¿Por qué Egan Bernal recibe elogios en la París Niza?
El ciclista colombiano ha tenido una actuación más que destacada en la competencia. El quinto en la clasificación general y líder de los jóvenes.
Egan Bernal es la gran figura de la París Niza. No solamente porque es sexto en la clasificación general o porque es el líder de la clasificación de los jóvenes. El colombiano parece no tener techo y lo ha demostrado por su capacidad de aprender y por su talento o "pura clase", como lo describió su compañero Luke Rowe.
La París Niza este año ha tenido condiciones climáticas muy complicadas. El fuerte viento ha hecho que varios equipos hayan desechado el objetivo de la general desde muy temprano. Por el viento, los equipos más fuertes han sacado provecho de los abanicos, que son una estrategia que se usa cuando los vientos pegan de costado y cuando las escuadras cuentan con corredores de mucha experiencia y fortaleza.
La idea es que el corredor más fuerte se ponga de frente al viento y sus compañeros hagan una línea diagonal con respecto a él haciendo que sus contrincantes queden pegados a la acera para recibir la ráfaga de frente y sin protección. Una maniobra que requiere entrenamiento y muchas rodadas.
El Sky ha sido uno de los equipos que ha afrontado de muy buena forma las inclemencias del tiempo y por eso tiene a dos de sus corredores en el top 5 de la competencia. Algo que no es raro. Lo que sí es sorprendente es que uno de los ciclistas que ha participado de los abanicos es Egan Bernal y lo ha hecho como si llevara 20 años practicándolo.
Tanto, que su compañero Luke Rowe describió sus exhibiciones así. "Pura clase. Le expliqué esta mañana cómo regresar a un abanico y cómo colocarse y simplemente va y lo hace. Uno nace con clase, no la inventa". Estremecedor.
"Demuestra que tiene todas las características que necesita un competidor para las grandes, está aprendiendo muy rápido. Las condiciones que presenta la carrera son complicadas, el clima es muy cambiante y él que haya podido adaptarse y la receptividad que tiene de corredores con más experiencia como Kwiatowski y Rowe es algo que es bastante importante. Ahora falta saber como le va con la crono porque tiene que cerrar el círculo pero está dando una nota muy grande con lo que ha hecho", indicó Goga Ruiz-Sandoval.
"De un ciclista como él se esperaba lo opuesto a lo que hizo. Los abanicos son una especialidad del ciclismo que requieren características físicas, experiencia y una técnica depurada que se consigue con la práctica y Egan no tiene nada de esto. Pesa 60 kilos, no tiene el peso ni el cuerpo, es colombiano y se le referencia con esos corredores que no están acostumbrados a los abanicos porque su experiencia es nula", explica Eddy Jácome, director de Ciclismo Colombiano.
Lo mejor de esto es que Egan está desarrollando una característica que no ha sido para nada común en los ciclistas colombianos, incluso Nairo perdió 1 minuto y 28 segundos en el Tour de Francia del 2015 en una etapa marcada por el viento de costado. Para no ir más lejos, en esta París Niza Miguel Ángel López está a más de 12 minutos del líder Dylan Groenewegen y Esteban Chaves y Daniel Martínez, a más de ocho.
"Es un escenario nuevo y diferente para el ciclismo colombiano. Eso ha despertado los elogios para Egan, es un ciclista novato que no se había enfrentado a los vientos de costado y lo ha hecho de forma magistral. Su compañero Luke rowe le explicó cómo mirar los vientos y es el mejor maestro para afrontar esta particularidad. Es muy valioso que una de las cosas que ha sido el Talón de Aquiles de los escarabajos es el viento de costado, ahora sea una fortaleza. En los 80 se perdían minutos por esto, los abanicos significaba perder 10 o 20 minutos que después era imposible recuperar en la montaña", dijo John James Urrego, especialista en ciclismo.
La otra buena noticia es que Nairo está a solo 25 segundos lo que indica que su equipo, como el Sky, también ha hecho un gran trabajo en las primeras etapas y puede llega fuerte a las etapas de montaña que comenzarán este miércoles con la salida en Vichy y la llegada en Pélussin con cinco premios de montaña y 212 kilómetros.