Camilo Zúñiga: “En Colombia se valora CERO a los ídolos”
El exjugador de Selección Colombia habló en exclusiva con Diario AS sobre su carrera deportiva tras su paso por Nacional, Napoli, Bologna, Siena y Watford.
Camilo Zúñiga es considerado uno de los mejores laterales en la historia de la Selección Colombia y el mundo en su momento, después de más de 15 años de carrera, más de 300 partidos decidió retirarse en 2018 en el club de sus amores, Atlético Nacional. Ahora está dedicado a su Fundación donde lo que más le interesa es formar personas antes que futbolistas. El antioqueño tuvo un nivel tan alto que por poco lo lleva al Barcelona y a la Juventus. En AS Colombia contó detalles de su vida como profesional y personal.
“Muy contento, agradecido con Dios y disfrutando a la familia que es lo más importante”, arrancó diciendo Zúñiga que a sus 37 años vive aferrado al amor de sus más allegados después de haber entregado gran parte de su vida al fútbol. Una carrera que terminó en 2018 en Nacional, algo que, según él, “estaba planificado y proyectado para terminar en ese momento. La idea era dedicarme a mis cosas personales”.
Su amor por el fútbol, lo que extraña y sus inicios como jugador
¿Extraña el fútbol?: “Siempre, es una pasión, fue el que me dio todo económica y anímicamente. De pequeño me levantaba con una pelota y lógico que se extraña”.
Amor por el fútbol: “Yo era jugador de fútbol sala, de microfútbol desde pequeño. A los 12 años mi papá me dijo que dejara de jugar por el tema de la rodilla. Yo estaba bien, pero él decía que el día de mañana la rodilla me iba a molestar, porque en el fútbol sala era amague para aquí y para allá, por el impacto del terreno, pero a mí me encantaba. Después me fui metiendo al fútbol a través del Pony fútbol, no me gustaba mucho porque era muy grande y me gustaba más el espacio reducido. Después a los 14 años se da la posibilidad de venir a Nacional”.
Laterales ofensivos: “Con el tema del trabajo defensivo lo mejoré demasiado en Italia, se trabaja eso demasiado allá con la táctica. Siempre decía que la mejor defensa era el ataque, preocupar al extremo (rival) de que yo no fuera. Entonces siempre estaba atacando, pero con responsabilidad”.
Camilo Zúñiga como jugador: “Lo disfruté muchísimo. Empecé en Selección Antioquia y Nacional como volante 10 y cuando me pasan de lateral, con mucha responsabilidad, sigo de lateral, pero cuando se toma el balón siempre trataba de armar el equipo. De empezar a jugar, que el balón pasara por mis pies y disfrutaba eso”.
De volante a lateral: “Juan José Peláez fue el que me cambió la posición. Estábamos en Nacional y jugaba con línea de cuatro. Estaban Elkin Calle y Rubén Bustos, pero estaban lesionados. Ellos vieron que yo era como verraquito. Nelson Gallego trabaja con él y le dijo ‘coloquemos a Camilo ahí para ver que tal en el entreno’. Vi que toda la semana me pusieron ahí y yo pensaba ‘estos manes me van a poner de lateral’. Llega el jueves y en práctica de fútbol me ponen de lateral en el equipo titular. Yo de la mitad para atrás sabía que tenía de defender. ‘Con el balón me voy, que es el fuerte mío’, decía. Empecé a trabajar y trabajar, tácticamente me fui acomodando y me quedé en la posición. Después me llaman a la Selección Sub 20 y me quedé ahí”.
Zúñiga y una casualidad para llegar a Selección Colombia Sub 20
Convocatoria a la Sub 20 de lateral: “Fue más casual (risas), yo todavía no era lateral, seguía siendo volante 10 y habían llamado a Christian Marrugo. La Selección se concentró en Llano Grande y se lesionó Jairito Suárez, del tobillo. El profe Eduardo Lara necesitaba completar los 11 y 11 para hacer fútbol, entonces le pidió permiso a Nacional. ‘Camilito, ese peladito que anda por ahí jodiendo jugando, ha jugado de lateral’, porque Marrugo era muy parcerito mío y le dijo que me llamara que yo había jugado de lateral ‘él nos colabora acá’”.
