El 4-3-3 se mantiene: Así jugó Colombia ante Irak en Mestalla
El equipo de Lorenzo terminó ganando en Valencia por el gol de Mateo Cassierra, pero sufrió para romper el bloque defensivo de su rival.
Irak le propuso a la Selección Colombia un desafío que hasta el momento no había afrontado en la era Lorenzo, pero que trajo recuerdos de las Eliminatorias al Mundial 2022. En Valencia, la Tricolor enfrentó a un rival ordenado que apostó por defender y cerrar espacios en bloque bajo. Y al igual que en varios partidos del camino a Qatar, el equipo nacional sufrió para romper el muro. Un gol de Mateo Cassierra definió el amistoso en el estadio de Mestalla (1-0).
En juego, quizá el partido más discreto de Colombia en el último año. ¿Lo positivo? Se mantiene el invicto desde la llegada del DT argentino al banquillo. En estos encuentros de preparación, el rendimiento pesa -casi siempre- más que el resultado, pero es mejor corregir ganando. Para el crecimiento colectivo y la consolidación de una idea, la confianza es fundamental. Ganar (no perder) es clave.
Poca movilidad y falta de ideas en el primer tiempo
Una vez más, Néstor Lorenzo apostó por el 4-3-3, esquema que parece consolidarse de cara al inicio de las Eliminatorias Sudamericanas (septiembre). En la línea de volantes, Jefferson Lerma jugó de mediocampista central, con Juan Guillermo Cuadrado y Jorge Carrascal como interiores.
Cuadrado arrancó por dentro (no pegado a la banda como en Juventus), pero muchas veces se recostó hacia la derecha para, en defensa, hacer coberturas cuando Daniel Muñoz (lateral) se adelantaba; y en ofensiva, buscar triangulaciones con el jugador de Genk y Diego Valoyes (extremo).
Carrascal, por su parte, intentó ganar la espalda de los dos volantes de primera línea de Irak, pero pocas veces encontró sociedades. En ataque, Colombia plantó a sus laterales y extremos en diferentes carriles. Por derecha, Valoyes se cerró para dejarle la banda a Muñoz. Caso contrario en la izquierda: Luis Díaz dio amplitud y Andrés Salazar apareció por dentro.
La selección cerró el primer tiempo con un 70% de posesión, pero no pudo combinar en campo contrario y prácticamente no generó ocasiones de gol. Solo aisladas acciones de pelota quieta. Faltó velocidad en la circulación de balón, movilidad en ofensiva y romper líneas con pases verticales. Las entregas al pie facilitaban el trabajo defensivo de Irak que se replegó en un 5-4-1.
El propio Lorenzo lo reconoció post-partido: “Sabíamos que nos iban a costar mucho los espacios, hablamos que teníamos que soltar la pelota mucho más rápido para encontrar espacios por los callejones, pero también hablamos de patear más y no lo hicimos y eso es una buena variante frente a un equipo que se defiende muy bien en el área”.
Arias y Asprilla cambian el ritmo
Los cambios llegaron para la última media hora de juego. Jhon Arias reemplazó a Valoyes y Matheus Uribe a Cuadrado. El esquema 4-3-3 no se tocó, pero sí hubo variantes tácticas en ofensiva. Lucho Díaz empezó a jugar más por dentro, dejando el carril izquierdo para las subidas de Salazar e incluso, para las apariciones de Carrascal por ese costado.
Más adelante ingresó Yaser Asprilla para jugar como extremo por derecha. Carrascal pasó definitivamente a la izquierda y Arias -interior- acompañó a Lerma y a Uribe en la línea de volantes. Cassierra debutó con gol y Óscar Cortés sumó sus primeros minutos con la mayor.
El equipo colombiano jugó el tramo final 10 metros más adelantado en el campo de juego. Aprovechando el desgaste físico de los futbolistas iraquíes, mejoró con la velocidad y movilidad de Yaser y Arias. Menos referencias para los defensas, más socios por dentro. Fue 1-0 en Valencia. Ahora se viene Alemania.
El próximo martes 20 de junio (1:45 p.m.), Colombia enfrentará a la tetracampeona del mundo en el Veltins-Arena de Gelsenkirchen. Será el último partido amistoso previo al comienzo del proceso clasificatorio al Mundial de 2026.
Estadísticas del triunfo de Colombia sobre Irak
