el fondo sin saber qué hacer. Con la grada de pie y vibrando con el triunfo, Rafa cerró 6-1 el segundo set y 2-0 el partido.

El próximo rival es el italiano Andrea Seppi, 74 del ranking de la ATP.