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ENTREVISTA

Egan Bernal: “Otros ciclistas se hubieran retirado con el accidente, y yo ya gané las 3 grandes: Tour, Giro y la carrera de la vida”

El Tour Colombia, la Selección, los nacionales de ruta, su pasión, sus amores y su vida. El ciclista colombiano habló con AS Colombia de esto y más.

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Egan Bernal: “Otros ciclistas se hubieran retirado con el accidente, y yo ya gané las 3 grandes: Tour, Giro y la carrera de la vida”

Egan habla pausado, pero con seguridad. Después de forjar una carrera, de vivencias impensadas, de casi perder la vida y luego recuperarla, el ciclista colombiano cree que hay mucho más allá de la bicicleta. El amor de la familia, de los amigos, la oportunidad de levantarse cada día en el lugar escogido para hacerlo, el seguir siendo uno de los mejores ciclistas del mundo y estar a punto de comenzar una temporada más, todo vale la pena.

Y comenzará a competir este martes 6 de febrero en el Tour Colombia del que Egan volverá a ser parte. Esta vez no lo correrá con el Ineos como en las ediciones anteriores, sino con la Selección Colombia, en la que, a pesar de la dificultad de la competencia, es el máximo favorito y su objetivo es ganarla.

Sabe que tiene rivales de peso y que el recorrido, especialmente la etapa en la que se baja a Villeta y termina en el Alto del Vino, es complejo, pero en los Campeonatos Nacionales de Ruta demostró que las piernas, los números y las ganas están intactos como cuando ganó el Giro de Italia antes del accidente.

Accidente que también recordó, así como la admiración y reverencia que tiene por su mamá, el amor que tiene por su hermano, la alegría de vivir en un sitio en el que siempre soñó rodeado de animales, el apoyo y la compañía de su novia y de sus amigos y la confianza que le tienen su equipo y sus entrenadores para comenzar un nuevo año lleno de expectativa.

Esto y mucho más en esta emotiva entrevista con el único latinoamericano ganador del Tour de Francia que hasta hace muy poco asimiló lo que significó este triunfo en su vida y el legado que dejará cuando tenga hijos y ellos, como todos los colombianos, también se sientan orgullosos de la hazaña que logró su papá. Con ustedes Egan Bernal.

El Tour Colombia y los Campeonatos Nacionales

Vuelve al Tour, pero esta vez con la Selección...

“Hacía mucho que no competía con la Selección, así que es especial. El recorrido es chévere, está muy bien, es bastante completo, muy duro, la etapa reina, que es la que va a Villeta y vuelve sube a La Vega y termina en el Alto del Vino va a ser muy difícil, tanto para nosotros como para los extranjeros con más de 30 kilómetros subiendo. Va a ser durísima, pero es muy lindo, en teoría nos debería favorecer, así que con muchas ganas de que comience la carrera que para nosotros vendría siendo como nuestro Tour de Francia y que además será en frente de la familia que uno llega y sabe que ahí va a estar la mamá, la novia, el papá y creo que uno da el 110 por ciento”.

¿Su objetivo personal es ganarlo?

“Solo lo gana uno y todos se están preparando, Hay corredores del World Tour que se están preparando para lo mismo. Ganarlo es complicado, pero sí quiero hacerlo de la mejor forma, me siento bien. Para mí sería lindo irme a Europa con algo más de confianza sabiendo que estoy andando bien. Dejaré lo mejor y llegaré vacío a la meta”.

¿Qué le da confianza a la hora de subirse a la bicicleta?

“Saber que estoy bien. El hecho de que en los entrenamientos hay buenos números, que el entrenador, que es muy clave, me dice, ‘mire, está andando bien, puede hacer un top 5 o top 3′, esto termina siendo muy matemático y antes de ir a la carrera mas o menos uno sabe en qué posición podría quedar y al ser así y poder medir, ya mas o menos uno sabe y eso da confianza mas allá de lo que podría pasar en la carrera”.

¿Un ciclista tiene días mejores que otros?

“Sí, pero cuando está en buen estado de forma esos altibajos ya no son tan grandes, pero eso se va dando a medida que va pasando la temporada en mayo, junio, julio, agosto que uno más o menos podría amanecer algunos días mejor que otros, pero sabe que va a tener el mismo nivel. Ahorita es más difícil porque apenas estamos arrancando la temporada y es duro y quizás un día uno se levanta mejor que el otro”.

