Yerry Mina, ‘la empanadita’ de Pelusso y un elogio a la sencillez
Gracias a las redes sociales, diariamente llegan a nuestras manos segmentos de realidades lejanas que en otras épocas sería complicado dimensionar con un simple relato. Entre los más valorados están esos momentos de intimidad en un vestuario, el lugar en el que se reconoce el carácter genuino de los líderes. Frases que marcan. Arengas para hacer historia.
Marcelo Bielsa (que tiene decenas de esos momentos) patentó en Olympique de Marsella eso de aceptar la injusticia porque todo se equilibra al final. En estos días está circulando un video en el que Didier Deschamps analiza junto a sus jugadores el partido de debut en Rusia 2018. Francia ganó 2-1 en una pobre presentación ante Australia. El entrenador les explica que van a repasar los aspectos negativos y pasa a leer las estadísticas. Su rival recorrió 111 kms, ellos 102. Australia tuvo 5 jugadores con más de 10k, Les Bleus apenas Kanté…
Por supuesto, no fue solo esa charla… pero el fin de la historia ya se conoce. Seis partidos después salieron campeones del mundo. Quienes nos dedicamos a escribir, hablar o (de cualquier manera) comentar sobre fútbol nos preocupamos por conocer del juego y (faltaría más) de táctica. Buscamos referencias del pasado en Nereo Rocco, Helenio Herrera, Arrigo Sacci, Rinus Michels, Johan Cruyff... hasta llegar a Pep Guardiola o José Mourinho.
Últimamente también han llegado al fútbol nuevos términos que indican conocimiento y cierto sentido de actualidad a la hora de dar conceptos. Desmarque de ruptura, cambio de orientación, superposición, polivalencia, rotación… Tal vez por eso, y entre tanta novedad, me llamaron mucho la atención dos respuestas de Yerry Mina a Mauricio Silva en su entrevista para la Revista Bocas.
Además del gran relato de esos tiempos de guayos apretados, caminatas brutales y saltos mortales desde volquetas en movimiento, así como de baile, festejos con sabor a desahogo y la gloria de marcar tres goles en un Mundial, Yerry hizo referencia al poder de la simpleza a la hora de dejar lecciones grabadas para siempre.
“Nunca olvidaré al profe Pelusso que un día llegó con unos conitos y dijo: “Debemos hacer la empanadita”. Y, con la forma de una empanada, señaló con esos conos la parte del área donde, según él, se cometen el 78% de los penales. Eso me marcó, porque, por tonto que suene, hay que tener conciencia de no hacer un penal, de estar mirando al jugador siempre y no tanto al balón”, relató Mina.
El periodista también le preguntó al central del Barcelona “¿qué fue lo primero verdaderamente serio que le dijo Pékerman cuando llegó a la selección?”.
- “Que fuera alegre, sencillo y honesto”, respondió.
Queda claro que lo relevante no necesita ser demasiado complejo. Hace fata, cada tanto, hacer un elogio a la sencillez.