Deportivo Pasto debió encarar el campeonato por fuera de su casa , toda vez las obras de remodelación del estadio Libertad. No obstante, se acopló en el campo con la mayor altitud en el que se compitió durante el torneo (2.898 m.s.n.m) y en un horario atípico (2:00 p.m.).
El equipo debía desplazarse desde su sede en Pasto, hasta Ipiales, durante cerca de cuatro horas ida y vuelta por carretera. Por ello, los jugadores empezaron a atesorar el continuo esfuerzo y se revistieron de un convencimiento que los convirtió en incómodos para todos los rivales.
Durante el proceso para llegar a la final, fue fundamental el respaldo de los dirigentes hacia el cuerpo técnico, habida cuenta que en las primeras 8 jornadas, solo lograron 6 puntos, y pese a los rumores de desvinculación de Alexis García, los encargados de las decisiones administrativas, tuvieron convencimiento en el trabajo y supieron esperar.
Al tiempo, los protagonistas en el campo, demostraron convicción, temperamento, humildad y superaron los complejos de inferioridad. “Deportivo Pasto es un equipo soñador, luchador, porque ha vivido un camino muy traumático", sostuvo a AS, el capitán del equipo, Camilo Ayala, antes del inicio de la etapa Semifinal.
Finalmente en El Campín no pudo festejar la segunda estrella , pero tras su esfuerzo quedará en el recuerdo la manera que se ganó el respeto de los otros 19 equipos de la Liga Águila.