Hablando de esos números ¿Ustedes se fijan en lo que los demás hacen o publican en Strava?

“Hay gente de gente, que revisa a ver si hace más kilómetros que los demás, gente muy loca. Pero yo por lo menos no lo hago, cada persona es un mundo diferente, pero uno se volvería loco mirando y diciendo, ‘Pogacar hizo 200 kilómetros y Remco hizo tal’, yo creo que uno se debe enfocar mejor en lo de uno, echarle ganas. Ya bastante tiene con lo que uno debe hacer para luego estar mirando los número de otros. Realmente hay que saber todo lo que hay detrás, por lo menos uno no sabe lo de un ciclista, si se enfermó, si está bien, entonces no vale la pena mirar los números de otros sino más bien enfocarse en el proceso de uno y confiar en el entrenador, en el equipo y eso en el proceso va a ser clave para que cuando uno tenga un día bueno no se eleve y cuando tenga un día malo tampoco tire todo a la basura”.

Siempre ha generado un poco de polémica el técnico Carlos Mario Jaramillo ¿Usted que opina de él?

“Bueno, es que no he compartido mucho con él, casi no he tenido la oportunidad de competir con la Selección y la única vez fue en Tour de l’Avenir y a mi en lo personal me fue bien con él. No puedo opinar mucho. Yo creo que hay mucha gente que puede hacer bien ese trabajo, él ha estado mucho tiempo ahí y si es así es porque ha hecho algo bueno, tal vez ciclistas como Rigo o Nairo lo pueden contestar mejor”.

¿Correr en Colombia lo devuelve a sus inicios?

“No es tan así porque uno viene con otra mentalidad, la de los inicios es diferente y es especial por el hecho de ser Tour Colombia. Ya la primera edición la gané y es más por eso. Cuando uno está en la bicicleta y se pone el casco y el número uno se transforma en otra persona, y en eso es lo que pienso”.

¿Usted como se lleva con los demás ciclistas, con Rigoberto, con Nairo...?

“Muy bien, me llevo bien con todos. Cuando yo llegué al pelotón internacional, ellos ya estaban en otro nivel, yo era el joven, el niño y siempre los traté con mucho respeto y tenemos una relación muy buena. Tampoco es que nos escribamos todos los días, cada uno tiene su vida y hace sus cosas, pero cuando estamos en Europa, por ejemplo, Rigo vive a 300 metros de mi casa, entonces a veces nos escribimos y vamos a entrenar o a cenar, pero es muy difícil coincidir por el calendario que cada uno tiene. En mi caso, trato de tener una buena relación con todos”.

¿Y Rigo es tan chistoso como parece?

“Bueno, ya cuando uno lo conoce más y cuando es una relación diferente al Rigo de Go Rigo Go y al Rigo ciclista, uno habla con él de cosas más serias y cosas diferentes, pero es un gran personaje”.

La emoción y las sensaciones de los Nacionales

¿Cómo vivió los nacionales que terminaron siendo muy emocionantes y hablaron de ellos en el mundo?

“Muy lindo. Los Nacionales o el Tour es muy especial y creo que no hay uno que venga a un Nacional que diga, ‘no, no me preparé, todos vienen a dejar la vida porque llevar la bandera de la Selección Colombia en la camiseta es un gran orgullo. Yo la viví muy especial, sabía que venía bien y sabía que después de todo lo vivido el año pasado, lo que sufrí para llegar en este año en buena condición, lo iba a poder demostrar, así que fue una locura, estuvo muy emocionante con esa fuga que se fue con tiempo, luego los ataques, nos fuimos con un grupo pequeño y estuvimos a punto de coger la fuga, estuvo chévere y será una carrera para no olvidar”.

Sergio Higuita dijo que tal vez faltó apoyo de los World Tour...

