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Hernán Peláez Restrepo

Borja y su dosis

Es probable que Miguel Ángel Borja tenga en su archivo personal la foto de Denis, el arquero del Sao Paulo y a quien en dos partidos le acomodó cuatro goles, y en un futuro le podría servir de amuleto. Borja igualó en el primer tiempo después de conseguir Calleri un gol que alcanzó a propagar cierto nerviosismo dentro de la hinchada verdolaga.Ya en el empate, los tres delanteros de Nacional desaprovecharon ocasiones de gol. Marlos dispuso de dos y las terminó elevando los remates con todo listo para el gol. Berrio ensayó un remate en la complementaria que sacó Denis en aplaudido esfuerzo. Borja, inclusive en ese mismo pasaje, cruzó sin fuerza un remate parecido al primer gol.

En cambio, los delanteros del Sao Paulo muy poco produjeron por no decir nada.Tanto cambió el fútbol de Brasil hoy que no extraña ver cuatro jugadores extranjeros en sus filas o gringos, como ellos los identifican. Mena, el chileno, Lugano, el uruguayo que ya no tiene respuesta para marcar a jugadores movedizos, y los argentinos Calleri y Centurión. De los cuatro, si acaso Calleri, con alguna movilidad pudo ser el mejorcito.

Nacional,clasificó por tercera vez a la final de la Copa Libertadores sin exigirse a fondo. El rival no dio la talla y fue la ocasión para verificar el momento goleador de Borja y la mejoría en el nivel de juego de Marlos. Lo único por lamentar será la ausencia de Alex Mejia para el primer juego de la gran final, porque en su ADN futbolístico está jugar con tarjeta amarilla, como si fuera parte de su vestimenta.

Ganó Nacional por dos a uno y sin dejar dudas ni ofrecer fisuras en su juego. Es más, cuando Guerra ingresó Macnelly se sintió más cómodo y mejor acompañado. La carta de Nacional para buscar el título se llama MIGUEL ÁNGEL BORJA.

Tampoco fue culpa de Nacional el cierre triste y melancólico propiciado por Sao Paulo. Es cierto que el débil juez chileno sancionó el penal correctamente a favor de Nacional por mano en el área. Pero no pitó un empujón de Bocanegra al jugador que entraba con pelota controlada en el primer tiempo. Allí comenzó a crecer el mal genio de los paulistas y el juez lo "arregló" expulsando a Wesley y Lugano. Habrá sanciones y las historias de siempre.

La Confederación Suramericana continúa enviando delegados y observadores que hicieron parte del nefasto momento de la Confederación, cuando repartían mermelada a todos lados...Lo anoto porque estos serán los que seguirán juzgando a jugadores y jueces...