LA PIZARRA TÁCTICA
Modric, Rakitic y el tercer mediocentro
Los penaltis volvieron a sonreír a Croacia, ya a las puertas de la final, aunque ni en octavos ni en cuartos ha dejado ver su fútbol vanguardista de la fase de grupos. Desorientada y limitada de ideas por momentos, logró salir indemne del pragmatismo y carácter de Rusia. Dalic prescindió de Brozovic y alineó a Rakitic y Modric como únicos centrocampistas. La presión inicial rusa emborronó la fase de creación de Croacia. Rakitic se ubicaba entre los centrales, pero le faltaban líneas de pase hacia Modric y los integrantes del ataque. Sólo la movilidad de Rebic sacó a Croacia de la zozobra.
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Dalic modificó la dinámica. Brozovic entró por un inoperante Perisic en el minuto 63' y Croacia empezó a carburar a partir de Modric. Le sienta bien al madridista estar con dos centrocampistas a su lado que le limpien la salida y le ahorren esfuerzos defensivos. Con Rakitic más asentado, la selección ajedrezada se escalonó en diferentes alturas e hiló el juego interior que nunca tuvo en el primer tercio del partido. La salida de Kovacic antes de la prórroga bendijo esta idea. Modric apareció cerca de la mediapunta y sus conducciones abrieron paso a la mejor Croacia del encuentro, muy lejos eso sí de la que relució en el inicio del torneo.
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