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La anterior semifinal del Mundialito me pareció un petardo, por su mal juego y su suciedad. Pero esta me pareció interesante por la forma en que la ilógica lógica del fútbol desafió el pronóstico.
PorAlfredo Relaño
La anterior semifinal del Mundialito me pareció un petardo, por su mal juego y su suciedad. Pero esta me pareció interesante por la forma en que la ilógica lógica del fútbol desafió el pronóstico.