Y añadió que. “Entonces el profe me dijo ‘Vea mijito, va a venir acá a ayudarme, pero usted no está convocado’ y yo dije ‘hágale’. Me decía que siguiera yendo a los entrenos día a día y luego me llevó a un amistoso que tuvimos en Envigado y después en la siguiente convocatoria estaba yo”.
Napoli impide que llegara al Barcelona y a la Juventus
Interés del Barcelona y precontrato con Juventus: “La verdad tuve una carrera que paró hasta el tema de la lesión. Iba para arriba con toda, fue en Napoli cuando pasó eso (ser uno de los mejores laterales de Europa), era mi mejor momento de lateral y la hacía por izquierda. Venía a la Selección y lo hacía por la derecha, entonces eso me llena mucho de orgullo, toda esa historia era verdad. Hubo conversaciones con Barcelona, precontrato con la Juve, hasta que al final Napoli dijo que me quedara. Le di muchas asistencias a Cavani, Higuaín. Incluso a Aristizabal para el gol 300 (en Nacional), él se enoja (risas)”.
El mejor lateral derecho en la historia de la Selección
Un 10 por la banda: “Cuando me pasan a esa posición, sin balón hago la línea de cuatro y trato de estar bien ubicado. Con la pelota trataba de ser Camilo Zúñiga, un 10 más por un costado. Me lo dicen mucho (el mejor lateral de Selección en todos los tiempos), pero han existido muchos en la historia de Colombia”.
¿Qué lo ayudó a ser el mejor lateral de la Selección?: “Más allá de lo que hacía cada uno en sus equipos, fue la unión que hubo en la Selección. Muchas veces juegas bien en tu club y en la Selección no das ni un cuarto de lo que haces en tu equipo. Entonces creo que fue más que todo el proceso que venía de la Selección, la unión que había y el respaldo que teníamos cada vez que llegaba un entrenador”.
Relación con Pablo Armero: “Bien, es una persona simpática, agradable, alegre. Que puede tener los problemas que usted quiera y sigue con la alegría, que a veces hasta le toca a uno enojarse, porque hay momentos donde hay que estar serio. Sabe que lo quiero mucho, lo he admirado y siempre estoy pendiente de él. Jugamos juntos en Napoli, pero yo era el titular por la izquierda”.
Recuerdos con Selección Colombia
El 4-0 de Colombia a Uruguay: “Ese fue el partido que nos dio el plus y nos llenó de confianza para la clasificación. Ese día yo hice gol y le di asistencia a Falcao. Estábamos con una motivación impresionante desde que llegamos, dijimos ‘Si no ganamos aquí muchachos, es difícil’, pero desde el hotel y el vestuario se sentía la energía y ganas de que esos puntos se iban a quedar en casa”.
Barranquilla, casa de la Selección: “Súper bien el trato y todo. Me sentía como en Urabá cuando estaba allá (risas). La gente de Barranquilla, el calor, la alegría. Uno cogía el balón y sentía como música, era algo muy agradable”.
Jugar en el Metro viniendo de Europa: “Nos daba muy duro. Los primeros 20 o 25 minutos son muy complejos. Vos sentís la camiseta, las medias más pesadas. La motivación era decir que, si nosotros nos sentíamos así, cómo se estarían sintiendo ellos (los rivales). Pero nos daba duro también a nosotros”.
Jugar ante Ecuador: “Para mí, los partidos con Ecuador fueron muy bravos, me acuerdo uno que perdimos 1-0 allá (Quito). Han sido de fuerza, ida y vuelta. Son parecidos en varias cosas con nosotros. Lo diferente es que técnicamente somos más fuertes que ellos, pero físicamente tienen algo muy parecido con nosotros y también un poco la cultura. Por ahí era complicado”.
