“El momento más feliz de mi vida fue con la camiseta de Millonarios”, Andrés Cadavid
En entrevista con AS Colombia, el antioqueño hizo un análisis de la final entre Medellín y Santa Fe. Además, recordó sus inicios y se refirió a su paso por Millonarios.

Andrés Felipe Cadavid es un jugador que sabe lo que es quedar campeón en el fútbol colombiano. Con cuatro títulos, dos con Millonarios y dos con Medellín, el antioqueño es consciente de las claves que debe tener un equipo que aspira al título. En entrevista con Steven Arce, director del Diario AS Colombia, el central dio su favorito para la final entre Deportivo Independiente Medellín e Independiente Santa Fe.
Además de analizar la serie que definirá el primer campeón de 2025, Cadavid recordó sus inicios en el fútbol y su paso por varios clubes del país y del exterior. Hizo énfasis especial en su etapa como jugador de Millonarios, en la que fue uno de los pilares de la estrella 15 del club capitalino.
“Quería que pasara Millonarios, pero mi corazón está con el DIM”
La eliminación de Millonarios: “Hay sentimientos encontrados porque está Millonarios, la institución en la que luché, en la que tuve la fortuna de ser capitán. Lideré un gran equipo, se logró un gran objetivo. Entendiendo todo esto quería uno la alegría para toda esta gente, por el proyecto, por David González que es un gran amigo mío. Sabe enseñar, detrás tiene un cuerpo técnico que come fútbol. Tenía las ganas de que Millonarios pasara. Santa Fe, así siempre fuera el rival de patio, tengo compañeros que quiero mucho como Daniel Torres, Mosquera Marmolejo. Quería que pasara Millonarios, paso Santa Fe. Está mi corazón ahorita con Medellín porque soy hincha del Medellín desde pequeño, pero que gane el mejor”.
Su pasión por DIM: “Ser hincha de Medellín es una herencia, es un equipo pasional. La hinchada que uno sentía con más fervor, estando en América, Millonarios, Cali, es la de Medellín, se da cuenta uno que es una hinchada pasional. El estadio siempre mantiene más de la mitad lleno, es una herencia de mi padre, ibamos desde muy pequeños. Eso es lo que debemos lograr, que las familias vuelvan a los estadios. El fútbol es un espectáculo. Los primeros recuerdos eran ver los ídolos del Medellín, querer que ese equipo rojo ganara sin entender mucho en ese momento. Era un fervor, hay que volver a eso, que vuelvan las familias al estadio. Que no hayan restricciones de edad, que los niños tengan ese primer recuerdo”.
La ilusión del título: “De una u otra manera hay que estar siempre aferrado a un sueño. Cuando recién llegué al Medellín, que tuvimos una final de Copa Colombia contra el Cali, fue una final donde estaba Cano y otros compañeros que unían al equipo como David González, que uno sentía ese compañero al lado que si te caías te levantabas. Eso fue lo que mostró Santa Fe, esa unión, ese compañerismo. Pude jugar con sus dos centrales, con uno jugué en Argentina y con el otro en Medellín, es lograr tener una familia para tener una sinergia con los compañeros, tener sentido de pertenencia, saber cuál es el escudo por el que se está jugando. El equipo que tiene sinergia tiene ventaja”.
El análisis de la final y sus inicios en el fútbol
La importancia de la hinchada: “En Millonarios pasa algo con las hinchadas, como hay hinchadas divididas es muy difícil tener un canto a una sola voz en el estadio. Ese canto a un solo pulmón del Medellín, cuando cantan “te quiero rojo” u otras canciones a una sola voz hacen temblar el estadio y le vibra a uno el alma. Eso hace una gran diferencia, de diferentes hinchadas que están bien unidas y tienen el fervor de cantar a una sola voz. Mucha gente no lo entiende en la tribuna, pero uno siente el estadio temblar”.
¿Cuál es su favorito al título?: “Medellín tiene ese ‘palito’ de suerte, ese ‘palito’ de que hay un partido complicado y un juvenil que nunca había marcado te hace el gol. Tiene ese sabor de campeón, de hacer las cosas bien. Es un octavo mentiroso porque entro de último, pero entró jugando bien. De pronto no lo entraba el gol, pero tenía un esquema organizado, hay unas compañeros con puntos muy altos. En Santa Fe hay compañeros con hambre, ganas, con ese corazón irradiando por haber perdido finales en muy poco tiempo. Ya saben como se juega una final. Va a ser un lindo espectáculo. Si la final era entre Millonarios y Medellín me tocaba dedicarme a disfrutarme, ver de que manera resuelven ellos un partido, uno cuando es futbolista ya tiene la manera de ver el partido, analizando la forma en la que cada uno resuelve su manera. Uno tiene más argumentos de analizar un partido y también se disfruta por ese lado. Se va a disfrutar el Medellín vs. Santa Fe, con el corazón en la mano para que Medellín quede campeón, pero también disfrutar de Daniel Torres, Mosquera Marmolejo, el Turro Olivera”.
