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FÚTBOL COLOMBIANO

Omar Pérez: “No veo a Santa Fe como me gustaría”

El ídolo Cardenal y un 10 respetado por todos los futboleros que disfrutan de la calidad que solo tienen los elegidos como él, habló con Diario AS sobre su carrera.

Omar Pérez habla en Diario AS Colombia.
Omar Pérez, exjugador de Santa Fe.Diario AS

“Hoy sigo disfrutando de esto (el fútbol), no al mismo nivel, pero me divierto con los chicos”, dice Omar Sebastián Pérez, el último 10 que vistió la camiseta de Independiente Santa Fe y se puso a la par de Alfonso Cañón como máximos ídolos del club. Fueron 367 partidos con el club bogotano en el que dejó la huella más grande, pese a haber salido campeón con Junior, pasar por DIM y Real Cartagena. Los 9 títulos que llevó a las vitrinas del primer campeón lo pusieron en el Olimpo y ahora se dedica a formar jóvenes futbolistas para el futuro.

De Santiago del Estero en el norte de Argentina a Bogotá hay más de 5.700 kilómetros. Sin pensarlo y menos imaginarlo, Omar Sebastián Pérez generó una conexión imposible de separar entre ambos países, sus hijos son colombianos y él se siente uno más. “No, jamás (imaginar que en Colombia fuera a lograr tantas cosas). No por un tema que no me gusta, hoy tengo 3 hijos colombianos y me quedé. El tema es que futbolísticamente uno piensa en Europa y otras ligas. Muchas veces me dicen que sin mi lesión ‘quizás hubiera jugado’, y eso es tan incierto para mí. El tema de la lesión me hizo crecer a temprana edad, valorar otras cosas y eso me hizo estar en un fútbol bueno, competitivo y tener algunos logros”.

Junior y el Zurdo López, claves para su llegada a Colombia

El Zurdo López lo quería en Barranquilla: “El paso de Banfield a Junior en 2004 se da en una circunstancia en la que me quiere un equipo de México y en Colombia íbamos en la fecha 6. Al final me dijeron que no iban a contar conmigo (México) entonces la última opción era (Junior) con un intermediario conocido como el Zurdo López, que me quería y finalmente vine supuestamente con un contrato donde no me iban a hacer estudios porque solo duraba 6 meses y me la jugué”.

“Llegamos a un acuerdo de partido pagado”

Omar Pérez y su contrato con Junior en 2004

Un contrato arriesgado con Junior: “Finalmente llegué, me hicieron los estudios y no me querían aceptar porque es una lesión que está a la vista. Entonces nos sentamos con el Zurdo y el presidente y llegamos a un acuerdo de que, si ellos no confiaban en la pierna, yo si tenía toda la confianza del mundo y llegamos a un acuerdo de partido pagado. Que fue doblemente arriesgado para ellos y para mí. Quedamos campeones en ese año en aquella final contra Nacional que creo que ha sido una de las mejores del fútbol colombiano y se dio para volver a hablar y continuar en el club”.

Junior, el primer paso para sentirse colombiano: “De Junior me quedaron muchas cosas. Primero de que me abriera la puerta en el país, ahora lo siento mío. Soy colombiano. Me dio el pensamiento de que tanta gente te quiera y admire me dio la posibilidad de forjar mi primer hijo que nació en Buenos Aires. Un gran recuerdo que llevo en el corazón”.

Omar Pérez cuando era jugador del Junior de Barranquilla.
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Omar Pérez cuando era jugador del Junior de Barranquilla.Colprensa

Su corto paso por Real Cartagena: “Fue muy corto, lamentablemente cuando te prometen un proceso y no cumplen pues pasa lo que pasa. Yo llegué muy temprano a la pretemporada y terminé entrenando con muchachos de 15 años. Cuando no se cumple con lo que se promete todo termina muy mal”.

Carlos Ulloa, el médico que le dio esperanza a Omar

Una lesión que le “impediría” ser futbolista: “Cuando pasó lo de la lesión lo sufrí y una persona muy amiga me dijo que no podía volver a jugar fútbol nunca más. Eso a los 16 años y el desespero de estar alejado de mi familia porque vengo del interior y estaba viviendo en la Casa Hogar de Boca.

“Parecía Forrest Gump, no tenía noción de dónde estaba, lloré mucho...”