El recuerdo más lindo con Selección: “El 3-1 en Chile, ese fue el partido de la clasificación al Mundial. Lo estábamos perdiendo 1-0 en el primer tiempo. Nosotros en el vestuario nos mirábamos y decíamos ‘aquí qué, nos vamos a quedar, no’. Lo apretada que estaba esa tabla, ganar ese partido 3-1 todo el mundo lloraba, era una cosa de locos. Por eso lo recuerdo mucho, más allá de que estuvimos en el Mundial, pero siempre hay un antes de llegar a la Copa que es muy bonito”.
¿Qué lo hizo llorar en la Selección?: “Lloré más que todo de felicidad, de vivir el día a día con los muchachos. Nosotros cuando teníamos ese grupo no veíamos la hora de llegar rápido. Lo que nos contábamos en las habitaciones, en los pasillos. Son historias muy bonitas, más allá de perder un partido no, porque nosotros lo dábamos todo”.
Lágrimas con el himno nacional en el Mundial: “Si, claro. Se siente el corrientazo, como cuando uno juega la Champions. Cuando sonó el himno contra Grecia fue una cosa de locos, todo el mundo con unos gritos impresionantes. Eso mueve”.
La ausencia de Falcao en 2014: “No estuvo el Tigre, Amaranto, Aldo, Macnelly. A nosotros nos dio el tema de Falcao porque venía en un nivel impresionante. Nos tocó un poco porque contábamos con él. Yo casi no llego al Mundial por una lesión, yo estaba lesionado y en ese semestre no alcancé a sumar minutos. Siempre fuimos optimistas, Pékerman confió en mí. Me mandó el fisio a Nápoles, el grupo me respaldó y yo trabajaba mañana, tarde y noche para estar. Había momentos que sentía la rodilla tan jodida que decía ‘Juemadre, no voy a llegar’, pero luego confiaba y le daba y le daba. Cuando llega el fisio de la Selección ahí me motivé más, siempre fue muy optimista y Pékerman lo mandó con la tarea de que no volviera hasta que me recuperara”.
Pékerman, Neymar y el partido contra Brasil en 2014
Pékerman: “Como persona, excelente. Era de los seres humanos que me tocaba la rodilla y me decía ‘Camilo, cuidámela, cuidámela. Yo he dirigido los laterales que no te imaginas’. Entonces me llenaba de confianza. Como entrenador es el mejor, una motivación impresionante, hace que te creas el mejor en la cancha. Siempre lo he dicho, no hemos ganado, pero hizo que la mentalidad del colombiano cambiara. Después de ese Mundial 2014 el jugador colombiano se valorizó, jugadores de la B los compraban de otro lado, los de primera los compraban a otro precio y después de esa Copa ven a los jugadores colombianos con otros ojos”.
Volvió a hablar con Neymar: “No, como voy a hablar con él. No tengo ningún resentimiento, noto que sigue tocado porque en todo lado dice que el peor jugador es Camilo. Si hubiera tenido intención de dañarlo, lo dañaba. Traté de cortar la jugada porque el balón picó y dije que estábamos en cuartos de final, ‘estoy jugando por mi país’, pero nunca hubo esa intención de dañarlo. A mí me gustaba era el balón”.
El partido de cuartos ante Brasil en 2014: “Siento que si (le podían ganar a Brasil) Muchos nos preguntamos por el gol de Mario, yo no sé qué pasó ahí. Si hacíamos ese gol nos daba un plus a nosotros. Andábamos en un nivel muy bueno en ese Mundial, creo que fue porque nos tocó con el anfitrión. Si nos tocaba con un europeo nos iba mejor. La selección que andaba mejor futbolísticamente en ese Mundial era Colombia. Nos tocó con Brasil, nos metieron la mano. Al final terminamos contentos porque lo dimos todo, queríamos más. Era una Selección con hambre y queríamos llegar a la final, no se dio y queda uno tocadito por el gol de Yepes. Nosotros dominamos y en dos pelotas quietas nos jodieron. Tuvimos al goleador (James), son recuerdos bonitos”.
James, los ídolos y el Mundial 2026 para los referentes
Relación con James: “Es lo más de buena gente, no sé qué pasa con ese loco. La gente dice que podía haber dado más, pero no ha corrido con suerte con el tema de las lesiones. Hablo como persona y ser humano, es un pelao top, muy buena gente, tranquilo, que mantiene sonriendo. En lo deportivo, fue el goleador del Mundial ¿qué le voy a decir?”.