“Sí. Hay muchos que intentan correr muy a la defensiva, muy atrás y esperar el último momento, lo cual en teoría es mejor y uno los entiende porque si desde el comienzo gastan mucho, al final se llevan a los otros a rueda y no van a poder disputar ni de una ni de otra forma. Pero no en los Nacionales, en los que numéricamente íbamos en desventaja con los otros corredores y equipos y teníamos que correr de una forma más valiente. Hubo unos que no atacaron, otros que solo iban a rueda y esperaron a que los demás hicieran la carrera. Por ejemplo, Dani e Higuita estaba super activos, cubriendo las fugas, atacando antes del circuito. Lo hicieron, pero luego ya necesitaban colaboración de los otros equipos y no hubo esa colaboración. Nos faltó un pelín para alcanzar la fuga, pero son formas de afrontar la carrera y son estilos con los que cada uno corre, a mi siempre me ha gustado correr de forma más agresiva y si gano gano y si reviento reviento.

Al estilo colombiano...

“Sí, en Europa digamos que la carrera es más fácil que termine como uno se la espera, una fuga, luego se tira y se decide en los últimos kilómetros. Acá obviamente no, además que todos los equipos nacionales siempre van a correr contra los World Tour, ningún equipo nacional nos dio un solo relevo, o por ejemplo, cuando se armó la fuga y un World Tour trataba de meterse todos reaccionaban y se entiende, eso lo hacen bien”.

Usted dijo al final de la carrera que se sentía como en el 2021 ¿Exactamente qué significa eso?

“Significa que me sentí bien. Creo que la carrera que hicimos fue muy buena en cuento a lo táctico aunque al final no ganamos, pero corrimos bien y en cuanto a lo físico también me sentí muy bien. El solo hecho de tratar de recortar durante 60 kilómetros en un grupo pequeño a otro de 20 corredores y poder llegar y rematar, era algo que el año pasado era impensable y vuelvo a sentirme bien conmigo mismo. Siento que, poco a poco, está volviendo el Egan Bernal de antes del accidente y eso me ilusiona mucho. Han pasado más de dos años en los que me ha tocado muy muy duro, en los que me he sacrificado muchísimo, se podría decir que muchos ciclistas seguro se hubieran retirado o se hubieran puesto a hacer otra cosa y en mi cabeza siempre estuvo volver, porque quiero, porque siento que mi carrera merece terminar de otra forma y por mi familia y eso se vio reflejado en una sola carrera de un día en la que tenía que ir por todo. No gané, pero me demostré a mi mismo que estoy ahí”.

Egan antes y después del accidente

¿En qué cambió Egan después del accidente?

“Ahora valoro más esos pequeños momentos de la vida. Antes estaba bien, pero no me daba cuenta. Ahora trato de recordar, ‘oiga estoy bien, no tengo dolor, puedo lavarme la boca’, son cosas muy básicas, pero que uno no se da cuenta hasta que le pasa algo. Es valorar esas pequeñas cosas, aparte que siempre he sido muy cercano a mi familia, pero después del accidente, aún más. El hecho de estar acá, en mi casa, con los animales, con los perros, con el toro, el chivo, los patos, las gallinas, tengo una granja y eso lo valoro mucho. Cuando me levanto me siento una persona afortunada por el hecho de estar con vida y tener una oportunidad de luchar que eso era lo que le pedía a Dios, no le decía ‘vuélvame a ser el mejor del mundo’, sino, ‘deme fuerzas para intentarlo, por fa quíteme el dolor que yo me encargo del resto’, y eso me hace sentir una persona muy afortunada”.

Los deportistas siempre van a mil por hora ¿Es bueno hacer una pausa?

“Yo lo veo más como que hay que ser conscientes de lo que pasa, de ver la imagen grande de la situación. A veces los ciclistas, es nuestro trabajo y nuestra pasión, pero a veces nos damos muy duro. En una carrera no nos va bien y, ‘pero por qué, si me entrené, si me cuidé, si estoy en mi peso, la dieta’ y uno se frustra mucho. Es igual un trabajo y hay cientos de ciclistas que trabajan para lo mismo que uno y no quiete decir que porque a uno no le rindió en una carrera no le va a rendir en todo el año, hay que creer en el proceso y, a parte, uno no valora el hecho de que uno está bien, tal vez uno se cayó, pero tiene a la mamá, al papá, al hermano, al perrito, a la novia. Eso es lo que uno debe valorar, no solo en el ciclismo sino en los trabajos. A veces, por el hambre de querer siempre más uno no se da cuenta y no disfruta de las cosas que debería disfrutar. Estar vivo y tener una oportunidad de seguir luchando”.

