Boyka: "Los freestyler somos deportistas no malabaristas"
El colombiano compite en Valencia por volver a ser campeón del mundo del Freestyle Fútbol y sueña con "poder representar algún día en unas Olimpiadas a mi país".
A Boyka Ortiz (Medellín, 27 años) le inspiró siendo un niño Ronaldinho. Fue viendo videos en Youtube del astro brasileño como Boyka se adentró en un mundo que ha convertido en su profesión: el del freestyle fútbol. Boyka peleará este sábado 20 de noviembre en Valencia (España) para volver a proclamarse campeón del mundo tras serlo en 2015 en Londres, además de quedarse a las puertas en Praga 2019.
Boyka, diez veces campeón de Colombia, atiende a AS en el Palau de la Música de Valencia, donde se celebrará el evento tutelado por Red Bull y que concentrará a los 24 mejores freestyle del mundo (16 hombres y 8 mujeres). El deportista colombiano, porque precisamente insiste mucho durante la conversación en destacar eso, que el freestyle es un deporte, relata cómo es su día a día de preparación, la importancia del aspecto psicológico, y, ahora que el Skate o el Break Dance han dado el salto olímpico, confiesa un sueña: “Representar a Colombia en unos Juegos Olímpicos”.
Imagino que con ganas de competir en Valencia tras dos años sin hacerlo con público por la pandemia… Muchas. Son ya dos años sin competir con público. Llevo preparándome en mi casa de Colombia toda la cuarentena. Con ganas de llegar a la final… y tener la revancha.
¿Cómo se prepara un evento así? A veces las personas creen que solo es jugar con el balón o el que dure más tiempo sin dejarlo caer. No. Esto no es eso. Aquí tienes que generar trucos. Todos aprendimos viendo vídeos, pero después de ese proceso empiezas a crear tu propio estilo. Necesitas trabajar la parte técnica, la física y sobre todo la mental. Es mucha la tensión que se maneja antes de una competencia y tienes que moverte bien en todas ellas. También la nutrición es importante.
¿Cuántas horas de entrenamiento le dedicas? Pues mira, antes le dedicaba, por obsesión, siete u ocho horas. Pero era muy empírico y no tenía un esquema de entrenamiento. Lo hacía hasta que me cansaba. Pero ahora ya no. Este deporte se está volviendo cada vez más profesional y entrenas dos o tres horas lo específico. Un día creatividad, otro día trucos con la cabeza, otros sentado… tratas de ser completo en todos los estilos.
¿Los trucos se van improvisando o tenéis una pauta clara a seguir? Uno tiene unas directrices ya pensadas. Cada uno tiene su libro de trucos en la mente y conforme vaya cada circuito, sacas unos u otros. Ya te decía que la clave más importante es tener la mente limpia para reaccionar en cada momento.
¿De dónde nace tú afición? Gracias a Ronaldinho. Yo jugaba a fútbol en Colombia, donde somos muy apasionados, y viendo a Ronaldinho me inspiré. Yo quería hacer lo que él hacía dentro y fuera del campo. Él era la alegría del fútbol y es lo que nos impactaba a los niños de esa época. Yo pagaba un dólar en un café internet para ver vídeos en Youtube de Ronaldinho.
¿Pero no solo necesitas un buen manejo de balón? Tiene también un poco de break dance. Hay combinaciones y es lo bueno de este deporte. Es como la gimnasia, que hay diferentes esquemas. Por eso es Freestyle, porque puedes coger trucos de capoeira, de otra danza… lo complicado o lo bonito de esto es la creatividad. Este es un deporte que lo exploras cada día y en el que puedes explotar tus virtudes de manejo de objeto que es el balón. Una ventaja es que pudiste entrenar en casa en el confinamiento… Mira, quien no practica deporte es porque no quiere y porque busca excusas. Este deporte puedes entrenarlo en tu habitación, no necesitas mucho espacio, pero sí necesitas ganas de querer demostrarte que puedes realizar un truco. Depende de la capacidad de cada uno.
¿Cómo fue tu evolución? Como te decía yo jugaba al fútbol y me enganché a Ronaldinho. Fui viendo vídeos en internet y ahí descubrí que había un campeonato mundial. Ahí dije: ‘Oye, que esto es un deporte de verdad y yo quiero estar ahí algún día’. Desde 2012 vengo representando a Colombia en estos campeonatos y soy diez veces campeón de Colombia. He visto la evolución de este deporte. En 2008 apenas llevaba cinco años y ahora ha crecido mucho. Remarcas mucho el término deporte. Es que esto es un deporte. Que nadie lo dude. No es hacer trucos con un balón y ya. No somos malabaristas. Es un deporte y lo entrenamos como tal. Nutrición, físico, psicológico…
La aparición de deportes urbanos en los Juegos Olímpicos les motiva… Nosotros estamos ahí, haciendo la fila. Ya se hacen campeonatos locales, nacionales, latinoamericanos, europeos, mundiales… necesitamos ahora que se masifique más, que haya más practicantes para que las marcas se fijen más, tenemos que dar un salto como ha dado el ‘skate’ con los Juegos Olímpicos. En general todos los niños quieren jugar al fútbol, pero tienen que ver el Freestyle como un plan B que puede ser el A. Porque aquí depende de uno mismo, de las horas que inviertas, cosa que en el fútbol dependes de un colectivo.
¿Cómo está la práctica del Freestyle en Colombia? Yo soy de Medellín. Llevo desde 2008 en este deporte. Empecé con unos parceros que traje del barrio para entrenar. Somos alrededor de 40 deportistas solo en mi ciudad. En Bogotá serán unos 60 o 70. Colombia es el tercer país latinoamericano donde hay más deportistas tras México y Brasil. La idea es seguir masificándolo con este tipo de eventos.
¿Da para vivir? Yo vivo de esto. Tengo marcas privadas en Colombia que están interesadas. Pero hay que reconocer que no es fácil. Yo vivo de torneos y también de las clases que doy de este deporte. Yo doy también clases de técnica a chavales que juegan al fútbol.
¿Clases de técnica para el fútbol, no solo para el Freestyle? Siento que en el fútbol no se controla hoy la parte técnica como debería; hay profesionales del Real Madrid que hacen cuatro toques y se les cae. Solo se piensa en hacer atletas, en jugadores que tengan pulmones, jugadores que corran arriba y abajo. Es importante enseñar a bajar un balón, a que el balón vaya donde tú quieras… creo que hay que formar futbolistas completos, no solo caballos que vayan al galope. Quedan pocos jugadores creativos como Ronaldinho y aunque el fútbol ha cambiado, no se puede olvidar eso, porque muchas veces es lo que te hace ir a un estadio.