Omar Pérez y lo que pasó cuando se lesionó

Y agregó, “empecé a caminar, caminé y caminé hasta llegar a un punto donde parecía Forrest Gump, no tenía noción de dónde estaba, lloré mucho y luego me tomé el colectivo, volví a la pensión y dije, ‘si estoy acá le voy a meter hasta donde más pueda y que sea lo que Dios quiera’. Todos los médicos trataban de dar su consejo de cómo lo podía enfrentar, pero me parece que Carlos Ulloa, gran amigo mío, fue fundamental. Me hicieron la primera limpieza de la pierna donde sentí un alivio tremendo y eso me dio la posibilidad de llegar hasta la edad que llegué en el fútbol. Hoy sigo disfrutando de esto, no al mismo nivel, pero me divierto con los chicos”.

Su paso por el DIM y la oferta de Nacional que rechazó

Una calamidad lo lleva al Medellín: “El profe Chaverra me contacta y me dice que hay un proyecto muy bueno. En ese momento estábamos en una situación familiar grave, por una enfermedad de mi suegro. Le digo que no podía aceptar en ese momento y que me esperaran un tiempo más para decidir. Finalmente, mi suegro fallece y tomo la decisión con mi familia de ir y llego el 2 o 3 de enero a Medellín para la pretemporada. Fue un gran paso, porque el profe Peláez sentía ese fútbol y la necesidad de contar con una persona con mis características. El grupo fue muy bueno y terminamos perdiendo ante un América lleno de jóvenes y muy buenos jugadores”.

Omar Pérez en su paso por Medellín festeja un gol ante Pereira con Danilson Córdoba.
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Omar Pérez en su paso por Medellín festeja un gol ante Pereira con Danilson Córdoba.Colprensa

La oferta de Nacional que rechaza estando en Santa Fe: “Quizás hubiera pertenecido también a la historia de Nacional. A mí me motivaba que Santa Fe tenía un espacio vacío y hojas en blanco que estaban listas para escribir y me incliné por ese lado. Porque a veces uno habla de la parte económica y hubiera tenido muchas cosas materiales, pero hoy en día lo más grande que puedo tener es que la gente venga te salude, te dé un abrazo, llore y se saque una foto con vos y eso me pasa todos los domingos”.

Omar, versátil y la sensibilidad del 10

Funciones del 10 en un equipo: “Lo que pienso de esa posición es que aquel que piensa en las cosas que por ahí habitualmente no se piensan en una cancha es el que marca la diferencia en un fútbol tan dinámico hoy en día. Siento que ese pie suave o exquisito del 10 debe cumplir con muchas funciones dentro del campo, pero esa es fundamental”.

“Jamás competí con Riquelme”

Omar Pérez.

Omar jugando en otras posiciones: “En todos los equipos (jugó en otras posiciones). Carlos (Bianchi) me puso de volante por izquierda y lo primero que me dijo es que pise las dos áreas, porque adelante estaba un tal Riquelme. En ese equipo era difícil ingresar, no por el grupo, sino porque todo el mundo quería jugar y solo había dos posiciones que eran volante por izquierda y por derecha, que Boca lo suplía con chicos de las inferiores y lo peleábamos entre compañeros. Jamás competí con Riquelme, es mayor y estaba en otra división, aparte de lo que hizo en el fútbol y le dio a Boca es algo único. Cuando volvió en 2007 ganó la Libertadores el solo, jamás y tampoco estoy a la altura”.

“Dragan Miranovic me puso en una posición que no era común para mí, doble cinco”

Omar Pérez y sus posiciones en el campo

Volante de primera línea: “Dragan Miranovic, una persona que admiro y me enseñó muchísimo me puso en una posición que no era común para mí, doble cinco, pero me gustó porque siempre estaba en contacto con el balón, pasaban las jugadas por mí y siempre me adapté. Nunca tuve inconveniente con ningún técnico por la posición en la que tenía que jugar, yo como cualquier profesional estaba para cumplir funciones”.

Santa Fe y una década que convenció con su fútbol

“Los proyectos exitosos se tratan de personas que coinciden en deseo y lo trabajan y eso pasó en Santa Fe. Un grupo tan ambicioso y unido que todo nace ahí, no es que vine a hacer algo diferente. Lo hicimos conjuntamente con un gran equipo y que sabía lo que quería”.

Un equipo aferrado a la Fe: “Cambió el chip en un sentido en el que la gente sabía que era lo que tenía. El hincha sabía que se podía soñar, hicimos que la gente creyera que conseguir una liga no era tan difícil como parecía. Después de Tolima y Once Caldas donde quedamos muy cerca, por dentro decía, ‘se nos tiene que dar’ y el 2012 nosotros cuando quedamos campeones la pasábamos bien. Era un grupo muy unido con la misma gente, pero que errábamos los goles dentro del área chica. Ahí me nace una pregunta que le digo al grupo, ‘algo está pasando acá’, hablaba de la parte creyente y religiosa. Después salta un compañero y nos dice tengo un personaje para presentarnos y vino Sandra Merino, quien nos hizo mirar la meta de otra forma y cada uno ya juzgará si cree o no en eso. Empezamos a meter goles, escalar en la tabla y nos posicionamos adelante”.