¿Qué nos puede decir de su mamá que es una tesa?

“Mi mamá es la persona más fuerte que yo conozco en esta vida. Cuando yo era niño, fui muy consciente de todo lo que tuvo que hacer para sacarnos adelante y ella hace parte de esa fuerza e inspiración que tengo yo. Ella tuvo que vivir cosas muy fuertes y siempre salió adelante, siempre siguió luchando. Yo era muy niño y ella me hablaba como un grande para que entendiera las situaciones por las que pasábamos y ahorita con el tema del cáncer, lo supo llevar de una manera muy valiente, de una manera que incluso yo no hubiera sido capaz de llevarlo y ahora se está recuperando, está bien, pero está en otro examen a ver si sigue teniendo cáncer o no y eso es como algo que de por vida va a tener, pero igual sigue teniendo la mejor actitud, entonces ella es como una heroína”.

¿Qué le heredó a su mamá?

“Tal vez esa fuerza de luchar, de salir adelante. No es tanto el hecho de ganar o ser el mejor, sino luchar, así sea para quedar último o para intentarlo y luchar”.

¿Salen a montar juntos?

“De vez en cuando sí. Me toca subir el ritmo porque ella tiene una bicicleta asistida y ella ya era buena en bicicleta y pues ahora con esa bicicleta, a veces me toca decirle, ‘uy, mami suave’. Cuando me toca los días de recuperación que son dos horas intento salir con ella y ella se emociona y yo, ‘no, mamá'”.

Europa, Pogacar, Vingegaard y Remco

¿Usted cree que la gente no entiende cuando el ciclista colombiano no gana en Europa?

“Sí, un poco. Algunas personas no logran entender lo duro que es ganar un Tour de Francia, es jodidísimo. Es muy difícil ganarlo más de una vez, el récord es de cinco veces y cuando un corredor gana y al otro año no, a la gente eso le genera una frustración. Pero los que realmente sabemos de ciclismo sabemos que no es fácil. Pogacar lo ganó dos veces y no lo ha vuelto a ganar, Vingegaard lo ganó dos veces y tal vez este año lo gane Remco y así mismo pasa en Eslovenia y en Dinamarca. Es normal, la gente siente mucha pasión por el ciclismo y lo vive de forma personal. Yo entiendo esa pasión, pero hay que ser consciente porque el Tour solo lo gana uno y hay muchas cosas que influyen como el recorrido, si uno se enfermó, se lesionó. Uno no es una máquina para ganar seis Tour de Francia, pasar a la historia, Giro, Vuelta, retirarse, hacer toda la plata del mundo y chao. No es así. Uno es el primero que quiere ganar, pasar a la historia, pero lastimosamente o afortunadamente, hay muchos ciclistas que se preparan para lo mismo”.

A propósito de esos ciclistas ¿Se atrevería a sacar una cualidad de cada uno para sacar el ciclista excepcional?

“Remco en la crono que anda mucho, es el campeón del mundo, Pogacar es muy explosivo, en dos kilómetros es capaz de hacer números excepcionales, es un corredor que hace carreras de tres semanas y luego puede ganar carreras de un día, creo que es de otro planeta, a uno le da es como rabia. Cuando arranca y uno tiene que seguirlo uno es como, ‘parce, bájele por fa’. Y pues, Vingegaard en tres semanas es el que ahora está más fuerte, tiene una gran capacidad de recuperación, de hacer muy bien la crono y ser constante y fuerte. Cada uno tiene sus cosas, pero cuando uno es tan fuerte en algo, también muestra debilidades en muchas cosas. Sería chévere armar el ciclista perfecto, pero bueno, cada corredor tiene sus fortalezas”.

En su nuevo podcast, usted invitó a Daniel Martínez y el contaba como los europeos lo braveaban ¿A usted también le tocó?

