Dorlan, feliz con su gol 200 y orgulloso de sus compañeros
El delantero habló de su nuevo registro y de lo que representó conseguirlo en un clásico paisa.
Dorlan Pabón no solo se encargó de rescatar un empate en el partido con Independiente Medellín. También le dio una dimensión especial al clásico paisa 328 por alcanzar los 200 goles en su carrera luego de vencer en un tiro libre a Andrés Mosquera Marmolejo cuando Atlético Nacional se batía en el Atanasio Girardot con un hombre menos.
“Estoy contento por llegar al gol 200, y más en un clásico (…) me quedo con el trabajo que hicimos. Orgulloso de mis compañeros porque con 10 sacar esto adelante no era fácil. Al frente teníamos a un rival que juega bien al fútbol, pero nosotros con ganas y el fútbol que venimos haciendo, sacamos esto adelante”, expresó Pabón.
Este momento hizo que Memín retrocediera 11 años para evocar ese tanto que anotó a Peñarol en la Copa Libertadores 2012, un cañonazo a más de 30 metros. Un tiro libre inolvidable para la afición.
“Me quedo con el gol en la Libertadores. Ese nunca lo voy a olvidar. Era un momento complicado para mí porque volvía de una lesión. Volví y marqué. Pero el de hoy (sábado) también es lindo. Ojalá que sigan llegando muchos más”, comentó el delantero.
Volviendo al pulso con el Poderoso, el antioqueño describió esa jugada que le permitió a los verdolagas equilibrar el marcador después de un flojo primer tiempo y demostrar carácter en el complemento tras la expulsión de Cristian Castro Devenish.
“Dos compañeros se ponen en la barrera. Ya cuando voy a patear, se quitan. Y como iba tan fuerte, quiere meterle las manos pero el balón le baja. Lo quería hacer así porque no tenía más. Con la potencia que tengo, había que apuntar solamente al arco. Tiene que ir al arco sí o sí… se mete o deja un rebote. Se dieron las cosas como lo pensé y ese gol nos dio el punto”, sostuvo Pabón.
Antes de ese instante de júbilo, una falla de Memín desencadenó la jugada que terminó en la anotación del argentino Luciano Pons. De ese momento también habló y se hizo cargo de su responsabilidad.
“Es una jugada en la que le quiero tirar un ocho a Cadavid y la pierdo. Esos son errores y hay que asumirlo… ahí viene el gol (del DIM). De los errores se aprende. Seguimos y nunca agaché la cabeza. Tuve el apoyo de mis compañeros, me dijeron que no pasaba nada, que para adelante y eso es lo que demostramos en el segundo tiempo”, contó el atacante de 35 años.