Omar Pérez celebra un gol a Millonarios en 2013.
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Omar Pérez celebra un gol a Millonarios en 2013.Colprensa

Omar y la importancia de los códigos: “Con la fe de unión y equipo. Con la creencia que lo que estábamos haciendo era para adelante. Mira que pasamos situaciones feas en el club, soy una persona de códigos que trato de filtrar todo lo que pasó. Como capitán escuchas a una persona a otra, con comentarios y siempre tenés que ir con lo más fácil para que te entiendan. Creo que nosotros desde que pasó lo de Sandra era otra cosa, el hecho de hacer goles hacía mucho más visible lo que veníamos jugando”.

La final ante Pasto en 2012: “Nosotros fuimos como 3 o 4 días antes. Me acuerdo que en aquellos años de Boca en las finales estaba todo el grupo y era un momento muy bueno y lindo para toda tu vida. En aquel viaje previo a Pasto estábamos entrenando y dentro de la oración lo dije como sugerencia que sería lindo que todo el grupo estuviera de visitante. El presidente movió hilos y contactos para que viajara el grupo de concentrados más otros grupos más pequeños, pero estuvimos todos y en la cancha sentimos eso. El 1-0 no nos pausó, eso nos dio más fortaleza y previo al gol erramos varios. Ahí te das cuenta de la fortaleza mental del grupo, nosotros ya veníamos con la decisión de revertir, pero lo hicimos allá a los pocos minutos de que Pasto hiciera el gol. Tuvimos el balón y nos vinimos con la fortaleza de decir que un 1-0 era jodido, pero 1-1 lo teníamos que demostrar todavía”.

El gol de Copete, algo trabajado: “Siempre la tiré ahí, hace falta uno que se anticipe a eso. Todos estos años, Arias que era una persona bajita hacía goles de cabeza. Nosotros hacíamos una jugada para que la persona ataque la zona, que es un punto débil, una zona donde es fácil analizarlo. Todos los equipos dejan un jugador libre y ese jugador no tiene distancia y una persona que venga en carrera le gana. Aprovechábamos y la idea era apuntarle a esa persona. Trabajábamos la zona, Anchico atacaba bien el balón, pero él era el encargado de atacar la zona por si el balón me quedaba corto”.

¿Qué le dejó Santa Fe?: “Me dio esa pasión, esa linda forma de que te reconozcan donde vas. Este espacio es abierto para todos y vienen hinchas de todos los equipos y te saludan normal. Esa conducta en el fútbol la tuve siempre en todos los clubes y el hincha lo vio por ese lado. Haber conseguido estas cosas con Santa Fe hacen que yo hoy tenga esa tranquilidad mental que reconozcan que lo di todo. Cuando me retiré dije que iba a entregar todo y el fútbol me lo sigue devolviendo”.

“Las instituciones quedan, los técnicos y jugadores pasan”

Omar Pérez

De Santa Fe a Patriotas, por el fuego interior: “Tan mía, nunca lo tomé así. Las instituciones quedan, los técnicos y jugadores pasan. Yo entregué todo lo que tenía, cuando se presentó que está perfecto vino una persona y me dijo ‘no quiero continuar con vos’ y listo no había problema. Fui a un club cercano que me quedaba cerca y no les cambiaba la vida a mis hijos. Patriotas quedaba muy cerca, yo todos los días iba a Tunja entrenaba y me devolvía. No era por demostrarle nada a nadie, no tenía por qué. El fuego interno existía y no lo iba a apagar. No me iba a perdonar de dejar de jugar el fútbol por seguir en Santa Fe”.

Gustavo Costas, “un loco lindo” que pudo darle más a Santa Fe

Costas, la motivación era su clave: “Gustavo es un loco lindo, es un gran amigo. Encajó en un grupo lleno de humildad, de deseos y Gustavo es una persona que trabaja muy bien, pero la mejor parte de él es la motivadora. En el aspecto de entrar a una cancha se vuelve loco y hace que todos pensemos igual. Él vino a impulsar ese grupo y lo hizo de la mejor manera, más allá de la amistad, fue uno más del grupo y obligaba a que mucha gente de la oficina del club asistiera y muchas veces lo hicimos así y los frutos (para mí) por eso conseguimos lo que conseguimos. Creería que si (si Costas seguía), sabíamos a qué jugar y cada uno de los que se iba, el que llegaba cumplía la función. El equipo estaba enfocado en lo que pretendía”.