“Sí, pero ese es el pan de cada día en cada carrera y por eso lo queríamos contar. Hay mucha gente que no sabe lo que pasa en el lote y la gente lo ve desde el sofá y dice, ‘pero por qué no atacan’ y pareciera que no pasara nada, pero por dentro eso es una batalla campal. Estamos cada cinco metros esquivando caídas, al borde de caernos a más de 60 por hora, todos luchando por la posición y es normal que haya roces y que uno con la calentura de la carrera y con la adrenalina comience a pelear con otros. El año pasado con Dani estuvimos trabajando bastante en el llano que era mas difícil para nosotros porque estábamos al lado de gente de 80 kilos peleando la posición y tuvimos muchos encontronazos con gente de otros equipos y al final éramos, ‘pero qué le pasa a esta gente’. Pero cuando eso pasa uno ya se relaja y entiende que no es personal y después en la fiesta de las carreras y ya uno va con dos cervezas y ve al man con el que se agarró y uno es, ‘parce, todo bien yo entiendo’. Muy pocas veces pasa algo muy personal que uno ya no vuelve a hablar con la persona porque el ciclismo es tan duro que, yo me agarro hoy con uno y mañana los dos estamos en la grupeta compartiendo geles y agua para poder terminar una carrera, entonces uno aprende a no tomarlo personal”.

¿Cómo es lo de su podcast?

“Lo estamos subiendo en redes, está en todas las plataformas. Yo creo que ese espacio nace es para que la gente disfrute. Ya viene la otra persona que vamos a entrevistar y sé que van a estar buenísimas. La idea es hablar de otras cosas. Por ejemplo, lo de Dani, él tiene una historia muy fuerte y por eso me ‘emputa’ que la gente se atreva a criticar, ‘pero por qué no ganó un Tour’. Todos nos preparamos para lo mismo y mejor tómelo como ejemplo y saque las cosas buenas que alguien como él tiene que ofrecer. Esa es la idea del podcast, yo me lo disfruto porque es sentarse a hablar con los amigos y entre más gente lo escuche, mejor.

Colombia, la política y los seguidores

¿Usted se siente querido en Colombia?

“Yo creo que soy de amores y odios. En partes como en los Nacionales cuando uno pasaba por la plaza escuchaba que la gente me alentaba y gritaba mi nombre y uno sabe que hay una pasión que nosotros generamos, así sea por un instante y eso es muy lindo. Aunque yo no lo piense todos los días a la gente le quedó el Tour de Francia de Egan y no se va a olvidar porque era la carrera que nos faltaba y hay un cariño que la gente siente. Pero lo que más me ha gustado es que después del accidente la gente me saluda y me felicita no por el Tour, sino por mi recuperación y eso a mi de verdad me parece muy chévere. Esa es mi tercera grande, algunos me dicen, ‘a usted le falta La Vuelta’ y yo no, ‘yo ya tengo Tour, Giro y la carrera de la vida, ya me gané las tres’. Me puedo retirar tranquilo y que la gente se sienta inspirada por lo que hice, no tiene precio. La gente me dice, ‘mire, yo estaba en una situación cuando usted tuvo el accidente y cuando yo lo vi parado salir del hospital me cambió la vida’, yo digo, ‘qué chévere’, eso marcó a la gente”.

¿Cómo tomó las críticas que llegaron solo por el hecho de dar una opinión en redes sociales?

“No, yo entiendo las críticas y no soy bobo, si voy a opinar de eso (política) sé que me van a dar duro. Colombia pasa por una problemática social gigantesca y meterse en eso es tocar los sentimientos de muchas personas y más cuando uno es querido para la gente. Venir yo, un man x y decir mi opinión, entiendo que la gente se siente dolida hasta cierto punto, pero eso es parte de mi carácter y si la gente me quiere, quiero que lo haga por lo que soy y por como soy. Decir lo que opino, mas allá de que me vayan a abuchear o aplaudir, pues ese soy yo. Hubo gente que me tuvo respeto por yo atreverme a decirlo. Yo los entiendo y creo que la gente sabe que cuando hablan conmigo saben a lo que voy, soy claro y ellos saben eso”.

¿Este país vale la pena?

