Modric, con el plano del partido en la cabeza
El Madrid fue al copo en la gala UEFA, en la que además salió muy bien librado, como el Atlético, en el sorteo. No tanto el Barça y menos el Valencia, en su caso algo lógico, ya que iba en el tercer bombo. A priori parece que se la jugará contra el United, y no lo veo imposible. El United tiene una tremenda historia, pero arranca la temporada confuso, con el síndrome del tercer año de Mourinho, en el que suelen aparecer broncas. El Valencia acaba de adquirir a Guedes, ha mantenido a Rodrigo y es equipo bien hecho, llevado por la mano firme de Marcelino. Se puede soñar con ver a los cuatro en octavos.
El grupo del Barça no es fácil, pero ahí están Messi y tantos otros. El Madrid y el Atlético dan pinta de estar por encima del nivel del grupo. Los tres estaban en el primer bombo, transmitiendo la gran sensación de poderío de LaLiga, que se completó, centrada en el Madrid, con el copo de los premios individuales: Keylor, Sergio Ramos, Modric y Cristiano, elegidos los mejores línea por línea. Cristiano, que ya no es del Madrid y no honró la gala con su presencia, sí ganó este premio como madridista. A salvo de mejor explicación, faltó porque no obtuvo el premio gordo, el de mejor jugador absoluto, que fue para Modric.
Muy bien. Es el año de Modric, un jugador sin el brillo arrasador de Messi y Cristiano, los dos tiranos de esta época, pero lleva el plano del partido en la cabeza. Con el Madrid y con Croacia es el hombre que maneja el ritmo, acelera, frena, va por allí o por allá, la entrega justa y limpia, hace funcionar todo. Un tipo, además, que da la mejor imagen posible del fútbol. Lo de Sergio Ramos, un bravo que está siempre, es igualmente justo. Como lo es lo de Keylor, premio que lleva su pequeña carga de dinamita porque choca con el empeño de Florentino en buscarle sustituto, plasmado por fin en Courtois. Un marrón para Lopetegui.