El Real Madrid ganó la Supercopa cuatro años después, una competición que no se le había dado especialmente bien. Y llegó una gran noticia: Llull.
Al decir “Final a Cuatro” se incurre en una contradicción en los términos. Esa expresión sería correcta si jugaran cuatro equipos con dos canastas.
Así son estos playoffs de la Euroliga. Da igual perder por 28 puntos, como ocurrió el pasado martes, que por la mínima. Una victoria vale igual a otra.
Dimitris Giannakopoulos, dueño del equipo griego, mandó a varios medios de comunicación un informe con todas las injusticias que ha vivido su equipo.
El Real Madrid se soltó en la segunda parte. La diferencia vino de la magia de un jugador de ensueño, Doncic, que hasta clavó un triple desde 24 metros.
La jornada post-Ventanas fue un desastre mayúsculo para los españoles de Euroliga, a los que ‘secuestrar’ a sus internacionales les resultó bien poco.
El mismo día en que se escenificaba crudamente el choque entre la FIBA y la Euroliga empezaba la final de Copa Davis. Otro deporte en el que el choque entre un viejo y un nuevo mundo se hace patente.
Consumado el desastre, la selección de baloncesto inicia hoy en Montenegro su difícil camino al Mundial de China con un equipo en el que faltan los ...
Si analizamos con frialdad las Ventanas FIBA, el lío no favorece a ninguna parte. Por eso me resulta difícil de creer que sean tan cerriles de no solucionarlo.
Recuerdo cubrir los partidos de la Euroliga 91-92 que el Partizán disputó como local en Fuenlabrada.
Es difícil asumir que las derrotas en la Euroliga y la Liga hayan acabado con la era Laso. El entrenador vitoriano recuperó a un equipo en la sombra y hay que darle crédito.
Su ida de olla cerca del descanso fue impropia de alguien que debe ser el referente en una nave que hace tiempo que va a la deriva.