“Sí, muchísimo. Tuve la oportunidad de estar por el mundo por el ciclismo y creo que Colombia tiene dos cosas muy hermosas. Uno, el paisaje, lo que es el territorio, cuando viene mi entrenador o mi equipo son impresionados porque uno en la casa puede tener un árbol de aguacate o un árbol frutal, que se da de forma fácil y natural. Está la cultura de tener las gallinas, la vaca. Y lo otro es la gente, la amabilidad que no la tienen en ningún lado, uno da las gracias por todo. Uno va a Europa y dice, ‘gracias’ y le dicen que no diga gracias y yo, ‘perdón, pero así soy yo, así me crió mi mamá cuando me decía se demora más, pero se arriesga menos’, así lo criaron a uno. Y a mi cosa que me ‘emputa’ mucho y es cuando en otro país uno pide algo y se lo dan de mala gana y uno, ‘sabe qué parce, ya no quiero nada, me voy’. Le amargan a uno el café y acá en Colombia eso no pasa. Este país vale mucho la pena. Más allá de mi opinión, a uno le duele que el país vaya por mal camino.

Hace poco visitamos una comunidad de pasado con paramilitares, masacraron a mucha gente y uno siente ese dolor y me encantaría hacer muchas mas cosas, es gente que vale la pena, son colombianos. Ellos nos contaban que no habían ido a Bogotá, pero les contaban que en Bogotá hay edificios y yo decía, ‘yo quiero traerlos a Bogotá'. Uno se empieza a involucrar con esos temas. Ojalá, entre todos podamos poner el granito de arena, esto no es del presidente, gobernador o concejal, es de todos”.

¿El tema político lo mueve?

“No, para nada. Hace poco me preguntaban que si me veía como ministro del deporte y dije que no. No tengo ni idea de como administrar eso, a duras penas puedo con mi vida. Yo creo que hay gente buena, por ejemplo el exministro Lucena fue muy bueno. Ahora todos los deportistas de alto rendimiento lo recuerdan porque supo ganarse la confianza de los deportistas y esa gente es la que debe manejar el ministerio. Yo creo que yo no me veo capaz de hacer eso”.

Esa realidad también ha tocado el deporte, lo tocó a usted en algún momento ¿Qué hacer para que no toque a mas deportistas?

“No sé. Se pierden muchos talentos. A mi me da mucha rabia cuando dicen que no hay talento en Colombia, me provoca decirles ‘callése’. Hay talentos, solo que no tenemos las mismas oportunidades de un belga, un inglés o un gringo. Creo que hasta mi generación eso vino muy naturalmente y el nivel en Europa era alto, pero no se definía por tan poco, uno podía llegar allá y aunque no hubiera tenido una escuela podía llegar y competir. Ahora no. Los pelados de 14 años ya tienen nutricionista, gimnasio, las mejores bicicletas y llegan a los 18 años y ya le están ganando a uno. Acá, por ejemplo, un pelado de Soacha, como le tocó al Dani, qué oportunidades tiene, cómo va a competir y es una lástima. Cómo se puede solucionar, no sé, ahí es donde entra un buen gobernante que intente cerrar esa brecha que tenemos con Europa que es donde está el verdadero nivel del ciclismo. A uno le da lástima cuando ve que detrás de nosotros hay un hueco grande y ve que no hemos podido sacar al próximo Egan Bernal, Nairo Quintanta o Rigo, alguien que nos pueda representar. Este es el deporte insignia de nuestra nación, junto al patinaje, pero el colombiano de a pie tiene al ciclismo en su corazón y tu miras atrás y hay talentos, pero que no han sido capaces de marcar la diferencia”.

Y esta generación dorada se hizo casi a pulso...

“Las familias en nuestros casos fueron importantes y fue cosa de cada uno. A Nairo seguro le tocó guerrearse las cosas, a Rigo, a Chaves, a mí, como muy de, ‘esto lo hago yo porque nadie lo va a hacer por mí', pero ahora no es así. Hay que tener un grupo de trabajo o será imposible llegar a Europa, es muy jodido llegar y jodido llegar y mantenerse. Y en Colombia ha pasado que llegan y por la educación no son capaces de mantenerse y es peor, porque si no tuvieran talento pues chao, pero hay gente que llega y no sabe comportarse, no aprende el idioma, no aprenden la cultura de como saber llegar a los otros ciclistas y los devuelven”.

¿A usted cómo le fue con eso?

