El regreso del Nadal más épico
Hace diez años, Rafa Nadal ganaba el primero de sus dos títulos en Wimbledon, en una final señalada por muchos como la mejor de la historia. Enfrente estaba Roger Federer, que le había batido en las dos anteriores. Durante 4 horas y 48 minutos de juego se batieron en un duelo sin igual. Comenzaron a las 14:36 y acabaron a las 21:16, con dos interrupciones del partido por la lluvia. Fue épico. La tarde de este miércoles ofreció otro largo, intenso y emocionante homenaje al tenis. Desde las dos de la tarde hasta cerca de la diez de las noche. Esta vez dividida en los cuatro choques de cuartos, especialmente en dos. Nadal y Federer acabaron como entonces, pero por separado. El español venció a Del Potro en 4 horas y 48 minutos, idéntico tiempo que en aquel histórico 2008. Y el suizo cayó ante Anderson en 4:14 horas. Ambos en cinco sets.
En el cruce de Federer, la épica la firmó Anderson, que fue capaz de remontar dos sets y de salvar una bola de partido en el tercero, para tumbar en el último al ocho veces campeón por 13-11. En el cruce de Nadal, la épica fue compartida por dos gladiadores que dedicaron una oda a su deporte. Del Potro es un tenista maravilloso, que ganó el US Open en 2009, pero no ha podido llegar más lejos por culpa de las lesiones. En dos años ha remontado 1.041 puestos en el ranking hasta ponerse cuarto. A Nadal le espera ahora en semifinales un viejo conocido: el resucitado Djokovic. Los grandes siempre vuelven, se llamen Nadal, Federer, Djokovic o Del Potro. Mientras tanto, el suizo hace ya las maletas, quizá preguntándose si realmente ha merecido la pena renunciar a la temporada de tierra para jugárselo todo en la hierba.