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COPA LIBERTADORES

Las causas de la eliminación de Nacional de la Libertadores

El bicampeón del torneo fue sorprendido por Racing en Argentina y quedó fuera tras un partido para el olvido.

Las causas de la eliminación de Nacional de la Libertadores
Juan Ignacio RoncoroniEFE

El capítulo en el Atanasio fue una ilusión. Lo que parecía un renacer en esa noche de Copa Libertadores se diluyó muy pronto. Atlético Nacional recibió en El Cilindro un golpe de realidad y ahora, eliminado por Racing del torneo internacional con un doloroso 3-0, tendrá que enfocarse en recomponer para ir por la Liga II y la Copa BetPlay. Ganarlas, una obligación.

De la euforia de Amaral en la tribuna a la desazón absoluta… al silencio en zona mixta, a la dudas. Cuando todo estaba dado para citarse con Boca Junior en los cuartos de final, la mística de equipo copero se extravió en Argentina y los verdolagas regresaron a casa goleados, con las manos vacías y puntos por revisar después de cometer varios pecados en una serie que no supieron cerrar, pese a llegar con dos goles de ventaja tras el 4-2 en Medellín.

Estas son las cinco causas de la eliminación de la Copa Libertadores:

Planteamiento en la vuelta

Aunque en el papel la intención del técnico William Amaral era preservar la ventaja sosteniendo la pelota, nunca la pudo tener. Apostó por Maximiliano Cantera, pese a saber que aún no está en su mejor forma. Pesaron más los fuegos artificiales por su doblete en la ida. Fue un equipo ralentizado en su ataque con el uruguayo y Jéfferson Duque. Intentó en las contras con Nelson Deossa, que aprovechó su despliegue físico y rebuscó faltas, pero no interpretó lo que pedía el partido. Tampoco hubo una pieza que manejara los tiempos. Además, Racing cubrió las grietas que le desnudaron en el Atanasio, y Nacional no supo resolverlo.

Flojo partido de la defensa

Ninguno se salva. Fue un partido para el olvido del cuarteto defensivo, en el que Cristian Castro estuvo improvisado como lateral derecho. Por su costado entró la Academia en varias ocasiones. Llovieron centros. No fue una buena noche para Cristian Zapata. La debacle empezó cuando Roger Martínez le ganó en el saltó y encajó el primero. Otro momento de desconcentración se dio en el autogol de Felipe Aguirre, con un cúmulo de errores y pasividad. Chipi Chipi no fue prenda de garantía. Kevin Mier fue a la tribuna.

Falta de agresividad y sorpresa

El equipo no compitió. En El Cilindro vio jugar a su rival y le facilitó su performance. No hubo agresividad para recuperar la pelota, para destruir juego ni para ganar en los duelos. No se vio sólido el tándem Solís-Duque Nacional. El equipo fue liviano en cada una de sus líneas. Y para completar no tuvo sorpresa en ataque. Se hizo predecible y apenas hubo un par de destellos de Cantera y el atrevimiento de Deossa. Además, entre confusas funciones, Neyder Moreno no pesó. No tuvo con qué pelear por un gol para llegar, al menos, a los penales.

Un banco liviano y los cambios

Cuando el partido se puso cuesta arriba, quedó en evidencia la fragilidad del banco. El cuerpo técnico optó por Eric Ramírez, que acaba de llegar, por Andrés Román, que viene de una para larga por lesión, y por los juveniles Brahian Palacios, Tatay Torres y Jayder Asprilla, a los que se les notó su inexperiencia. No cambiaron la cara del equipo. Extraño que Amaral no echara mano de Tomás Ángel, el canterano con más rodaje, ni de Oscar Perea, de mejor rendimiento este segundo semestre. ¡Qué falta hizo Dorlan!

Los devaneos en Medellín

Los verdolagas pagaron caros los últimos 20 minutos en el Atanasio. Después de estar con un 3-0 y media clasificación en el bolsillo, entraron en el mismo ritmo de Racing y dejaron que el partido se pusiera de ida y vuelta cuando era el momento de controlar, de darle manejo. Aunque Cantera salvó con la cuarta anotación, la ventaja terminó siendo corta por el planteamiento y los bajos niveles en Avellaneda.