“A mí lo que pasa es que no me daba pena. Hablaba y me hacía entender o sacaba el teléfono. Yo creo que uno se la tiene que rebuscar. El italiano me tocó aprenderlo a la mala y el inglés no lo sé perfecto, pero me hago entender y al menos las cosas básicas de situaciones de carrera uno las tiene que tener ahí y saberse expresar para entender lo que a uno le digan en la radio. Imagínese que a uno le digan, ‘no arranque’ y el otro entendió que arranque pues reventó a todo el equipo y son cosas que han pasado y siguen pasando y terminan devolviendo a la gente”.

Cuando usted ganó el Tour habló en varios idiomas lo cual nos enorgulleció...

“Sí, fue chévere. Mucha gente pensó que hablaba francés, pero no hablo francés. Solo preparé esas líneas, incluso era más grande, pero por los nervios, se escuchaba el eco y al frente toda la gente, entonces se me olvidó y solo dije la última parte. Ciclistas buenos y con talento hay muchos, pero no basta solo con eso, hay que caerle bien a los compañeros, saber hacer equipo, saber expresar lo que uno siente al entrenador. Creo que eso es muy importante, hay entrenadores que le preguntan al ciclista que cómo está y responden, ‘bien’ y luego llega en la grupeta. Eso finalmente uno lo ve como obvio, pero no lo es y no lo hacen. Todo debe venir desde las categorías pequeñas para que cuando lleguen allá lo sepan hacer bien. Me imagino que para hacer eso tendrán que coger a mil pelados que monten en bicicleta, de esos seleccionar 100, luego 10 y de esos 10 llega uno, pero imposible que en Colombia no tengamos el talento para ganar otro Tour. Yo creo que sí se puede y en Colombia hay plata, solo que a veces se la gastan en otras cosas”.

Su familia, los amigos y su primera bicicleta

¿Cómo le ha ido a su hermano?

52:21“Es muy talentoso. Pero el problema es que hay gente con mucho talento ahora y solo gana uno y en el World Tour no se cuántos ciclistas hay, pero hay muchos. Este año va a un equipo en Mónaco y tendrá cuatro años para saber si logra pasar a profesional o no, pero creo que lo más importante es la educación que tiene para lograr llegar allá. Tiene que empezar a hablar inglés, ya habla italiano, lo vamos a poner a estudiar francés, entonces por mal que le vaya, siempre se lo digo de forma cruda y realista, por mal que le vaya por lo menos va a salir hablando cuatro idiomas y con una experiencia en la universidad de la vida impresionante. Va a tener que estar con el equipo compartiendo en una casa, tipo casa estudio, gente de muchos países y eso para mí es lo más importante”.

¿Quién es el hermano más serio?

“Yo, él es tranquilo, todo paz y amor y yo... Siempre que nos vemos nos saludamos de beso, nos abrazamos, nos echamos la bendición, el tiene 18 años, yo tengo 27 y todavía lo cojo de la mano en el centro comercial y pues para mi sigue siendo como ese bebé al que le cambiaba el pañal. Pero nos la llevamos muy bien y para mi lo más importante es que sea una buena persona. Ya entiendo a las mamás cuando decían, ‘no me importa si gana o no, solo quiero que llegue bien’, eso lo siento con él.

¿Quiere ser papá?

“Sí, me encantaría ser papá. Es uno de mis sueños, siempre lo he querido. Es que nosotros viajamos mucho y uno con un hijo, se puede y muchos ciclistas lo han hecho, pero mi idea sería no viajar con los niños tanto, después ponerlos a estudiar un rato en Europa, otro rato en Colombia y yo no me veo en Europa yo quiero vivir en Colombia. Hay que encontrar el momento para que vengan, pero si en este momento mi novia me dice que está embarazada yo sería la persona más feliz del mundo. Quiero tener familia y compartir con ellos esos pequeños momentos que nos da la vida”.

¿Cómo fue su primer bicicleta?

“Fue una bicicleta amarilla, de marca American Eagle, creo, era heredada, la habían tenido como unos cinco o seis primos antes que yo y siempre se la daban al primo que nacía, al más pequeño. De hecho, después de que la tuve yo la tuvo otra prima, después mi hermano y así, hasta que dejaron de nacer primos y me la quedé yo, me apoderé de ella. Y sí, la tiene mi mamá como si fuera un trofeo”.

