Las conclusiones de Colombia en fase de grupos del Sub 20

La Selección Colombia va para Bogotá. Victoria sufrida por la mínima diferencia sobre Argentina, poniendo fin a una racha de más de 10 años sin triunfos sobre este rival por Sudamericanos Sub 20 (Venezuela 2009), para clasificar como segunda del Grupo A al hexagonal final que se disputará en El Campín y el Estadio Metropolitano de Techo.

La necesitada era la Albiceleste, a la que el empate no el alcanzaba, y se notó en el Pascual Guerrero. Por su parte, el equipo de Héctor Cárdenas supo sufrir y con un contragolpe letal comandado por Alexis Manyoma y finalizado por Juan David Fuentes, con la complicidad del arquero Franco Herrera, se llevó los tres puntos. La Tricolor se despide de Cali sin derrotas, dejando una buena imagen sobre todo en el juego ante Brasil, pero con detalles por corregir pensando en la fase final que inicia el martes frente a Uruguay.

Puerta-Castilla, el motor del mediocampo

La Selección inició el Sudamericano con Jhojan Torres y Gustavo Puerta en el mediocampo, pero en el entretiempo del debut ante Paraguay ingresó Juan Castilla y se consolidó el mediocampo. El 4-1-4-1 de Cárdenas tiene al nuevo volante del Bayer Leverkusen como cabeza de área, un hombre con despliegue, atento a las coberturas, aguerrido para la recuperación, rápido para los anticipos y con talento cuando tiene el balón en los pies, además de la media distancia, muestra de ello, el golazo ante Brasil.

Y como interior juega Castilla, otro jugador que no da pelota por perdida, que colabora en la elaboración pero ayuda a Puerta en marca cuando Colombia no tiene la pelota, dejando a Miguel Monsalve un poco más liberado. Puerta no estuvo ante Argentina y Jhon Vélez cumplió en lo defensivo, pero no hubo la misma salida clara que cuando está el capitán. Puerta-Castilla, una dupla que se consolida, el motor que impulsa a Colombia.

Centrales que dan seguridad

Cárdenas usó tres centrales durante esta primera fase. En tres partidos compartieron Kevin Mantilla y Daniel Pedrozo, mientras que Fernando Álvarez reemplazó a este último ante Brasil por suspensión. Sin importar los nombres, Colombia se mostró sólida con su pareja de centrales, firmes en los duelos y seguros en salida.

Las transiciones, otra faceta de la Selección

Uno de los fuertes en los tres primeros partidos de Colombia había sido la posesión de la pelota, pero ante Argentina se vio otra faceta. Un equipo replegado en campo propio, que iniciaba la presión en la mitad de la cancha, priorizaba el orden para cerrar espacios y salía rápido de contragolpe.

Eso explica la inclusión de Juan David Fuentes por Monsalve para el segundo tiempo, un hombre más explosivo por alguien de más pausa y manejo. Y dio frutos, pues el jugador de Barcelona aprovechó su velocidad y le dio el triunfo a la anfitriona finalizando una transición con un remate desde fuera del área, que parecía ser la decisión errada por que tenía dos opciones de pase, pero contó con la complicidad del arquero argentino.

Diferentes vías para llegar al gol

Colombia avanza al hexagonal final con cinco goles a favor, marcando en todos los partidos de la fase de grupos y llegando a ellos por diferentes vías. Ante Paraguay fue producto de un balón filtrado de Monsalve para dejar mano a mano a Daniel Luna. El doblete de Óscar Cortés contra Perú fue después de un acarreo de Puerta desde campo propio para darle la asistencia y luego pelota quieta y juego aéreo. La media distancia se hizo presente con el capitán ante Brasil y frente a Argentina se finalizó una transición rápida en la que había superioridad numérica.

Pesa la ausencia de Durán

Aunque el gol de Fuentes llegó cuando ya ocupaba el rol de referencia ofensiva, un aspecto que preocupa es la del centrodelantero. Ricardo Caraballo tuvo una noche para el olvido ante Brasil, pero mejoró contra Argentina, sin embargo, sin chances de gol. En los minutos en los que Isaac Zuleta estuvo en cancha tampoco convenció y por momentos pesa la baja de Jhon Jader Durán, pues falta alguien con mayor presencia en el área, que inquiete a los defensas rivales y finalice las acciones colectivas o centros de costado.