Rufai, del 9-0 en Londrina a la cumbre de su carrera
Róbinson Zapata, el arquero que pasó de un histórico marcador en contra a ser la figura de Santa Fe y a tener la posibilidad de ser llamado a la Selección Colombia
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Vergüenza, desilusión, derrota. El 30 de enero del año 2000 fue uno de los más tristes para el fútbol colombiano. En el preolímpico de ese año, la selección fue humillada 9 a 0 por el equipo brasileño en la ciudad de Londrina. El hecho, recordado como el ‘Londrinazo’ fue la eliminación del equipo nacional y el comienzo de un recuerdo fatal que no se ha borrado de la mente futbolera colombiana.
En ese partido estaba Róbinson Zapata, arquero de Independiente Santa Fe. Él fue el portero titular y fue a quien le marcaron los nueve goles de esa amarga jornada. Aunque reconoce que muchas veces uno que otro hincha todavía lo insulta por la goleada, hoy, 15 años después, puede decir que ese no fue su peor partido y que en vez de destruirlo, vivir el 9 a 0 lo hizo más fuerte.
“Ese partido me enseñó mucho, la gente podrá pensar que pudo haber sido fatídico pero no, me enseñó mucho del fútbol, que solo es un juego y que en una mala tarde te puede ir muy mal y en una buena te puede ir muy bien. Como la noche en Avellaneda, esto es de momentos, las cosas pueden salir bien o salir mal”, le aseguró a AS Colombia.
En Santa Fe vive un momento de gloria y de alegría y la noche a la que se refiere fue la del pasado 22 de octubre cuando atajó un lanzamiento desde el punto de pena máxima en el juego de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana ante Independiente. Pero de Londrina hasta este momento, Zapata ha vivido eso que le ha enseñado el fútbol, la gloria y el infierno.
Comenzó su carrera en América de Cali, luego pasó al Real Cartagena. Sus primeros equipos en el fútbol del exterior fueron los argentinos, en este país pasó por Independiente, su rival en la llave de la Sudamericana. Después fue a Chile y regresó a Colombia a jugar en el Cúcuta Deportivo en donde alcanzó la semifinal de la Copa Libertadores. Ya estaba listo para ir a Europa.
En el Steaua de Bucarest y el Galatasaray de Turquía probó lo bueno y lo malo del viejo continente. Allí vivió la soledad y las dificultades de los idiomas pero tuvo la oportunidad de ser de los primeros colombianos en disputar la Champions y la Europa League.
“Me siento agradecido con Dios y con la vida por eso. Hay muchos jugadores de gran trayectoria y reconocimiento a nivel nacional e internacional que no tuvieron la oportunidad de jugarlos, entonces es un gran privilegio. Sé que muchos compañeros lo están haciendo ahora y sé que muchos más van a ir en el futuro. Solo me siento capacitado para decir que viví esa experiencia y me siento afortunado”, expresó.
Después de su paso por Europa vivió otro momento triste en su carrera cuando descendió con el Deportivo Pereira. Pero el peor partido que recuerda en su vida fue con el equipo que le dio la oportunidad de ser profesional.
“Hace mucho tiempo con América perdimos una final contra Atlético Nacional en el 99, fue un partido de terror porque había un anhelo muy grande, habíamos llegado muy bien y fue un partido muy bueno y emotivo”, contó.
Otra cosa que le dejó el fútbol, además de victorias y derrotas fue su apodo: Rufai. “El apodo sale de Eduardo Niño y Diego Gómez, arqueros y amigos del fútbol. En el Mundial Francia 98 me pusieron ese apodo basándose en el arquero de la selección de Nigeria, Peter Rufai.
Un posible llamado a la Selección Colombia
La lesión de David Ospina que tiene en incertidumbre al cuerpo técnico de la Selección Colombia abre una pequeña puerta para Róbinson. Ahora no solo vive un buen momento con Santa Fe sino que los hinchas lo piden como opción para el arco del equipo nacional. El portero se lo toma con mucha calma y no se adelanta a lo que pueda pasar.
“A nivel de clubes mi meta es llegar a la final de la Sudamericana, primero a la semifinal, pasar esta llave y luego ya veremos si hay un llamado, pero inicialmente estoy acá cien por ciento concentrado en mi club”, indicó.
Independiente y la semifinal de la Copa Sudamericana
El partido ante Independiente todavía tiene un capítulo más que se vivirá este jueves 29 de octubre en el estadio El Campín de Bogotá, para Rufai los hinchas de Santa Fe podrán disfrutar una verdadera final, “ellos tienen una nómina amplia, extensa, jugadores jóvenes y otros de experiencia en edad y en cantidad de partidos, sin embargo, nosotros pensamos en nuestro comportamiento y en la certeza de plenitud de rendimiento que debemos tener en este partido”, aseguró.
Hay que cuidar las jugadas de pelota quieta y juego aéreo y los primeros minutos del partido en donde el equipo argentino querrá sorprender, “seguro será un partido abierto, llegará el momento donde se hará de ida y vuelta, por la forma como se juega de local habrá recato y cuidado pero seguro será muy abierto al final”.
Róbinson quiere seguir disfrutando las pequeñas revanchas del fútbol y la vida. El Campín lo espera vestido de rojo para acompañarlo en el siguiente reto.