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Fútbol colombiano

Viera y la violencia que ha golpeado al fútbol colombiano

El ataque contra Alexis Viera refleja uno de los aspectos más oscuros de la cultura colombiana. AS Colombia recuerda otros actos de violencia contra futbolistas.

BogotáActualizado a
El defensor antioqueño fue asesinado el 2 de julio de 1994.
Getty Images

“Aquí se bajan de un carro y le van disparando a alguien como si fuera cualquier animal. Aquí la vida no vale nada. Veinte años después de ese crimen que indignó a Colombia y al mundo, no hemos cambiado. Seguimos igual de mal”. Palabras de Jesús Albeiro Yepes, fiscal encargado del asesinato de Andrés Escobar, en una entrevista para El Espectador en 2014.

El pasado martes, sobre las dos de la tarde, Alexis Viera, ex arquero del América y actual jugador del Dépor, ingresó al hospital Fundación Valle del Lilli tras recibir dos impactos de bala cuando intentaron robarlo en la ciudad de Cali. No hemos cambiado nada.

AS Colombia repasa algunos casos de violencia que han golpeado al fútbol colombiano.

ANDRÉS ESCOBAR

La noche del 1 de julio de 1994, Andrés Escobar y Juan Jairo Galeano se encontraban en una discoteca en la ciudad de Medellín. Al defensor de la Selección Colombia le empezaron a gritar: “Autogol, Andrés, autogol”, pues no menos de 10 días antes había marcado en propia puerta ante Estados Unidos en el Mundial de 1994.

Al retirarse del sitio, Andrés iba en su carro y vio a los hermanos Pedro y Santiago Gallón Henao, quienes lo provocaron toda la noche. Ingresó al parqueadero El Indio, para pedir respeto. La frase “usted no sabe con quién se está metiendo” fue la antesala de los seis disparos que Humberto Muñoz, conductor de los Gallón, le propinó a Andrés la madrugada del 2 de julio.

Muñoz fue condenado a 45 años de prisión. Tan solo once años después quedó en libertad. Los hermanos Gallón Henao posteriormente fueron condenados por nexos con grupos paramilitares.

LUIS FERNANDO MONTOYA

El 22 de diciembre del 2004, Adriana Herrera, esposa del técnico campeón de la Copa Libertadores con Once Caldas, llegaba a su casa después de hacer un retiro de dinero en Envigado. Al llegar, dos hombres la abordaron. Cuando Luis Fernando salió en defensa de Adriana, uno de los asaltantes le propinó dos disparos en el cuello.

Uno de los proyectiles impactó el canal medular, dejándolo cuadripléjico. Los primeros informes médicos aseguraban que perdería el habla y que probablemente moriría a los dos años. Han pasado más de 11 y el ‘profe’ Montoya sigue con vida, su voz continúa ilustrando de fútbol y respira por sí solo.

ALBEIRO 'EL PALOMO' USURIAGA

Ídolo del América de Cali, Independiente de Avellaneda, Málaga y la Selección Colombia. ‘El Palomo’ fue asesinado el 12 de febrero de 2004 en Cali, en el barrio Doce de Octubre, cuando jugaba cartas con familiares y amigos. El Palomo’ recibió trece impactos de bala en el barrio que lo vio nacer.

Tres años después de su muerte, se conoció que la organización criminal ‘Molina’, también conocida como ‘La Negra’, fue la que llevó a cabo el asesinato. La Fiscalía pudo establecer que, por tema de celos, Jéfferson Valdez Marín, uno de los cabecillas, dio la orden para terminar con la vida de Usurriaga.

Posteriormente se conoció que Mauricio Colorado Roldán, alias ‘La Nana’, fue el actor material de los hechos. Valdez Marín murió asesinado en 2006.

ELSON BECERRA

En enero de 2008 fue asesinado Elson Becerra en un bar en La Boquilla, Cartagena. Según lograron establecer las autoridades, el crimen fue una venganza personal contra Alexander Ríos Ballesteros, amigo del jugador y quien también murió aquella noche.

Los hermanos Erick, Dairon y Eder Lambis Vargas fueron condenados a 40 años de prisión tras ser encontrados responsables del asesinato del delantero de la Selección Colombia y campeón de la Copa América de 2001. Sin embargo, Eder fue dejado en libertad en 2009 tras “no encontrar pruebas suficientes” en su contra. Cuatro años después, fue dado de baja en 2013 por la Policía de Cartagena, pues pertenecía a una banda de fleteros.

Estos son solo algunos nombres, pero la lista es vergonzosamente larga. Deportistas y no deportistas. La violencia no discrimina. ¿Cómo puede un ser humano dispararle a otro sin remordimiento alguno? El fiscal Yepes respondió en aquella entrevista con una fría y cruda realidad: “Porque somos una sociedad habituada a la cultura de la mafia”. No hemos cambiado nada.