Los ídolos en Colombia: “Yo voy a ser claro y directo. Creo que cero (se valoran los ídolos) en el sentido en que he estado en otros lados y aprecian más el trabajo de uno que en casa. No solo por mí, sé que ha pasado con muchos jugadores. Mira lo que le pasó a Carlos Sánchez que se fue para Argentina y en una entrevista dijo que lo que vivió en Colombia no pudo haber pasado. El brasileño llega a su casa y lo consienten, el argentino llega y es dios. Nosotros tenemos al goleador del Mundial y le damos duro. Que le den duro los de afuera como hacen los argentinos. El tema de valorar los ídolos y que han dejado huella todavía falta”.
¿Falcao, Ospina, Cuadrado y James en 2026? “Todo el mundo cumple un ciclo en cualquier campo, pero yo como cabeza tengo que saber cuándo cumplen los ciclos cada una de mis fichas. De la mano con los que van a estar ahí como está haciendo Néstor, ojalá todos, pero más del 50% (van a llegar al Mundial). Más allá de eso necesitan continuidad para que el técnico tenga continuidad”.
¿Se siente valorado?: “Si, más allá de lo futbolístico la gente ve el don de gente y la persona. Por ese lado siempre he estado bien con las personas, pero bueno, el tema de lo que has hecho deportivamente no lo valoran”.
El fútbol italiano y su paso por la Premier
Napoli: “La cultura allá es muy parecida a la de nosotros. Muy latina, muy apasionados. Uno allá no podía salir por la gente (eufórica). Uno entraba al estadio y veía esa gente contenta, medio me sacaba a uno y me ovacionaban, lo que me emocionaba. Fuera de lo deportivo hice muchos amigos y la gente era muy bien conmigo. Mazzarri fue el que me explotó y supo sacar todo mi potencial, muy buen técnico, buena persona. Tiene un parecido con Pékerman”.
El fútbol italiano para los colombianos: “Nosotros acá técnicamente somos muy fuertes, pero desordenados. En Italia es un complemento porque son muy ordenados defensivamente, el equipo muy compacto. Por eso Cuadrado se fue formando como un jugador muy completo, ya sabíamos cuando salir, cuando no. Todos esos movimientos. Colombiano que vaya a Italia en uno o dos años es un jugador estupendo”.
Gol al Manchester United: “Ese día íbamos 1-1 y faltaban 7 minutos y dice Mazzarri ‘Zu zu entra, juega líbero’, cuando entré había una falta y la tocó de una. Me meto en diagonal, hacen una pared, la sacan atrás y de una, no llegó ni al minuto y sáquela 2-1. Después una jugada en la que me la dan, amago, me hicieron penal y también hice gol. Ganamos 3-1 y fui la figura ante el Manchester de Mourinho”.
Se divirtió en la Premier: “Me hubiera gustado llegar antes, recién saliendo de Nacional. Porque es un campeonato muy bueno, muy exigente y dinámico. En Inglaterra ese balón como que no sale (risas), usted tiene que ser un atleta para jugar ese torneo. Ha sido el más exigente para mí”.
La nueva era de la Selección Colombia
La Selección con Lorenzo: “Me gusta mucho. Cuando lo nombraron (a Néstor) con Amaranto me puso muy contento, porque el profe sabe manejar el grupo, sabe llevar a los jugadores, hacer grupo y familia. Con el profe Lorenzo hablábamos mucho cuando era asistente de Pékerman. Hacía el trabajo grande invisible, eso es lo que la gente no sabe. Los resultados no son casualidad, es un tipazo. Sé que con la ayuda de Dios vamos a ir al Mundial con él”.