¿Y el heredar bicicletas quedó como legado familiar, le heredó alguna a su hermano?

“Sí, las bicicletas con las que termino de competir trato de comprarlas y se las doy a mi hermano, yo las cuido muchísimo y le quedan como nuevas y es en las que él ha montado, ahora pasa a un equipo más grande en el que va a tener todo su material. Normalmente, trato de quedarme con ellas y dárselas a alguien porque son las bicicletas con las que he corrido todo el año y soy un poco celoso con mis bicicletas y les cojo cariño y quiero tenerlas yo”.

Usted también es muy cercano a sus amigos, pero quiero preguntarle ¿Qué significa Óscar Sevilla para usted?

“Somos muy cercanos. Salimos muchas veces a entrenar juntos y a veces nos encontramos o en mi casa o en la casa de un amigo, cenamos, Mafe (novia de Egan) también le tiene bastante respeto y fue la persona que me enseñó a entrenar, a sentirle amor al entrenamiento. Cuando pasé del ciclomontañismo a la ruta, yo pasé de entrenar dos horas a tope a entrenar de seis a siete horas todos los días y a mi me daba muy duro. Tenía 18 años, era difícil física y mentalmente y Óscar me acuerdo la frase que siempre me decía, ‘macho, mira este día tan hermoso, yo podría estar pedaleando todo el día’, y yo era cómo, ‘a usted no lo quieren en la casa’, hasta que de tanto escucharlo pensé que sí, que el día estaba bonito. Estábamos en La Cuchilla y dije, ‘o me lo disfruto o estoy amargado toda la vida’ y ahora soy de las personas que si tiene que hacer cinco horas hace seis, si tiene que hacer seis hace siete. Mi entrenador siempre me coloca una menos, ya me lo pillé. Óscar podría ser una persona que le enseñe mucho al ciclismo colombiano, a los ciclistas y todos los compañeros de Sevilla siempre terminan amándolo”.

¿Qué legado quiere que su imagen con Dani Martínez en el Giro deje en el ciclismo colombiano?

″Una cosa es el sacrificio y compañerismo de Dani por mí, para nosotros es muy difícil dejar de brillar por nuestra cuenta para ayudarle a otra persona y él lo hizo en ese Giro, me ayudó muchísimo, tiraba en llano, subiendo, bajando, estaba muy comprometido y es ese sacrificio de que él hubiera podido estar adelante, pero se quedó a esperarme. Y la otra, vuelve y juega, el no rendirse y luchar, por más que uno esté en la mala en cualquier sentido de la vida y que ya no pueda más, que ya no hay opción, porque yo ese día pensé que había perdido el Giro, pero no, luego le di como si mi carrera terminara ahí y ya después miraba qué hacía. La ayuda de Dani y por mi parte, el no rendirse y entregarlo todo hasta el final. Eso es importante en el ciclismo y en la vida”.

¿Ya se creyó que fue campeón del Tour de Francia?

″El Tour es la carrera más importante del mundo y se me dio de una forma muy natural. Unos meses antes se decía que el equipo se iba a acabar e incluso se habló de que había una opción de que Ecopetrol hubiera patrocinado al equipo y hace poco estábamos hablando de eso y yo, ‘cómo es posible que no hubieran tomado la decisión’, imagínese donde Ecopetrol hubiera estado ahí cuando gané el Tour, hubiera sido una locura, una locura. Un colombiano patrocinado por la más grande empresa colombiana que es parte del Estado. Pero, el Tour es una cosa de otro mundo, solo el hecho de estar ahi es muy grande. No todo el mundo llega a competir en una Champions, pero el hecho de estar ahí, eso es lo mismo. Estar en la línea de salida y terminarlo, ya es algo muy grande porque son solo 180 ciclistas y uno ganar eso, fue impresionante”.

¿Le gusta algún equipo de fútbol?

“Pues es que no sigo mucho el fútbol, solo cuando juega la Selección, no soy muy bueno jugando fútbol. Además, por no ser muy bueno y no tener técnica, fijo salgo y la rodilla o algo y es mejor evitar. Pero mi novia es de Millos, entonces lo sigo por ella”.

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