¿Y si Chen estaba en lo cierto?
Al tercer año, el Espanyol irá a la Champions. Como en una suerte de profecía, y con otras palabras pero muy similares a éstas, lanzaba Chen Yansheng el gran titular en su primera aparición como presidente y propietario del club, en enero de 2016.
Una sentencia que encajaron los pericos como quien comprueba a través del Teletexto un boleto de lotería premiado: te sube la adrenalina, coqueteas con la euforia, pero no acabas de darle crédito, porque al fin y al cabo tu sistema de chequeo sigue siendo muy rudimentario. Pasado el tiempo, concretamente a inicios del pasado verano con el detonante de la venta de Gerard Moreno, el billete había ido a parar a la lavadora, roto en mil jirones e irreconocible. Pero ahora, de repente, un juez dice que ve indicios de que podrás cobrar esa fortuna. Inesperado e increíble.
Por lo pronto, esta noche puede el Espanyol vivir su tercer momentazo en la era Cornellà: un liderato de LaLiga que será cuando menos virtual si gana. Para ello, apelan los pericos a jugar como en el segundo gran instante de felicidad: el partido ante el Villarreal de hace solo tres semanas. Con un artífice, Rubi, que reemprendió su andadura en los banquillos (y la inició junto a Jaume Torras) precisamente en Valladolid, al que guió al playoff de ascenso hace cuatro cursos.
Paralelamente, Sergio guiaba al Espanyol hacia la primera ilusión de este época: las semifinales de Copa. Lástima (para los pericos, no desde luego para el Pucela) que meses después, Chen fallara al sugerir la salida del técnico como parte de su plan de reordenamiento antes de aterrizar en el club. Todo sea por que en esta profecía que nos ocupa esté más acertado.