“La presencia del Madrid en Canadá es muy positiva”
Un viejo conocido del madridismo, Benito Floro, lleva el timón de Canadá desde 2013 y pelea por llevarla al Mundial de Rusia.
Hace 12 años que no entrena en España pero ha pasado por Japón, México, Marruecos y ahora lleva tres años en Canadá. ¿Cómo surgió el coger la selección canadiense?
—Concretamente por José Robulota, apoyado por mi buen trabajo en Monterrey.
—Usted reside en Toronto. ¿Cómo es el día a día allí?
—Es un trabajo de despacho entre semana porque he de ver los videos individuales de casi cincuenta jugadores, enviárselos a ellos mismo con algún comentario a veces y también veo partidos en directo.
—Tras tantos años fuera, ¿ya renuncia a volver a España? ¿Es por falta de ofertas aquí o por voluntad propia?
—Yo no renuncio a nada... Tuve ofertas de dos o tres clubes españoles, pero sus presidentes no querían admitir que sus equipos pertenecían a esos diez o doce que pueden descender aun haciendo las cosas bien y que, por tanto, lo importante era luchar por seguir en Primera. Lo que querían era un bombero, y yo no quise esa situación...
—Hábleme de su selección. ¿El puesto 100 que tiene actualmente Canadá en el ránking FIFA refleja realmente el nivel de su fútbol canadiense? Parece que cuesta seguir los pasos de EE UU...
—Lo del ranking es relativo. Las formas de elaborarlo no guardan una correspondencia con el potencial, hay equipos que juegan más partidos que otros. Nosotros llegamos con un ránking 120 y alcanzamos el 80 o por ahí. La situación actual es tan esperanzadora como dificil, porque EE UU tiene más recursos competitivos que nosotros.
—¿Alcanzará algún día el fútbol al hockey sobre hielo, la gran pasión del canadiense?
—No lo sé... Hay muchas academias de fútbol y millones de chicos lo juegan. El gran problema es que no hay Ligas de Primera, Segunda o Tercera División.
—¿La presencia del Madrid en Montreal ya es un empujón?
—El Madrid es uno de los cinco grandes equipos que están en el hablar diario de la comunidad futbolera canadiense. Su presencia aquí ya está siendo algo positivo. Yo no soy de contar batallitas, pero sí que me suelen preguntar aquí puntualmente por jugadores famosos del Madrid.
—Entrenar al Madrid es uno de los trabajos con más presión del mundo. ¿Le sorprendió el éxito de Zidane con la Undécima en sólo cinco meses?
—Ser entrenador ya es una maravilla y serlo del Madrid es una gozada responsable, pero la presión te la pones tú: si estás pendiente de lo negativo que dicen de ti... No tenía una idea prefijada del nivel de Zidane. Esperé a conocer sus primeras formaciones, alineaciones, cambios y opiniones. Cuando una de ellas fue que necesitaban urgentemente aprender a presionar colectivamente, ya tuve claro que si los jugadores lo seguían el progreso sería firme.
—¿Por qué con él se vio un Madrid tan distinto al de Benítez?
—Las comparaciones nunca son agradables. Pero hay técnicos muy famosos catalogados como muy férreos en lo defensivo porque proponen una defensa en repliegue, lo cual es una interpretación errónea porque el repliegue puede ser un recurso en un gran equipo, pero nunca un modus operandi.
—Hace poco el Castilla fue a Lleida y muchos recordaron de su famosa bronca en el vestuario del Camp D’Esports en 1994... ¿Le molesta que aún recuerde aquello?
—El pasado negativo lo borro de mi presente rápidamente...