Los palos de Mou surgen su efecto
Lo que no mata te hace más fuerte, se dice. El Valencia sobrevivió al empuje del Manchester en una última media hora infernal en el que el United pareció el United, Old Trafford sonaba como OldTrafford y el equipo parecía uno de Mourinho: directo, fuerte, con muchos hombres en el área contraria y muchos centros y faltas que impedían tomar aire al Valencia. El once inglés costó casi 400 millones de euros y de eso se espera mucho más, pero cuanto menos sí es capaz de atacar, atacar y atacar como pidió Paul Pogba después del empate pobre de los hombres del portugués ante el Wolves hace diez días.
El partido confirmó varias cosas. El Valencia está creciendo y la mayor parte del partido repartió la posesión con el United. Tuvo ocasiones pero seguramente se fue a casa pensando que el empate es un paso adelante. La defensa está fuerte, Neto sólido, Parejo lo hizo muy bien sin balón. Tras noches así los equipos maduran aunque faltó un toque de calidad de los de arriba.
Mientras tanto, el United vive en plena esquizofrenia. Pasa de ser el equipo que menos sprints realiza durante el fin de semana (prueba más de que el equipo no está con su entrenador) a sacar el orgullo y jugar su mejor segunda parte. Fueron de no llegar a nada durante una hora a crear múltiples ocasiones al final. Eso para que el entrenador diga, parecieron pensar los futbolistas. Igual los palos de Mourinho a los suyos están surtiendo su efecto. Al menos de vez en cuando.