Comida y tatuajes, temas que inquietan a Nacional en Japón
Chefs de la embajada colombiana se ocuparán de la alimentación del cuadro verde. Los jugadores fueron instruidos sobre los lugares en los que no pueden exhibir sus tatuajes. Alianza Petrolera-Nacional en vivo online
Para triunfar en el Mundial de Clubes no solo basta con estudiar a los rivales, planificar bien los partidos y realizar buenas presentaciones. Así lo entendió el cuerpo técnico de Atlético Nacional, que no dejó nada al azar y cuidó cada detalle del equipo que espera conquistar el planeta.
Y en ese listado de temas que tuvieron en cuenta está desde la alimentación hasta los tatuajes, expresión artística que no es bien vista en territorio nipón porque aún son asociados con Yakuza, la temida mafia japonesa.
“Tuvimos una reunión para hablar de lo que exige la cultura japonesa, por ejemplo el tema de los tatuajes de los jugadores”, contó el técnico Reinaldo Rueda sobre esas marcas en la piel que en algún momento los funcionarios públicos en Osaka –ciudad en la que se encuentra el equipo- los tuvieron prohibidos.
De ese tema tan cotidiano en la cultura occidental, el técnico precisó que los japoneses “no aceptan los tatuajes porque para ellos son una ofensa. En los sitios públicos y donde haya exposición hay que tener las licras. En las zonas húmedas de los hoteles no es permitido. Es algo que hay que controlar para no tener problemas”.
Los jugadores también fueron ilustrados en otros protocolos del país y en las normas que rigen un torneo FIFA, que tiene exigencias en temas comerciales, de disciplina y de cumplimiento de los horarios, según lo señaló el propio DT.
“FIFA tiene unos sponsor muy estrictos y castigan cuando un equipo no respeta el tema de las marcas”, acotó.
También ocupó mucha de la atención del área logística del conjunto verdolaga el tema de la alimentación, un complemento obligado de la preparación deportiva y un aspecto que se esmeraron por cuidar teniendo en cuenta que los jugadores necesitan mantener su dieta normal y lo único que conocen de la gastronomía japonesa es el sushi.
La doctora María Alejandra Alzate es la encargada de la parte nutricional del grupo que competirá a partir del 14 de diciembre en la cita orbital. Pero de la mano de la nutricionista ha trabajado todo un equipo que hizo una labor previa en el país del sol naciente.
“Hicimos contacto con la Embajada de Colombia en Japón. Nos va a aportar chefs para que nos cocinen”, reveló Rueda.
Además de asegurar el tener compatriotas a cargo del menú, el director de logística de Nacional, Juan Pablo Moreno, y el asesor Gastón Pezzuti realizaron una visita con un par de meses de anticipación para mirar qué productos se pueden comprar en Japón e identificar los alimentos que debían llevar desde Colombia.
“Tratamos de hacer un cobertura lo más precisa posible”, remató el estratega sobre el tema de la alimentación.
Entre otros detalles, el club hizo una inversión en un traje especial que utilizará la delegación en los eventos más importantes en los que participarán durante el Mundial de Clubes, certamen en el que enfrentará al ganador del juego programado para el domingo entre el Mamelodi Sundowns, de Sudáfrica, y Kashima Antlers, de Japón.
Otro tema al que le invirtió mucho tiempo Nacional está relacionado con adaptarse al cambio de horario. Y se concentraron en tener una charla “estratégica” para evitar que algún modo se les pueda alterar el sueño a los jugadores por el contacto a horas no correctas con sus seres queridos y amistades.
“El principal adversario es el teléfono, la comunicación con las familias porque uno pierde la noción. En la medida en que las familias y los amigos tomen conciencia en que hay 14 horas de diferencias, no alterarán una noche de sueño”, advirtió el estratega.
Rueda referenció ese asunto como algo “determinante” para rendir en el certamen, pues ya lo “sufrió” cuando estuvo en los mundiales juveniles en Australia y Emiratos Árabes.
Nacional arribó a Osaka sobre las 7:30 p.m. del viernes (hora colombiana) con la plantilla de 25 jugadores y la intención de realizar un práctica suave en el hotel, caminar por la ciudad para soltar piernas y engañar el sueño, pues en Japón eran las 9:30 a.m. del sábado al momento del aterrizaje.