Daniel Muñoz y Santiago Arias: “Esa posición ha sido un poco compleja por los dos sectores. Me gusta mucho como está trabajando Muñoz y me gusta que tenga un respaldo como Arias que conoce la posición y la Selección. Tiene experiencia y recorrido en Europa y sé que cuando no esté Muñoz el dará una mano. Me acuerdo que cuando estaba Bolillo en la Selección, Arias era un peladito y estaba concentrado con la Sub 17 o Sub 20. Me dice Bolillo ‘ojo que este es el que te va a quitar el puesto’, pero yo ya lo había visto y le dije ‘este peladito juega muy bien’ (Arias). Con el tiempo lo fueron llamando a la Selección, Arias siempre fue muy respetuoso, pedía consejos y eso es normal, yo también lo hacía con los experimentados porque eso le sirve a uno como jugador joven”.
Su última etapa en Atlético Nacional
De pensar en el retiro a regresar a Nacional: “Cuando llego a Bologna me quería retirar porque se muere mi papá. No quería jugar más fútbol tenía como 31 años. Le decía a mi esposa que ya no sentía el fútbol. Con mi papá tenía una relación muy bonita, antes de jugar lo llamaba y le decía ‘¿Cuánto vamos? que hoy parto 3 caderas’, hablábamos como parceros. Me dio muy duro y al final Mazzarri me llama y me anima porque me quería mucho también. Voy a la Premier termino ese año y quería retirarme en Nacional, le digo a Víctor Marulanda y a Esteban Botero, que ‘no les estoy pidiendo plata ni nada yo me voy a retirar acá y listo’. Hagamos un año y medio, pero si en 6 meses me retiro no me pagan eso, yo ya sabía que me iba a retirar en ese tiempo. Yo ya tenía todo organizado para hacerme cargo de mi empresa.
“Cuando volví a Nacional parecía que fuera a debutar, iba feliz, más asustado, pero decía que porque me asustaba. Contra Cali jugué mi primer partido y Abel me pegó una patada que todavía me duele. Después me recupero estoy en Nacional con Almirón que fue bien conmigo, estando acá empiezo a motivarme y por lesionarme no voy al Mundial de Rusia. Hubiera sido una gran sorpresa”.
Final de Nacional contra Tolima: “Queda uno tocado y con sensación fea, yo me iba a retirar y hubiera sido bonito retirarme con título, gané cuatro, pero quería ganar ese. Muy orgulloso y bendecido por mi carrera deportiva. No maté a nadie, lo que queda es lo que uno le dio al club”.
El lado social de Camilo Zúñiga
La Fundación: “Lo que estoy es formando personas, más allá de formar jugadores. Eso es lo que me interesa, llevo 16 años con la Fundación Deportiva Camilo Zúñiga, queda en Castilla acá en Medellín. Tengo casas allá donde ellos viven, estudian y entrenan. Pero para mí lo más valioso ha sido hace 5 años que me encontré a un joven que estuvo en la Fundación y me dijo. ‘Profe yo estuve ahí, que alegría, Dios le pague por todo. No llegué a la profesional, pero gracias a usted yo terminé bachillerato me gradué allá y me puse a estudiar Derecho y hoy soy un abogado’, ahí es donde yo digo ‘gol’. Estoy formando personas para el mundo entero, ya si llegan a la profesional me da alegría, pero en realidad el triunfo o la victoria con estos jóvenes es cuando salen adelante sin importar la profesión”.
Aporte al fútbol en el futuro: “Ahorita estoy haciendo un trabajo social, pero también donde los pelados aprovechan y estoy moviendo jugadores para la tercera de España, Italia, Brasil y aquí en Colombia. Se está haciendo un trabajo silencioso muy bueno hace 16 años“.
“En el tema de ser entrenador por el momento no. Yo le decía a Yepes ‘Hey panita, que pasó en tres meses’. Eso lo tienes que sentir y apasionarte, yo pienso en la calidad de tiempo porque duras 17 años de carrera futbolística, porque puede que en un año yo ya esté dirigiendo, pero pienso en la calidad del tiempo y digo que ya le dediqué 20 o 17 años al fútbol y ahora le quiero dedicar el resto de mi vida a mi familia, a mi esposa, a mis hijos”.
Finalmente concluyó. “Como estoy con el proyecto de los muchachos cuando siento ese deseo de fútbol madrugo voy y estoy con ellos y entreno. Estoy muy bendecido y hay salud que es lo más importante, de ahí para allá es ganancia y estoy tranquilo mentalmente, el resto va y viene”.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.