Costas apuntaba para darle más cosas a Santa Fe: “Quizás si Gustavo siguiera hubiéramos conseguido muchas más cosas. Santa Fe si hubiera pensado más allá, hoy sería uno de los mejores clubes del continente, no me cabe duda. El tema de la altura es muy difícil y si uno sabe aprovechar ese tipo de cosas y armas un proyecto pensando en un equipo aguerrido, que presione, que tenga el balón. Le quitas muchas posibilidades al rival de que venga a pelear cosas acá. Ni de una persona y sería incierto porque no pasó. Hoy en día el mejor equipo de Colombia lo puede hacer. Millonarios, América y Junior que tienen la espalda económica y por qué no lo hacen, si no se hizo en aquel momento que teníamos identidad y forma de jugar que no se aprovechó no sé si ese proyecto sería viable en Colombia”.

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EFE

ADN Santa Fe: “Completamente, está claro que cuando me lesiono en la final con Medellín entra Vargas y hace un partido increíble. Entraba Salazar o Roa por dar ejemplos de los que teníamos como ‘peladitos’ y sin embargo iban y sabían que función cumplir. El ADN lo estuvimos marcando durante mucho tiempo y eso les facilitó que cuando entraran supieran que hacer”.

César Pastrana: “César sabía que era todo esto y lo que teníamos nosotros. Él llegó al año siguiente que llegamos varios, pero desde que asumió estuvo al tanto de cómo éramos nosotros. Cuando él ingresa hay un momento muy grave en la institución, nos debían 6 meses y sentíamos que él daba la cara ante el problema. Eso fue lo que hizo que decidiéramos quedarnos en el club. Sin logros, sin clasificar, la pasábamos muy mal y se presenta que empieza a pagar las deudas y la parte económica y familiar nuestra empieza a tener tranquilidad y fluye lo demás”.

La Copa Sudamericana, la otra mitad de la Gloria: “Ni el más iluso podía pensar en eso. A nosotros como grupo nos nace una frase que quizá pueda ser chocante para los que no sienten el fútbol de esta forma. Los brasileños invertían millones de dólares, nosotros no teníamos el piso con cerámica, se llenaba de tierra, teníamos agua fría y no teníamos un buen gimnasio. No lo digo a tono de que nos faltó algo. Simplemente éramos felices en ese momento y lo hacíamos naturalmente. Competimos ante gigantes que daban toda su historia por el club y la ganamos nosotros”.

Santa Fe contra el resto: “A nosotros cualquier equipo que venía le costaba. Nosotros luchamos a la par de ese Nacional tan exitoso, pero sin la parte económica que tienen ellos. Nosotros creábamos los futbolistas con los diferentes chicos. Nacional los adquiría del mejor jugador de la temporada, no es una queja, es un mérito. Nosotros le competimos a la par a ese Nacional”.

Pelusso, un tema de códigos cambió la relación

Omar siempre fue al frente: “Una etapa al principio muy buena, hablaba constantemente con él. Hablaba muchísimo de fútbol, indirectamente me iba inclinando a la etapa de dejar de ser profesional. Pero le pedí permiso para el partido de Seba Battaglia y me lo otorgó ‘fue tu compañero de toda la vida, cómo no vas a ir’. Fue una relación muy buena, pero hubo un quiebre en esto de los códigos. No me interesa dar nombres, ni a la gente les importa ni me interesa mostrar o quedar bien. Había gente que decía que no jugábamos a nada, que no teníamos la identidad que teníamos antes y como capitán lo dije. Quizás lo tomó mal o que era algo personal y ese fue el quiebre que nos distanció un poco. Siempre fui de la misma forma que fui y más allá de eso el grupo jugando diferente conseguimos ese título”.

El ‘hotelazo’, algo de lo que se arrepiente: “Yo siempre lo dije, el modo en que se dio estuvo mal. Fue uno de los peores errores que cometí, pude haberlo hecho de otra forma. Quizás el ir al hotel hubiera sido más grave, me quedé hasta las 2 de la tarde en la reunión en Tenjo. Me sentí mal en ese momento, no tenía con quien más hablar que fue con mi esposa. Lo hablé y ahí está el error. El tema de la gente cuando traté de decirles que no lo hicieran ya era demasiado tarde”.

