Froome compensa el susto
Lo vivido ya no es más que un recuerdo. La tercera etapa del Tour llegaba todavía envuelta en el mar de caídas que se habían producido en las dos primeras jornadas. Nada más lejos de la realidad, aquello quedó en un recuerdo. Los favoritos sabían que hoy era el día que Chris Froome tenía marcado en rojo para resurgir de sus cenizas. El Sky volvió a demostrar ser el equipo más fuerte y compensado, dejando en migajas las diferencias de los dos primeros días. Pese a ello, BMC impidió que la hazaña fuese completa.
Los Porte, Van Avermaet o Van Garderen se impusieron por cuatro segundos al equipo británico. Pese a que las diferencias generadas por Froome con los favoritos son amplias, son las lógicas dado que ninguno de ellos es especialista en la modalidad. Las pérdidas de hoy dejan las caídas del primer día en un recuerdo para casi todos. La única excepción es la de Nairo Quintana, que se dejó 53 segundos con respecto a Froome que sumadas a las pérdidas de los dos días anteriores, convierten el sueño del colombiano de vencer en París en cuanto menos una quimera.
La sorpresa del día la protagonizó el EF- Drapac, que liderados por Rigoberto Urán acabaron a 35 segundos de los vencedores. BMC tiene creedenciales de sobra para pensar que el liderato no va a ser cosa de dos días. Más allá de Van Avermaet, la presencia de Porte en el equipo es un argumento suficiente como para soñar con algo grande. De cara a la jornada de mañana volverá ser clave la colocación y la gestión de los nervios. El viento es el único ingrediente nuevo que puede volver a poner la carrera patas arriba y seguir sumando picante a un inicio de Tour impredecible.