“En Cali me pagaban cuatro veces más que en América”
América y Deportivo Cali: “En los clásicos yo le daba mucha ‘pata’ a los del Cali, tenía esa hambre encima, esas ganas de salir adelante. Terminando el torneo fue muy particular porque yo estaba de primer central y el otro era extranjero. Cuando me iban a renovar, me iban a subir 500.000 pesos no más. Ahí llegó la oferta del Cali, que me pagaban cuatro veces lo que me pagaban en América. Era difícil pasar del América al Cali por la hinchada, por todo lo que se vive. Delante de miembros de la barra llamé al presidente del América y se dieron cuenta que no me estaba pagando nada. Me dijeron que sabía que era una persona seria y que tenía que ganarme lo mío. Me aseguré de que no pasara nada con ningún hincha”.
Su paso por la Selección Colombia: “En América me sentí respaldado, había un poco el problema del pago, pero eso lo sacamos adelante. Nos fue bien, clasificamos a los ocho. En Cali pasó algo muy particular porque yo entré a la universidad, estaba homologando materias en la Santiago de Cali. Yo entrenaba en el Cali, con Faryd Mondragón, con Caracho Domínguez, con jugadores profesionales de alto nivel. Después fui a la Selección con James, Falcao, Yepes. Luego volví a la universidad y eso me ayudó a tener los pies sobre la tierra, a ser una persona humilde. Eso me mantuvo los pies sobre la tierra y ayudarme a ser más integra. Uno a la Selección va a disfrutar, todas las puertas se te abren. Estando en un equipo sabes que te tienes que ganar un puesto, uno llegando a la Selección sabe que debe pasar un proceso, es entender que uno va a unir ese equipo de los mejores de Colombia. Representar a su país es lo que uno siempre ha querido, es una maravilla, es un mundo en el que uno siempre quiso estar”.
La lesión de Tancredi: “A los contrarios les daba rabia que yo no estuviera en el equipo de ellos por la manera en que yo me entregaba a mi equipo, que era todo para mi y siempre tenía que tener el respaldo de una persona atrás. Los que me criticaban son los que no me tenían del lado de ellos. Lo de Tancredi fue un momento de fútbol, si uno quisiera hacer eso no hubiera pasado. Él no se dio cuenta que yo venía en una plancha, el trató de esperarme plantado para que no me llevara el balón, pero yo ya estaba en el aire. Si uno quiere partir a alguien es muy difícil, pero se pudo sobrepasar, pasé al Cali y a los tres meses estaba en la Selección”.
“Mi mejor versión la mostré en Millonarios y Medellín”
Su llegada a Millonarios: “En Millonarios y en Medellín tuve una buena versión, en Cali y América fue una versión más joven e ilusionado. A Millonarios llegó un Andrés que ya había estado en el exterior, muy maduro, que sabía el hambre y la forma de querer quedar campeón. Me propuse cuando perdimos una final de Copa que tenía que quedar campeón sí o sí con Millonarios. Uno queda campeón seis meses antes, cambiando hábitos, su estilo de vida. Logramos ser campeones y en Medellín también tuve épocas bonitas, doble título de Copa Colombia. También pudimos ganar la final, tuvimos compromisos en libertadores”.
Miguel Ángel Russo: “A todos los entrenadores les agradezco, pero para nadie es un secreto que Russo, que estuve hace poco en Argentina con él, tiene ese don de persona. Detrás de él hay una cantidad de personas que tienen ese don de enseñar, el suplente sabe porque es suplente y termina apoyando al que es titular porque entiende que está mejor. Es muy fácil para un entrenador poner once y olvidarse de los otros. Así el entrenador no estuviera, como cuando Russo se ausentó y estábamos con Gottardi, trabajábamos bien. Con dos palabras te resuelve dudas tácticas, de problemas de grupo, tiene muchas cosas claras que lo ayudan a uno para decirle maestro”.
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