Conclusiones de Colombia tras su participación en la Copa Oro W

La Selección Colombia no pudo con Estados Unidos. El equipo nacional cayó goleado (3-0) en cuartos de final y se despidió de la primera Copa Oro W. No pudo Catalina Usme cumplir con el objetivo que se habían planteado en el inicio, devolverse al país estando entre las tres primeras.

El balance de la Selección en esta Copa es negativo, solo logró disputar cuatro compromisos, los tres de la fase de grupos y el partido de los cuartos de final, en donde dijo adiós al certamen. En estos duelos solo encontró la victoria ante Panamá (0-6) y Puerto Rico (2-0), mientras que frente a Brasil y Estados Unidos, rivales más fuertes por historia y condiciones, cayó 0-1 y 3-0, respectivamente.

Las jugadoras del FPC volverán a sus equipos para seguir con la actividad de la Liga Femenina en la tercera fecha y las que militan en el exterior retornarán a sus equipos para ponerse bajo las órdenes de sus entrenadores. Con la goleada ante Estados Unidos, estas son las cinco conclusiones que deja la participación de Colombia en la Copa Oro W.

El miedo le puede a Colombia ante rivales grandes

Si bien la Selección Colombia viene en una curva ascendente y en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda logró una participación histórica llegando a cuartos de final (en donde cayó 2-1 con Inglaterra), aún hay algo que el equipo nacional no puede controlar: el miedo y la ansiedad que genera enfrentarse ante equipos grandes.

En Sídney la Tricolor hizo historia y derrotó a Alemania (1-2) en la segunda fecha de la fase de grupos. En ese momento, todos pensaron que Colombia podría superar a cualquier selección y enfrentar de “tú a tú” a los rivales que se le pusieran enfrente. Pero esta Copa Oro demostró que a este equipo todavía le falta jerarquía para superar a las selecciones más competitivas del continente. Perdió con Brasil por la mínima, mismo rival que le ganó la Copa América y al que nunca ha logrado ganarle.

También cayó con Estados Unidos en los cuartos de final, un rival con el que la brecha es extremadamente grande, ha perdido en 11 oportunidades, ha empatado en dos y nunca ha podido ganarle, además, en toda la historia solo le ha anotado 2 goles y ha recibido 38. Colombia salió con miedo, cometió errores no forzados y su rival los supo aprovechar. La ansiedad le jugó en contra y se tuvo que despedir del torneo en un partido que dejó muchas dudas.

El cambio generacional es bueno y necesario

La Tricolor tenía bajas sensibles en esta Copa Oro, unas por lesión y otras porque los clubes no prestaron a las jugadoras. Ante esta situación, Ángelo Marsiglia, llamó jugadoras que no son habituales, su apuesta es la mezcla entre la juventud y la experiencia para formar un equipo competitivo pensando desde ya en el recambio generacional que pronto enfrentará (y ya está enfrentando) la Selección.

Las novedades en su nómina de convocadas eran Manuela Pavi, Ilana Izquierdo, Diana Celis, Fabiana Yantén y Liana Salazar. Todas tuvieron minutos, todas dieron una mano y todas respondieron en el momento que el entrenador las necesitó, respaldando con trabajo su llamado a la Selección. Pavi e Ilana terminaron siendo clave en el esquema de Marsiglia; Celis y Liana dieron una mano en el ataque. Yantén entró en un momento clave como lateral izquierda para liberar a Manuela Vanegas por esa zona y darle movilidad al equipo.

Colombia depende de una figura en ataque

Mucho se habla de que el equipo es ‘Linda-dependiente’, pero en realidad, el equipo no depende solamente de ella; depende de una figura (sea cual sea) en ataque, para definir los compromisos. En el primer juego ante Panamá, la responsabilidad recayó sobre Manuela Pavi.

Aunque Colombia ganó sin problema con un contundente (0-6) el marcador no se abrió hasta que la jugadora del Valle del Cauca descifró y superó la defensa rival para capturar un centro de Catalina Usme y anotar el primero de una amplia goleada. De hecho, ante Brasil, el entrenador le dio la responsabilidad de intentar revertir el marcador, entró al minuto 69 y desde ese momento se vio una Colombia más incisiva en el arco de Luciana.

Ante Puerto Rico, sus dos referentes hicieron lo propio, Linda Caicedo y Catalina Usme le dieron la clasificación a los cuartos de final. En ese compromiso también se lució Pavi bajándole de pecho el balón a la capitana para abrir el marcador. Luego fue el turno para Linda, que con su magia liquidó a la portera Sídney Martínez. El hecho, es que si no están ellas, no hay quien rompa el arco rival, ante Brasil y Estados Unidos no tuvieron sus mejores partidos, no encontraron el arco y eso se vio reflejado en el marcador.

La defensa comete errores en salida

Colombia tiene una línea defensiva titular excelente. Manuela Vanegas, Daniela Arias, Jorelyn Carabalí y Carolina Arias son las habituales titulares en la Tricolor, y fueron las que más minutos tuvieron en la Copa Oro. Las jugadoras de recambio también dan de qué hablar por su nivel: Ángela Barón, Fabiana Yantén y Mónica Ramos.

Sin embargo, la defensa colombiana falló en dos cosas en particular. La salida y el retroceso, ante Estados Unidos estos errores le costaron el partido. A la Tricolor le costó salir jugando desde atrás y las salidas en corto de la portera Natalia Giraldo terminaron generando peligro a favor de las norteamericanas. Esto pudo ser cosa de los nervios y la ansiedad por el rival, pero no fue cosa de una situación, se repitió a lo largo de todo el compromiso.

Colombia necesita una arquera

Parte del cambio generacional que está enfrentando la Tricolor se ve reflejado en la portería, Natalia Giraldo (19 de mayo 2003) fue la portera titular en los cuatro compromisos, y si bien en la fase de grupos solo recibió un gol, ante Brasil; en el partido de cuartos de final ante Estados Unidos recibió tres.

No se trata de culparla por la goleada, porque finalmente, en los goles no pudo hacer más. En el penal, Lindsey Horan cobró con determinación al palo izquierdo y Giraldo se lanzó al lado contrario, en el segundo Jenna Nighswonger sacó un remate cruzado imposible de atajar y en el tercero Jaedyn Shaw lanzó un potente disparo que, aunque Natalia intentó despejar no llegó a tiempo.

Pensando en los Juegos Olímpicos, la Tricolor deberá trabajar en las debilidades de la joven portera, pues Catalina Pérez (lesionada de ligamento cruzado) no estará disponible. Las otras opciones que tiene el profesor Ángelo Marsiglia son Sandra Sepúlveda (1988), Stefany Castaño (1994 y Luisa Agudelo (2007).

Así terminó la participación de la Selección Colombia en la Copa Oro W, la cual sirvió de preparación para París 2024. Ángelo Marsiglia realizará algunos microciclos para definir el equipo que viajará a territorio europeo, el equipo enfrentará otros amistosos de preparación antes de esta cita.