Sin Cristiano sí que hay paraíso

Pensar, y decirlo, que el Madrid ha perdido la Supercopa de Europa el pasado miércoles en Tallin porque Cristiano Ronaldo ya anda por otros lares es populista y engañoso. Simplemente porque el delantero portugués estaba lesionado cuando, hace dos años, el equipo blanco se hizo con el primer título de la temporada (en la misma competición) frente al Sevilla, y sólo participó en la Supercopa de 2017 unos minutos cuando el equipo dio un baile de juego al United de Mourinho. Además, referirse siempre al que quiso marcharse y que nunca volverá no va solucionar ninguno de los problemas que vayan a surgir, como pasa en cualquier club de fútbol de cualquier liga. Como dice una vieja canción “los que miran hacia atrás sólo ven polvo”, así que lo que vale ahora es contemplar el presente y esta apasionante Liga que, para el Madrid, empieza esta noche.

Seguramente porque tengo el optimismo cosido en mi piel, y porque me gusta fijarme en la psicología de los seres humanos, prefiero pensar que el ego de los jugadores de la actual plantilla va a ser su mejor aliado esta temporada. Cristiano caía muy bien en el vestuario y desarrolló amistades sinceras, pero también atraía toda la luz sobre su persona. ¿No piensan ustedes que los futbolistas del Madrid van a querer demostrar ahora que ellos también han sido responsables de los grandes éxitos de los últimos años? Y que no sólo fueron por los goles del 7 de la Juve… Personalmente estoy convencido de ello porque la naturaleza humana es la que es y creo que el ego de cada uno puede convertirse en el motor de las ambiciones.