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En una campaña triste y apática, Cali marcha en el último puesto de su grupo en la Copa Libertadores. Con apenas dos puntos es imposible pensar en avanzar. No queda mucha tela por cortar.

Ya en el primer tiempo perdía con amplitud por tres goles y el pronóstico para la complementaria era grave. Supongo, conociendo el estilo y temperamento del Pecoso Castro, que hubo regaño de padre y señor nuestro y eso probablemente, sino los despertó, al menos los avergonzó y de ahí que al menos pusieron condiciones para estar transitando más por la zona menor de Saja. Y como premio a ese desorden y empuje, pusieron un tres a uno, que al menos atajó el ímpetu de Racing.

Salió Militó y Roger Martínez en una aplaudida acción individual fijó un 4-2, que viéndolo bien resultó generoso para Cali. El asunto pintaba para paliza mayor.

Los errores nacieron en el sistema defensivo. Todo balón que caía del cielo, por tiros de esquina o simples centros, significaba un susto y un peligro permanente de gol. Bianchi-Mera, nada de nada y ni hablar las limitaciones en la gestación de juego. A ratos, Roa quería abusar de su juego, aunque se le perdona, porque nadie intentaba asociarse con él.

Como ocurre siempre, la responsabilidad es toda de ‘Pecoso’ Castro y es probable que tenga una reunión con el Cuerpo Directivo. El experimento de confiar en sólo jugadores jóvenes es una decisión atrevida y costosa. Es llamativa para los dirigentes quienes están siempre pensando en los Euros e ignoran totalmente las obligaciones sentimentales con sus hinchas.

Esto se entiende porque los jóvenes ni piensan en la pensión y aspiran a encontrar una trasferencia para el exterior. Perder no es para ellos un drama porque están convencidos de disponer de más y más partidos en el futuro. Un jugador grande, veterano, posee apreciación diferente. Eso lo sabe el Pecoso y debe ser el primero, si va a continuar, en pedir la presencia de algunos jugadores con más recorrido para responder a las exigencias y presión de quienes saben que el Cali necesita recuperar un nivel competitivo.

Perdió apenas por cuatro a uno... Pero jugar, como lo hizo en el comienzo, peor no lo podía hacer...