Vida personal y su escuela de niños

La virgen que sanó a su mamá: “Es un mundo propio. Soy creyente de una virgen que nos dio como familia una posibilidad más de contar con mi mamá. A ella los estudios le dieron un cáncer estado 4 y el médico nos dijo ‘aprovechen de su mamá porque tiene 3 meses de vida’. Agarré una foto y viajé 400 km a la virgen, me destrocé, caí, pero le puse la foto diciendo que me ayude. Traje esos estudios y el doctor Ulloa me dijo ‘no puede ser que tu mamá no tenga nada. Solamente tiene una pérdida del 70% de un riñón y del 15% del otro’”.

Confianza con la mamá: “Mi mamá fue la que estuvo siempre con nosotros. Somos 6 hermanos, mi papá creyó que podía llegar, pero quedo en segunda división. Mi mamá nos obligaba a estudiar, a estar unidos. Ella es el pilar de todo esto, junto a mi abuelo que fueron fundamentales para todo esto”.

Preparación para llegar: “No creo que ese tipo de rosca lleva a que te lleven al fútbol profesional, capaz a temprana edad. Después la técnica te lleva. Es como todo en la vida, si no estudias y no te preparas vas a ser uno más”.

Siempre ligado al fútbol y a su escuela: “Todos los sábados me dedico a ver partidos. Ni Bielsa mira tantos partidos como yo lo hago. Desde las 7 am hasta las 4 pm donde hay mucho talento. En Bogotá tenemos pocas oportunidades, un chico de 14 o 15 años se dedica a estudiar o es muy bueno y se dedica al fútbol, pero no tiene más oportunidades”.

Proyección de niños y jóvenes: “Todo se puede hacer con la medida de la fuerza con lo que lo desees. Hay talentos en los que podemos apoyar en la parte educativa con un colegio diferente y hay chicos tan talentosos que no lo pueden hacer por el tema de traslados. Lo que hace Argentina, por eso es una fábrica de futbolistas. Está el fútbol para los talentosos que tienen proyección y se les acompaña con el estudio. No, al contrario, pero creo que falta mucho para que logremos eso”.

“Lo primero que tenés que hacer es ser amigo del jugador”

La frase que Bianchi le dejó a Omar y que lo marcó para lo que hace hoy con su vida: formar jugadores y enseñarles desde el primer día a comportarse. “Desde una disciplina tan básica como saludar y despedirse de todo el mundo. Trato de llamarlos a todos por el nombre y no por el apellido, es difícil. Pero ese tipo de detalles hacen que trascienda esa confianza”.

¿Cómo ve el futuro de sus hijos?: “No me pongo ni como meta o visión para ellos. Lo único que quiero es que sean felices y los voy a apoyar así jueguen donde jueguen. Ellos mamaron títulos, tienen en la sangre el fútbol, está en lo que ellos deseen y lo demuestren día a día. Thiago tiene 17 años y está con una mochila de 2 años en Boca y lo que pasa es que es muy complicado”.

De amor y exigencia con sus hijos y dirigidos: “Tengo 2 espacios, uno donde necesitamos el abrazo mutuo, pero también el del exigente que quiere que su hijo cumpla los objetivos. En la Academia también me podrán criticar que soy exigente, pero personalmente soy así. Hay momentos donde el cariño está presente, pero cuando tengo que ser exigente lo soy”.

Omar, un hombre colectivo: “Soy de grupo, creo que el fútbol lo demostró. Pero también necesito un espacio solo. Trato de que al grupo no se meta ningún desconocido y defiendo a muerte el grupo, también lo hago con mi espacio. Por lo general soy de armar grupo y una persona que trata de entender al otro en cuanto a deseos y necesidades”.

Presente de Santa Fe: “No lo veo como me gustaría verlo”

Actualidad del equipo: “No lo veo como lo deseo. No lo veo como me gustaría verlo. Pero como no estoy en la institución no puedo decir mucho más. Me gustaría que Santa Fe estuviera en los primeros lugares y eso implica que la gente llene el estadio. Hasta ahí queda mi análisis porque no puedo decir mucho más”.

Los hinchas y el presente del club: “Lógico (duele) y toda la gente que recibo entre semana y los fines de semana vienen con esa angustia de ver qué le pasa al club. Uno trata de pensar y analizar y ese por qué no tiene respuesta todavía”

Relación con Eduardo Méndez: “Lo vi dos veces en mi vida. No hay relación, ni buena ni mala. Me citó una vez a la casa de una periodista, me habló de unas cuestiones para los muchachos, pero no más que eso. Lo volví a ver después del título y el último día que me citó a la oficina para decirme que no continuaba en el club”.

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